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CLSK Opinión: Usted nunca diga “pagaría lo que fuera por ese concierto”

Primero que todo hay que reconocer que yo caí alguna vez en esa frase, pero la dejé atrás y por lo mismo escribo esto. También hemos hablado sobre el hecho de que mientras no hagamos algo concreto, no hay como hacer bajar los precios de las entradas.

Antes de todo, es necesario destacar que este último tiempo, en casos como el Maquinaria Festival 2011 (donde claramente el precio está influido por que los artistas ya han venido en variadas ocasiones), la reciente puesta a la venta de los tickets de Pearl Jam y anteriormente con Iron Maiden (grupos que tienen políticas de “cancha general”), se ha demostrado que es posible armar un buen show, con artistas de renombre, sin abusar de los precios, y asegurando sin duda el éxito del evento. Todos estos ejemplos tienen algo en común: permiten, por un precio razonable, si quieres y te lo propones, llegar a la reja y estar a dos metros de tus artistas favoritos (lo siento Roger Waters, de esta te quedaste fuera).

Pero hay situaciones particulares que también tenemos que saber manejar, y que dependen directamente de nosotros, especialmente en el cómo nos referimos a aquellas bandas que hemos esperado por mucho tiempo. Inmediatamente se me viene a la mente el caso de Foo Fighters, que desató la euforia y la sorpresa de muchos, con una salvedad si: el concierto estaría siendo fijado para abril del 2012.

¿Han pensado ustedes en el ejercicio que implica programar un concierto con 9 meses de anticipación, o por lo menos lanzar un rumor? En tiempos en que está en boga el monitoreo de redes sociales y publicaciones en internet, hacer un anuncio de esta envergadura le permitirá a las productoras evaluar y ver, en tiempo real, la respuesta de los fanáticos en cuanto a sus ganas de ver al grupo y, por ende, la disposición para soltar billetes y comprar las entradas.

¿Cuál creen que es el efecto en una productora que se encuentra con frases como “pagaría lo que fuera”, “me endeudo en 24 cuotas, con 50% de interés”, “si existe VIP Platinum Adamantium Top Diamante de Platino… la pago igual”, “¡crédito de consumo… VEN A MI!”? Como Homero Simpson, las productoras dirían casi reflejamente “Matanga, a estos giles les saco mucha plata”, acompañado de un sutil “Muaahhahahahah” al final de la sentencia.

Les pongo esta hipotética situación: imaginen una productora mirando comentarios de ese tipo en una pantalla. La escena sería más o menos así:

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“¡Mira que ganas tienen de ver a este grupo!” – dijo el productor del evento.

En ese preciso momento dicho hombre, con voz firme, decidido, apuntando hacia el horizonte y mirando en la misma dirección, afirma – “Por esa razón ¡haremos un concierto masivo con una entrada única para que cualquiera con la motivación suficiente pueda tener la posibilidad de ver a su artista favorito desde muy cerca!”.

¿Algo no les calza verdad? A lo mejor en un universo paralelo exista esa opción, pero acá es más difícil que escuchar un disco de completo de Dragonforce, con Javiera Parra de vocalista.

Sumemos el tema del arribismo que ya ha sido ampliamente discutido; entonces hagamos el siguiente cálculo: a) Las ganas de muchos por ver a un artista que no ha venido nunca y/o fanatismo extremo, + b) Frases demostrando que se está preparado monetariamente para pagar la entrada que venga + c) La situación de que muchos, por sólo hecho de figurar comprarán entradas caras, + d) Cero escrúpulo al momento de cobrar; ¿qué resultado esperan?

a + b + c + d = Matanga

No podemos controlar todas las variables, pero si podemos aportar fuertemente en una de ellas y es simplemente demostrar nuestras ganas y asegurarnos que un artista venga, pero nunca decir “¡sacrifico el pago de mis estudios por una entrada!”. Somos nosotros quienes les estamos dando el negocio del siglo a personas que no dudarán un segundo en subir el precio y aumentar sus utilidades. El mundo de las finanzas es así y como “mercado” hay que saber cómo manejarse dentro de este, nos guste o no.

Este fanatismo desmedido puede llevarnos a un peor escenario (que se da en casos de reventa principalmente): una subasta de entradas donde el que puede pagar más se lleva los boletos. ¿Nos estaremos acercando de a poco a eso con nuestra ansiedad?

Otra situación hipotética

Por lo mismo, desde ya el CLSK no vamos a decir más “preparen las tarjetas de crédito que se viene un asalto seguro”, o “aguanten el golpe en el cráneo, porque nos van a dar con un palo cuando publiquen el precio de las entradas” porque no queremos aportar a un problema que ya lleva mucho en el historial chileno.

Nos estamos mal acostumbrando a pagar mucho y, por su lado las productoras, a meternos el dedo en la boca.

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Les dejo la discusión abierta.

20 Comentarios

20 Comments

  1. ROROCK

    28/08/2011 at 15:26

    algunos ya lo estamos practicando!!!!

  2. mhobbit

    27/12/2011 at 17:02

    Ni por Matraz? xD

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