Introducción a King Gizzard & The Lizard Wizard mediante su año más productivo [CLSK Recomendación]

Para toda persona que gusta de los sonidos psicodélicos y no conozca a la agrupación llamada King Gizzard & The Lizard Wizard a estas alturas parece un sacrilegio. Resulta que esta banda australiana activa desde el 2010 se ha encargado de poner su nombre en lo más alto de la música ácida con 13 discos forjados a punta de composiciones complejas y la exploración de sonidos variados, en gran parte apoyados de su alineación inusual que incluye tres guitarras, dos baterías, un bajo y un multi-instrumentista que apoya con teclados, armónica, guitarra acústica, percusiones y segundas voces, sin mencionar las veces en las que incluso podemos escuchar flauta traversa. Sí, suena una locura, pero este septeto logra condensar todos estos sonidos acompañados de un hambre incesante de crear música en uno de los proyectos más eclécticos de la actualidad.

Ahora, tal y como dice el título de esta nota, este 101 introductorio estará enfocado en el año 2017, que resulta ser el más prolífico de la agrupación, donde lograron la increíble suma de cinco lanzamientos, muy diferentes entre sí, pero que mantienen la esencia indestructible de la banda. Comenzamos así esta nueva CLSK Recomendación.

Flying Microtonal Banana: La exploración de los sonidos Microtonales (Febrero 2017)

KG&TLW no escribiremos el nombre completo otra vez rompe su silencio de poco más de un año teniendo a cuestas uno de sus mejores trabajos a la fecha: El disco en Loop infinito ‘Nonagon Infinity’ (2016). Aun considerando lo anterior, la banda se sumerge en una exploración de los sonidos microtonales, modificando las guitarras y armónicas para lograr dichas escalas e incorporando otros instrumentos como la Zurna y algunos elementos de percusión típicos de la Península balcánica.

El resultado es sobresaliente ya que después de la minimalista “Rattlesnake” el álbum adopta una atmósfera con texturas de música turca tal como se puede apreciar en “Sleep Drifter” muy similar en sonidos al trabajo de Aşık Veysel (folclorista) o en la homónima “Flying Microtonal Banana”; obviamente no podemos dejar de nombrar cortes destacados como “Doom City” y “Nuclear Fusion” que no nos dejan olvidar que hablamos de una banda de Rock y los riff retornan en gloria y majestad para complementar de manera perfecta lo expresado anteriormente.

Murder of the Universe y el rock narrativo (Junio 2017)

El segundo trabajo del año, ‘Murder Of The Universe’ es un disco que contiene tres canciones; cada una cuenta una historia diferente sin relación entre sí, pero que utilizan la misma estructura, donde la letra a veces ambigua es complementada con la narración por parte de la cantautora australiana Leah Senior. De los tres capítulos el más destacado es el segundo, titulado “The Lord of Lightning vs. Balrog”, aunque vale la pena escuchar los tres, ya que las historias (y los videos) tienen momentos hilarantes. Las ambientaciones en ‘Murder Of The Universe’ son más tétricas y a veces futuristas, siempre acompañados de un avance rockanrollero que hace dinámico escucharlo, donde casi no se notan los casi cincuenta minutos de duración.

Sketches of Brunswick East: Un repaso por el Jazz (Agosto 2017)

Tomando como referencia el nombre de ‘Sketches of Spain’ (1960) de Miles Davis, y en una colaboración con miembros de la banda Mild High Club, KG&TLW se embarca en una exploración de la música del mundo y el Jazz (aunque ya habían intentado con estos sonidos) logrando atmósferas más livianas y bien trabajadas instrumentalmente sobre todo en la parte las percusiones: Algo así como música de ascensor pero en esteroides. El corte homónimo del disco, dividido en tres canciones en la apertura, el centro y cierre, es una de las piezas destacadas, junto a “A Journey To (S)Hell” y la dinámica “D-Day” nos demuestran que el universo que forma el área de confort de los australianos es más amplio de lo que imaginamos.

Polygondwanaland: La esencia de King Gizzard (Noviembre 2017)

No es hasta noviembre que tenemos un trabajo con la identidad de la banda en bruto. ‘Polygondwanaland’ es el trabajo más ácido de KG&TLW en años, y es aquí donde los vemos sacando provecho de su faceta más conocida y más perfeccionada. Instrumentalmente hablando en este álbum abundan las baterías sincopadas, los sonidos espaciales, las líricas profundas, guitarras distorsionadas y atmósferas oscuras.

La apertura del disco es con la descomunal pieza de 10 minutos “Crumbling Castle”, que con su riff potente y su letra apocalíptica nos envuelve en una atmósfera psicodélica llena de energía; de ahí en más cada una de las canciones se vuelven algo más amigables en cuanto a la duración pero la sensación de estar escuchando una sola pieza se mantiene por toda la placa. “Deserted Dunes Welcome Weary Feet”, “Loyalty” y “Horology” son algunas de las secciones destacadas, pero en este caso se recomienda escuchar el disco íntegro.

Gumboot Soup: El cierre perfecto (Diciembre de 2017)

El último día del 2017 se deja caer el gran Gumboot Soup, el último trabajo del año para la agrupación australiana es también el más difícil de clasificar. A diferencia de los cuatro trabajos anteriores este no tiene un concepto fijo, más bien parece ser una mezcla de sonidos o un puñado de canciones sobrantes, aunque esto último puede entrar en debate debido a la calidad de las mismas, aquí fácilmente podríamos encontrar varias de las mejores canciones de su discografía: por ejemplo, la errática “Muddy Water“, la jazzística “Beginner’s Luck” o la pesada “The Great Chain of Being” (quizás la más pesada de su repertorio) lo convierten en uno de los mejores trabajos de la banda.

Aun así; después de todo esto, falta mucho por contar, cada una de las placas en la discografía de este grupo australiano busca ir más allá en cuanto a exploración musical, a veces funciona, otras no, pero es la sensación de incesante búsqueda la que convierte a King Gizzard & The Lizard Wizard en un imperdible y nos hace estar atento a cada uno de sus nuevos trabajos. Esto los ha mantenido en la cima de la vanguardia en la psicodelia australiana, lo que no es menor considerando la cantidad y la calidad de bandas que aparecen desde esas lejanas tierras. Todavía no tienen el reconocimiento que merecen, pero no por falta de intentos.