CLSK Review: The Metal Fest 2013 – Domingo 14 de Abril

Pasando la prueba de consolidar un evento.

Si el día sábado 13 de abril fue increíble, este siguiente día domingo pasó a la historia. El conjunto de artistas de este día fue capaz de destrozar todo a su paso, inyectando metal y rock directamente al centro de la cabeza de los 7.000 presentes en el Movistar Arena. La organización y la producción estuvieron impecables y sin mayores problemas técnicos, con un sonido envidiable para cualquier evento en vivo y todo a tiempo, salvo las bandas chilenas que por decisión propia se atrasaban para esperar más público. La música en esta versión de The Metal Fest brilló de una forma constante, con un backline asesino y un volumen que calaba los huesos.

Esta jornada parte con Nimrod en el escenario exterior, con poca gente pero sonando muy bien, bajo el poco usual sol de abril que quemaba más de lo habitual. Ya a las 15:00hrs., Brutal Truth aparece con el tanque Kevin Sharp repartiendo merchandising a los pocos asistentes de ese momento. De todas maneras, los americanos comienzan con una presentación tan brutal como su nombre, dañando los oídos de los espectadores que de apoco aparecían corriendo sobre la cancha del Movistar Arena. “Birth Of Ignorance” comienza con algunos problemas técnicos con el bajo de Dan Lilker, lo que retrasa un poco su show pero todo se soluciona y continua con “Stench Of Profit”, “Get a Therapist… Spare The World”, “Malice”, “Simple Math”, “End Time” y “Fuck Cancer” con el descalzo Sharp rayando en la locura. Brutal Truth sigue tocando “Celebration Gunfire”, “Small Talk” y “Evolution Through Revolution”, para rematar con una ruidosa “Godplayer”.

“Walking Corpse” y “Collateral Damage” siguen con el grindcore, antes de “Denial of Existence”, tema que sorprende a todos por su fuerza y energía. Finalmente “Choice of a New Generation” termina con el show mientras el robusto (gordo, digámoslo) Kevin Sharp se tira al público desde el escenario. Así termina esta locura total de guitarras, muerte y sangre, con Tomas Lindberg de Lock Up viendo todo a un lado del escenario.

Con un rock completamente en español, Alto Voltaje concentra las miradas del público en el escenario nacional, rockeando duro pero con algunos problemas de sonido, todo esto mientras Nile se preparaba en el interior, para saldar cuentas después de dos venidas fallidas, lo que se tradujo en que una fanaticada ansiosa se amontonara en las primeras filas de la cancha.

Con “The Blessed Dead” los americanos comienzan con una calidad sonora digna de un DVD o algo superior. Hay que decir que si hay un grupo que supo sacarle el jugo al equipo técnico de The Metal Fest, ese fue Nile; “Defiling the Gates of Ishtar” y “Supreme Humanism of Megalomania” sonaron rayando la perfección y el “kit” de George Kollias sonaba monstruosamente, convirtiendo el show en una real clase de la batería extrema. La complejidad de “Ithyphallic”, el estruendo de “Sacrifice Unto Sebek”, el brutal “Permitting the Noble Dead to Descend to the Underworld” y la contundente “Lashed to the Slave Stick” daban un espectáculo místico, tanto por la gente, que parecía hipnotizada con el death metal técnico, como por Nile, que disfrutaba viendo el caos en la cancha.

Ya cerca del final el show continuó “Sarcophagus”, “Invocation of the Gate of Aat-Ankh-es-en-Amenti” y el clásico “Black Seeds of Vengeance” despidiendo este notable debut en nuestro país, con Karl Sanders y su guitarra Dean sonando inconfundiblemente. Increíble también fue apreciar a Todd Ellis quien no paró el headbanging en ningún momento. Gran show el de Nile, el que esperamos se repita pronto por estos lados, lo que quedó claro gracias al comentario de la banda que, durante el concierto, calificó a Chile como “The most amazing place to play metal in the fucking world”.

En el exterior sonaba Enigma, quienes ingresan al escenario nacional con un retraso, dejando claro que los grupos chilenos iban a esperar el término de los shows internacionales para aparecer y así lograr una mejor recepción. Buena jugada sin duda, lo que permitió a los asistentes ver al guitarrista de Enigma, y periodista de Canal 13, Alvaro Paci, desempeñarse perfectamente en una función que no estamos habituados a ver.

“Los más carbones del mundo se los juro”: así partía definiendo a los chilenos Brujería en el escenario principal. “Cuiden a los Niños” y “El Desmadre” fueron los encargados de poner los “narcocorridos” de los californianos multiculturales en el escenario que, siendo la última banda en confirmar en este festival y quizás por calzar perfecto en estilo y en ambiente de The Metal Fest, lograron prender totalmente a los fanáticos que no extrañaron en ningún momento a los caídos Voivod.

“Colas de Rata”, “Brujerizmo”, “Division del norte” y “Anti-Castro”, fueron todos temazos que, si bien no sonaron  tan potentes ni con la perfección de Nile, tenían a todos pendientes del show, disfrutando el metal rudo de Juan Brujo y compañía.

“Quería invitar a Dee Snider a cantar matando güeros con nosotros, pero ya se fue el carbón” dice Pinche Peach antes de seguir, mostrando que estaban gozando de lo lindo. “Pito Wilson” y “La Migra” antecedían a “La Ley de Plomo”, lo que se tradujo en que todos quienes escuchaban la transmisión en vivo, estuvieron “echando chingazos” del tremendo concierto que se estaban perdiendo, además de no poder participar en los increíbles mosh que no paraban de girar.

El tema nuevo “Angel de la Frontera” y “Vayan sin miedo” comenzaban la despedida, no sin antes tocar los himnos “Consejos Narcos” y “Matando Güeros”, mientras un amenazante machete figuraba en el escenario. Gran show de los encapuchados con Jeff “El Cynico” Walker de Carcass en el bajo,  Chris “Cuernito” paccou, sonidista de Carcass en la guitarra, Adrian “El podrido” Erlandsson de At The Gates / Cradle Of Filth en la batería, y la leyenda Shane Embury de Napalm Death como “El Hongo” en la guitarra. Difíciles de reconocer, pero todos los asistentes sabían quiénes están girando en esta superbanda por estos días. Por último, “Marijuana” suena y  “El Brujo” canta como en su casa el tema que, por la nube verde sobre el Movistar Arena, muchos conocían.

En las afueras, Nuclear partía a las 18:00hrs., sabiéndose una de las bandas chilenas más queridas y seguidas. Sonando intensamente, un gran número de fanáticos se tomaba un respiro en los pastos del Movistar Arena, mientras otros armaban el correpondiente mosh con el thrash de los chilenos.

De vuelta al interior, Symphony X partía su show con “Iconoclast”, ante la expectación de mucha gente, quienes se mostraron sorprendidos por el talento de Michael Romeo, pero al parecer sin mucho ánimo de moverse o saltar, denotando que la mayoría del público de este festival estaba cargado hacia el lado más brutal del metal. Con algunos problemas en la guitarra de Romeo, el espectáculo sigue con “The End of Innocence” y “Dehumanized”, todas del último disco, lo que significó que muchos comenzaran a criticar este setlist; pero las quejas se van cuando comienza “Sea of Lies”. El sonido de Symphony X estaba muy bien cuidado, el volumen no era tanto, pero el sonido fue sólido durante todo el concierto, sobre todo en lo que respecta a la voz de Russell Allen, quien dejó claro que es uno de los mejores vocalistas en el mundo del metal, al ver su desenvolvimiento en temas tan altos y con tanto “groove” en la sangre.

Luego de la balada “When All is Lost”, donde Allen agarra a besos a la Tia Sonia Romeo, sigue “Of Sins and Shadows” y “Eve of Seduction”, para cerrar con “Serpent’s Kiss” y “Set the World on Fire”. Por su parte, hay que destacar que John Macaluso es un tremendo músico y la falta de Jason Rullo en la batería no fue relevante. “La Marcha Imperial” comienza a sonar y Symphony X se despide de una presentación correcta, muy centrada en lo nuevo, pero que para nada empañó el show, sino todo lo contrario.

A esa hora, los chilenos de Orategod en el exterior concentraban mucho público; como era de esperarse, los asistentes se dividieron en el Movistar Arena al terminar Symphony X, dado que el escenario exterior siempre tenía algo que decir por muy relevantes que fueran los shows internacionales. Los chilenos sonaron a la altura de la ocasión y dieron una muestra de buen metal, seguidos luego por Kythrone, demostrando que el black metal hecho en casa, tiene una performance que no tiene mucho que envidiar a grupos más renombrados, lo que llevó a los más extremos a su lado.

Por su parte, My Dying Bride era una banda que inicialmente costaba relacionar con el público objetivo del festival, lo que generaba el temor de una división más marcada entre la audiencia. Pero la historia no fue así, al contrario, los más fanáticos seguían en la cancha alucinando con los ingleses y su doom trágico, mientras que los curiosos se sorprendían ante la melancolía de una banda emotiva, quizás la más conmovedora de la corta historia de The Metal Fest. Abrieron su show con “Kneel Till Doomsday” y “Like Gods Of The Sun”, temas largos y muy bien ejecutados, con la gente siguiendo la función aparte que mostraba Aaron Stainthorpe, quien cantaba como si fuera el último show de su vida.

Luego vinieron “Turn Loose The Swans”, “From Darkest Skies”, “The Raven And The Rose” y “She Is The Dark”, temas que llevaron a la gente a un estado de admiración increíble. Fue notable ver que la banda estaba tan sorprendida con la respuesta de la gente puesto que, al ser My Dying Bride una banda de shows pequeños, en lugares menos masivos, no acostumbra sentir ese afecto en un lugar tan lejano de sus tierras como lo es Chile. El show cierra con “The Cry Of Mankind” y “The Forever People” de su primera placa As The Flower Withers (1992), dejando a todo el mundo encantado con una tremenda puesta en escena, ejemplo de una propuesta muy distinta a la de sus pares que pisaron el mismo escenario en The Metal Fest.

Atomic Aggressor ya sonaba al exterior rompiendo todo a su paso: temible banda para los vecinos del Parque O’Higgins que debieron escuchar el death metal de los chilenos como si estuvieran en el living de sus casas. Al igual que Undercroft el día anterior, esta es otra de las bandas nacionales que debió estar presente en el escenario principal de este festival, quienes sin duda hubieran dejado a la masa de metaleros más que felices con el poder de su espectáculo.

Finalmente, después de cinco años esperando el regreso, los británicos de Carcass ecualizaban y se disponían a abrir su show en un Movistar Arena repleto, con más público que el sábado y con más ganas de sentir el metal más crudo en vivo y en directo. Todo comienza con “Buried Dreams”, momento en el cual algún enfermo mental en el medio del público sacó un extintor y comenzó a rociar a la gente con polvo, ahogando a todos quienes estábamos ahí. Todo se normaliza en unos minutos, lo que dio pie al mosh más agresivo del día, apoyados por una banda que destroza los tímpanos de todos los presentes. Del disco Necroticism – Descanting the Insalubrious (1991) suena “Incarnated Solvent Abuse” para dar paso a la melodía de “Edge of Darkness” antes de “This Mortal Coil”.

A esa altura estaba claro que la gente esperaba disfrutar a concho el concierto de Carcass, con una cantidad impresionante de metaleros dando vueltas en la cancha, siguiendo el ritmo de un Jeff Walker inagotable. Siguieron“Reek of Putrefaction”, “Keep on Rotting in the Free World”, “Genital Grinder” pegada a “Pyosisified” y “Death Certificate” con las imágenes más grindcore en las pantallas del Movistar Arena, inundando de muerte, sangre y fetos mutilados el recinto, lo que descolocó a más de alguno.

“Exhume to Consume” causa el terror y el caos  surge en la audiencia, para así continuar con el trio mortal “Corporal Jigsore Quandary”, “Forensic Clinicism” y ”The Sanguine Article”. Para cerrar, la intro  “Ruptured in Purulence” seguida del temazo inconfundible y el himno más grande del Carcass de antaño, “Heartwork”. Ante ese tema, el público en la cancha era una masa de combos y patadas, aún cuando estaban agotados ante tanto metal de los británicos. Quizás el sonido no fue limpio ni pulcro, pero si sonó destructor y eso pagó lo que la gente pedía: metal extremo, con sus verdaderos padres.

En el exterior Torturer, quienes habían comenzado su show, se detuvieron a la espera que Carcass finalizara, para ganar algunos espectadores más. Sin embargo gran cantidad de gente se retiró del recinto, pensando que era un día domingo y que ya era demasiado metal para un fin de semana, y no podían estar más equivocados.

Como bien sabemos, el metal nunca es demasiado, faltando aún el show más esperado de los seguidores de nuestro blog: Devin Townsend Project. Previa a su show, el canadiense montaba un telón blanco en vez de algún lienzo, para mostrar una serie de videos tan bizarros como el internet mismo, desde el “vikingo techno”, el “oso gominola” y hasta el famoso “Boots & cats”, todo comandado por Ziltoid y su especial sentido del humor.

El espectáculo final comienza con el arpegio de “Truth” y los 1.500 asistentes que quedaban en el Movistar Arena se amontonaban ante el calvo que con un traje y una elegancia digna de una gala, aparecía con una guitarra brillando con luces propias, una sonrisa en la cara y sonando mejor de lo que se puedan imaginar. Fue una lástima (para los que no fueron), que el sello de Townsend no cediera los derechos de transmisión a Radio Futuro, por lo que en este momento tendríamos un registro más que digno de esta presentación.

“Regulator” sigue, de su Ocean Machine: Biomech (1997) y los fanáticos disfrutaban de una presentación única. Townsend tan expresivo como siempre, ponía todo de su parte para motivar a los cansados asistentes, pero bastaba con poner atención a la impresionante calidad de su sonido y su precisión en la guitarra para quedar sin habla, con un artista que puede, sin arrugarse siquiera; cantar, tocar la guitarra y animar al público, todo a la vez.

“ZTO”, “By Your Command” y “Deadhead” continuaban con Ziltoid en la proyección, aportando al espectáculo que nos tenía a los más fanáticos sin cuello de tanto cabeceo. Devin Townsend continua con “Where We Belong” y “War”, para dar paso a una parada en que el calvo saca un papelito y nos grita “hola hueones”, calentando motores para el el temazo “Supercrush!”.

Después la lista avanza con “Kingdom”, donde la increíble voz de Townsend, acompañada por el bajo y la batería de Brian Waddell y Ryan van Poederooyen, llenaban todo como si estuviésemos escuchándolos en un estudio de grabación. Luego “Juular” nos transportó a Deconstruction (2011) con ese ritmo infernal, un lujo verlo en vivo presenciando su potente performance, acompañado del video oficial en el escenario. Le siguió “Liberation”, tema que dio paso a la sorpresa de la noche: “Love?” de Strapping Young Lad, que trajo al escenario el metal de la legendaria banda de Townsend, desatando la euforia de los metaleros que esperaban algún guiño hacia el pasado.

Siguió así lo más reciente, con el mensaje de amor y pasividad de Devin: comienza “Grace”, la verdadera calma antes de la tormenta. Fue gracioso (por decirlo de alguna manera), que mucha gente se retirara al comenzar el tema, quizás al “pensar” que era una canción lenta, pero que rapidamente volvieron y quedaron boquiabiertos con ese riff terrible que se sentía en el alma.

Un descanso corto da paso a “Planet of the Apes” y todos con las ultimas fuerzas saltan y cabecean el intenso tema del Deconstruction. El show cierra con “Bad Devil” convirtiendo todo en alegría y se ve a Devin nuevamente con una sincera sonrisa en el rostro, agradeciendo el cariño de la gente, bajando incluso a saludar a la primera fila, dando una señal de que su regreso, y así esperemos, será pronto.

En resumen, un show espectacular por donde se mire, con una disposición en vivo que pocos tienen, todo sumado a un sonido y una solidez inigualables que definen la propuesta de Devin Townsend en este The Metal Fest, sin duda el show más elaborado y extenso de una jornada abrumadora, que será difícil de olvidar y que sin duda dejó a este festival como una opción más que primordial al momento de elegir entre la gran oferta de conciertos que pululan actualmente en nuestro país, donde la organización mejoró todos aquellos aspectos que se fueron de las manos en su primera versión, aprobando el examen con distinción máxima.

Y eso fue todo por este fin de semana. Si usted no asistió a este festival, DEBE revisar la galería de fotos en nuestro Facebook, para que sufra viendo lo que se perdió. Nuestros enviados especiales fueron nuevamente @juliottc y @sanguxe, quienes en este momento han quedado sordos de tanto metal y se disponen a ser operados para reconstruir los músculos de sus cuellos.

Gracias por seguir nuestro Twitter, nuestro minuto a minuto y esperamos que el próximo año nos sigan acompañando en estas maratónicas jornadas de The Metal Fest, que, por lo visto en esta oportunidad, no nos perderemos.

Fotos: Facebook de Chileanskies, por Julio Celis Fredes.