Ihsahn, unas de las mentes tras Emperor y que los elevara a la categoría de imprescindibles dentro de la escena black metal noruego, vuelve al ruedo, después de un correcto Eremita lanzado el año 2012, con un disco de alguna manera arriesgado y completamente distinto a lo que venía haciendo.
Das Seelenbrechen es el título del artista noruego que, como dijimos, se desmarca de todo lo hecho anteriormente, tanto en su aclamada trilogía formada por The Adversary, angL, y After, como lo mostrado en Eremita. Eso es lo realmente valorable de un artista como este: no encasillarse en un solo estilo sino que expandirse y explorar nuevos horizontes dentro del amplio espectro musical.
Inmediatamente puede destacarse su primer track “Hilber“, con una gran sección instrumental en la mitad del tema; mención aparte para Tobias Ørnes Andersen, baterista invitado y acompañante en esta pasada, quién pertenece a la banda Leprous, la cual Ihsahn apadrina. Con “Regen” tenemos una inspirada intro de piano muy bien ejecutada y escuchamos por primera vez voces limpias que recuerdan un poco a Mikael Åkerfeldt de Opeth.
Ya absolutamente relajado, con “NaCl” se concluye que es un tema 100% con voces limpias. La experimentación continúa con el tema siguiente, “Pulse“, donde sólo está acompañado de samplers en una primera etapa que recuerda mucho a cosas hechas por Porcupine Tree. Comienza la parte “volada” del disco y esa corre a cargo de “Tacit 2“, otra vez con un Ihsahn como en sus mejores tiempos y con el baterista dando una muestra de la capacidad que lo destaca del resto de colegas de otras bandas. “Tacit” sigue la tendencia del anterior, pero bajando las escalas y las revoluciones, aunque sin perder intensidad. Destacar además la aparición de un elemento que ya se dejó mostrar en After: el saxofón.
La tranquilidad se cierne encima nuestro y el mejor ejemplo es “Rec” que en sus casi 2 minutos y medio nos deja expectantes para lo que se viene, el tema “M“, el cual sorprende con un solo de guitarra sacado del mismísimo baúl de David Gilmour (tal cual). “Sub Alter” vuelve a las voces limpias y acompañado sólo de la guitarra, el cual conforme avanza se va volviendo un tanto lúgubre. El cierre con “See” da muestra de que Ihsahn ha transitado con éxito por el Avant-Garde sin dejar de lado la corriente que ha abrazado: el progresivo.
Das Seelenbrechen resulta ser un disco que destaca, porque Ihsahn se ha atrevido a explorar otras facetas musicales, sumadas a la vertiente progresiva que tantos créditos le ha dado. La producción y la sonoridad resultan notables y el trabajo del baterista dignas de destacar y elogiar, haciendo que este último trabajo resulte toda una agradable sorpresa. Completamente recomendado, así que no duden en escucharlo a continuación.