Si, si, si. El disco fue lanzado en marzo de este año y había quedado pendiente desde esa fecha. De todas maneras, un review después de harto tiempo tiene la ventaja de evaluar en el largo plazo el trabajo y con más perspectiva, lo que no necesariamente implica un crítica más cruda al respecto. Como siempre, al final de esta nota podrás escuchar esta placa (¡poné play!).
La tercera placa de la banda liderada por Tosin Abasi parte indiscutiblemente con “Kascade”, tirando toda la carne a la parrilla a costa de contrarítmos, complejos tiempos musicales y una absoluta sincronización entre la batería y las guitarras, lo que la convierte rápidamente en un punto alto, además por su intensidad y el vértigo propuesto. No es una buena muestra de la tónica del álbum, ya que los elementos de esta canción solo se harán presentes hacia el final con “Mind-Spun” y “Nephele”, última pista de la placa que te vuela la cabeza como usualmente lo hace Animals as Leaders.
The Joy of Motion se caracteriza principalmente por un rock progresivo suave, con muchas referencias al jazz, pero que, como el estilo original de la banda manda, es un verdadero cálculo matemático, que terminará prácticamente en todas las pistas, con un intenso final, de lo cual son buenos ejemplos son “Air Chrysalir”, “Another Year”, esta con fuertes alusiones a sonidos radiales muy noventeros, y “The Woven Web”, que incorpora un solo de guitarra que finalmente termina por dominar el tema y destacar por sobre el resto de los instrumentos.
Por su parte, la placa tiene espacio para trabajos efectivamente suaves, como “Lippincott”, cargada de intriga, y la bella, dentro de un conjunto de bestias, “Para Mexer”, donde los sonidos de ese progresivo acústico y la envidiable complementación entre Abasi-Reyes en las guitarras y Matt Garstka en la batería, se convierte en otro de los puntos altos del disco.
“Tooth and Claw” corta la parsimonia presentada en la mitad de la entrega, despertando los sonidos djenteros más naturales, que te llevan a un trance contrarítmico hacia su final, y se enfrenta a la espacial inicio de “Crescent”, donde las guitarras gentileza de los cortados riffs, a ratos parecen más instrumentos de percusión, pero la incorporación de toques más ambientales cierran el círculo de una manera que pocos podrían lograr.
“Physical Education” merece un punto aparte, ya que incorpora aquel sonido que la banda acostumbra a darnos, siempre más calmo y pausado, incluyendo aquellos los riffs de este rock matemático detallado que te obliga a poner absoluta atención, algo que algunos podrían no tolerar pero, en vista de esa calidad técnica y emotiva que va más allá del “derroche de notas”, se acepta y se digiere con una sonrisa en la cara, algo de lo que también sabe “The Future That Awaited Me”, en menor medida.
Habiendo pasado prácticamente un año desde el lanzamiento de The Joy of Motion, pocos discos de este 2014 pueden jactarse de entregar un sabor igual o superior que el de la primera escuchada o después de unos meses. Esta placa es sin duda un complejo y a su vez definido derroche de técnica y virtuosismo, pero que nunca olvida la pasión y la entrega en cada una de sus notas e interrumpidos riffs.
Los toques suaves se agradecen dentro de un camino marcado históricamente por la energía y el metal progresivo; los elementos más cercanos al jazz aportan una suerte de “improvisación” calculada, llenando cada espacio donde no hay vocalista, permitiendo saborear en detalle la evolucionada propuesta actual de Animals as Leaders.
Esteban Silva
06/12/2014 at 12:56
Me faltan piropos pa tirarle a este disco. De las mejores weas que he escuchado en los últimos 5 años.
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