Empezó el 2015 y uno de los primeros discos que vio la luz fue la más reciente placa solista de Richie Kotzen y, como corresponde, acá les dejamos nuestro CLSK Review.
Todo comienza con “Cannibals”, canción que además le da nombre al disco. Quienes asistieron al show del Teatro Nescafé de las Artes el pasado 9 de octubre se llevaron una buena impresión de este corte, la que se perfila como el tema más enérgico de la placa, pavimentando el camino para seguir conociendo el reciente trabajo de Kotzen, pero a la vez se desmarca del resto de las pistas, al presentar un ritmo claramente festivo y lúdico, donde el bajo hace gran parte para darle una buena dosis de groove al tema.
“In an Instant” instaura los sonidos más funk, acompañados de juegos de voces apasionados, alegres y frescos que resaltan incluso por sobre la voz del mismo Kotzen. En esa línea estará, ya más avanzado el disco, “Come On Free”, la cual se abalanza más sobre el soul clásico demostrando la influencia proveniente de la vibra de los años 70, y que recuerda mucho a “Got To Be Real” de Cheryl Lynn.
Por otro lado, temas como “I’m All In”, donde Richie Kotzen se hace acompañar por dUg Pinnick de King’s X, invocan al blues, y este en particular se destaca por la intensidad de las voces, pero con un tinte suave y calmado, alcanzando el equilibrio, momento en el cual podemos apreciar el talento en las seis cuerdas del artista, algo que no es de vital relevancia en este trabajo. “Stand Stall”, también se apunta hacia el rock blues más tradicional de Kotzen, pero a pesar de estos dos cortes, este estilo ha quedado algo relegado, por lo cual suponemos que esos sonidos serán incorporados en la próxima placa de The Winery Dogs. De hecho Billy Sheehan participa haciendo las voces bajas al fondo en este último tema.
También en el lado más festivo podemos encontrar “Shake it Off”, la que puede recordarnos a “Fooled Again” (Go Faster, 2007), entregando la energía y el sonido al cual nos tiene acostumbrados, por lo tanto, sin mayores problemas y gracias la incorporación del teclado, se te quedará en el oído por un buen rato. “Up (You Turn Me)” igualmente aporta dosis de energía positiva con su alegre melodía, donde reaparecen los coros al fondo y lo que logra evocar sutilmente al soul de antaño. De hecho podría mezclarse con “Ain’t No Mountain High Enough” de Marvin Gave y nadie se sorprendería.
Aún cuando ya hubo una muestra antes con “The Enemy”, que dejaba todo el trabajo a Kotzen mostrando su intensa voz, son “You” y “Time for The Payment” las que conforman el clímax y el remate del disco: la primera es hermosa y sencilla, sin cabida para la guitarra, solo la voz del artista y un piano interpretado por su hija, August Eve Kotzen; una sentida pieza donde no hay sobreexigencias, solo honestidad y humildad más un par de efectos aislados que ayudaran a armar el ambiente.
“Time for The Payment” es el cierre perfecto para el disco: una guitarra acústica con una vibra muy españolizada y la voz de Kotzen que sobrepasa con razones al resto de los instrumentos, se complementan para convertir al corte en un clásico instantáneo que el público esperará con ansias cuando el artista se presente en solitario, finalizando rápidamente.
Pareciera que Cannibals es un disco sin mayores pretensiones, lo que podría jugar en su contra, pero esa es su gran virtud, toda vez que no hay un desgaste mayor en tratar de dejarte eufórico o “pegado”. Aún así, esta placa difícilmente figurará en la selección de los más grandes trabajos de Richie Kotzen, pero sí será una buena elección cuando se trate de escuchar algo calmado que no demande el uso en exceso de tus neuronas, para que te enfoques solo en disfrutar.