‘Vuelo Hacia el Final’ marca el regreso discográfico de Weichafe, quienes llegan a presentar una propuesta totalmente consecuente a los nuevos tiempos que estamos atravesando, además de inspirarse en los avatares de la vida misma. Con un total de 9 canciones que pasamos a desmenuzar en nuestra sección CLSK Review, nos encontramos de frente a una pieza en la cual la banda se da la licencia de experimentar con paisajes sonoros que nos sumergen en carismáticas atmósferas, pero al mismo tiempo no se despega de la esencia rockera de Weichafe y con la cual forjó su oleada de fanáticos.
El paso del tiempo no ha sido en vano para los integrantes de la banda quienes se atreven a ir un paso más allá en materias compositivas y lo dejan plasmado en la canción que abre el disco, “Soy del Sur” donde se entrelazan el espíritu más rockero de la banda junto con espacios de corte más experimentales, sin embargo, logran consolidar los sonidos fundamentando una canción bastante sólida y expresiva.
Por su parte la canción “Alma Viaja Hacia el Mar” expresa en sus líricas la inspiración misma de los sucesos de la vida en contraposición con su melodía mucho más hard rockera, la cual sin lugar a duda y bajo nuestro juicio, es uno de los temas destables de esta placa.
“Doy Mis Manos” es de ese tipo de canciones que en una primera impresión suenan un poco ajenas al disco, pero tal como dijimos al inicio de nuestra columna, Weichafe se atreve a dar el siguiente paso en materias experimentales y esta es justamente el tema que define ese espacio más liberal dentro del álbum, donde se permiten dar un rol mucho más expresivo a los teclados y quebrándonos el esquema de la versión más pesada de la banda.
Siguiendo la línea de sus dos sencillos de adelanto “Vuelo Hacia el Final” y “Ponle Agua a las Flores” publicados en mayo pasado, revelaban dos escenarios distintos en lo que respecta a la parte musical, las cuales ahora se completan como un álbum con muchas líneas estilísticas, cuyo abanico de sonidos resultan ser tan rico en matices que cuentan con la suficiente libertad para mezclar paisajes de tensas guitarras acústicas y luego dar paso a otros arrolladores riffs que expresan el rock en su máxima expresión.
Con un corte mucho más nostálgico y apoyándose por el sonido acústico de las cuerdas “Alas pa volar” nos recuerda el que podría ser el espíritu de este disco, que si bien es cierto se da bastantes licencias para explorar nuevas atmósferas sonoras, siempre vuelve al origen desde donde nació esta aventura musical.
Yo soy Weichafe
Producir un disco nunca ha sido tarea fácil, aún menos en condiciones en que el paso de seis años ha transformado al mundo y las sociedades de formas tan aceleradas. Haciendo frente a todas inclemencias los guerreros de Weichafe plantaron su bandera de guerra e hicieron una pieza en la que se permiten conocer nuevos sonidos, pero al mismo tiempo regresan a su esencia. Todo fanático de la banda sabrá reconocer los espacios dentro del disco que le recuerden el por qué siguen siendo fieles seguidores.
