A veces el tiempo se va muy rápido y aún cuando ya está terminando el año y muchos comienzan con los recuentos, creo que corresponde que publique algunas reseñas de discos de bandas que siempre han estado muy cercanas a lo que CLSK hace. Es así como llegamos al álbum ‘Agnicayana’ de la banda nacional liderada por Gabriel Hidalgo.
Y si no adentramos en el disco, nos podemos dar cuenta inmediatamente que “Melina” es un corte muy épico que no dará tregua sin antes pasar por tramos donde el bajo de Braulio Aspé y la sentida guitarra incorporarán una dosis de intriga que se mezcla con un ritmo denso y muy marcado.
Si me preguntas, puedo decir que “Garuda” es mi favorita del disco: es agradable, recuerda inmediatamente a Joe Satriani, tiene un riff sencillo fácil de recordar y una guitarra cargada de una necesaria energía alegre. Y es que los coros y la voz femenina de Angeline Bernini (además responsable de las mezclas del disco) se me quedó grabada desde el momento que escuche la canción por primera vez.
Con el poco avance del disco, yo al menos tengo claro el nivel de producción que esta agrupación nacional ha alcanzado: el sonido es limpio y está lejos de sobrecargarse con efectos especiales. La placa, aunque en discos previos ya lo sabíamos, es registro claro de que la madurez de Hidalgo es algo cierto y comprobable.
“Kalpa Taru” inmediatamente me llevó al tono de la placa anterior, ‘Kelmuya‘: Un corte más pesado y duro que en ningún momento baja los brazos. La batería de Pablo Stagnaro siempre marcando el ritmo a pasos agigantados. Y es en ese momento cuando se produce el contraste, cuando llega “Trimurti”, composición que se va hacia una ruta más acústica y etérea, la cual desde una atmósfera pausada dejar caer un riff y un ritmo duro que es una buena referencia a las divinidades a las cuales se refiere el nombre del corte: entre la creación, la vida y la destrucción total. Algo muy “sencillo” y que sin duda la vuelve una de las piezas más importantes de la placa.
“Kala” sigue la misma línea, esta vez apoyándose en la voz de Angeline Bernini, lo que sin duda eleva el corte a otra esfera y concentrándose en una postura más celestial, por decirlo de alguna manera.
“Nived” es uno de esos cortes que no ocultan sus referentes, obviamente dándole el sello personal, pero yo al menos, no puedo dejar de pensar los tramos instrumentales, con matices, de Devin Townsend, pero bajo en revoluciones. Esto también pasa en “Manvantara”, un es de aquello cortes que van en ascenso y pareciera no detenerse. Sin duda un ritmo pegajoso y donde particularmente destaca el bajo de Braulio Aspé en el fondo, siempre presente.
“Asathoma Sath Gamaya” divide a esos temas de la mejor manera. Es una referencia a un mantra mediante el cual se busca el camino hacia lo trascendental y, en ese contexto, el corte tiene una postura muy elevada, muy divina (creas o no en esos temas) y es dificil no tener esa impresión.
“Vernishna” es definitivamente más intensa en comparación a los temas previos y retoma lo escuchado al inicio: con mucho cuerpo y peso, dónde la guitarra toma la voz principal. Es una dicha escuchar esto en el corte más extenso del disco, porque se agradece el nivel de producción donde todo suena muy cohesionado y, al mismo tiempo, en su justa medida. Sin duda un punto alto de este trabajo e indudablemente progresiva, como un llamado a quedarse acá para los fans de Liquid Tension Experiment.
“Jikisinkama” es ni más ni menos que una despedida, un “hasta pronto” principalmente acústico, pausado, esperanzador y un guiño más las referencias culturales que siempre han estado presentes en la propuesta de Hidalgo.
‘Agnicayana’ y la madurez de una propuesta.
Como toda reseña es indudablemente subjetiva, me voy a hacer cargo de eso: más allá de haber dejado claro que el nivel de producción, energía y complejidad hacen que este disco se sienta indudablemente maduro, me sorprende y al mismo tiempo me gusta que existan compositores y músicos que sigan apostando por esas variables en un mundo donde todo pareciera ser desechable y cada vez más efímero.
Se requiere tiempo para escuchar ‘Agnicayana’, es algo por lo que tuve que pasar, para darme cuenta que necesitamos nadar un poco contra la corriente para llegar más lejos. Es la vibra, la sensación que desde el primer momento esta placa me dejó, pero no lo había entendido hasta el momento en que terminé de escribir esto.
No dejes de escuchar este disco.
Y aprovecho de recordarte que el próximo 14 de diciembre, la banda se presentará junto a Hypnos, otra banda progresiva nacional, en el Bar RBX y las entradas están a la venta a través del sistema Passline.
