Hay agrupaciones que no creen en la inmediatez de los procesos por los que atravesamos en estos tiempos tan convulsos, y por el contrario apuestan más bien por la contemplación, la observación y la madurez del proceso creativo. Y es que luego de un introspectivo silencio desde la producción de ‘The Fall of Heart’ en el año 2016 los suecos de Katatonia han vuelto a aparecer en escena para presentar su última placa titulada ‘City Burials’, la cual a primera vista nos presenta una propuesta arriesgada en la que se puede apreciar erróneamente a la banda casi coqueteando con el rock alternativo. Es por eso que Katatonia nuevamente nos confirma que podemos esperar lo que fuera de su parte, con el alto nivel con el que ya estamos más que familiarizados.
Resulta ser que justamente esta convergencia de motivos y estilos por los que navegan los suecos es que no es sencillo encajarlos en un género en concreto, lo cual evidencia sencillamente que este es el motor catalizador que los impulsa a atreverse con la experimentación y no encasillarse en un marco compositivo. Sin más preámbulos, a continuación diseccionamos gran parte del disco, que sin lugar a dudas será uno de los iconos de este singular año 2020.
Con la apaciguada introducción que nos conduce hacia “Heart Set to Divide”, la placa se adentra con tensa serenidad en un pasaje sonoro y con una lírica de tono oscuro que estremece para luego dar paso a ritmos más rápidos y desafiantes. Con una suerte de timidez, Katatonia se deja esperar entre las atmósferas de los sonidos y la inconfundible voz Jonas Renkse. Un poco de luces del pasado de la banda afloran detrás de un pesado riff, pero no necesariamente tan potente como para hacernos olvidar el tipo de viaje que estamos recién iniciando.
Esto apunta a una suerte de juego entre el metal y rock progresivo, lo que finalmente será la tónica que quedará en evidencia de ahora en adelante, tal como se puede apreciar en “Behind the Blood”, canción que se sitúa entre un continuo balanceo que va de la calma a la diligencia, ingredientes que le entregan un carácter carismático y demanda a la banda una de las ejecuciones más técnicas en las guitarras que probablemente encontraremos en todo el disco. El trabajo para Daniel Moilanen no fue fácil, logrando aún así estar a la altura convertir lo mejor de su técnica en la expresividad y emociones que la agrupación acostumbra a plasmar.
Un corte definitivamente más experimental como lo es “Lacquer” fue uno de los primeros singles que la banda liberó, destacando su tránsito por pasajes electrónicos que nos hacen olvidar cualquier intervención que tenga alguna relación con las seis cuerdas; siguiendo con “Rein” la cual va mostrando más carácter y crudeza a medida que se va desarrollando, en una intrincada estructura de altos y bajos pensados meticulosamente, dándole protagonismo al sonido sincopado en el cual las guitarras vuelven a retomar todo su protagonismo.
Dada la naturaleza de la banda, el formato de baladas funciona bastante bien para Katatonia, como queda plasmada en la pieza “Vanishers”, donde la voz de Jonas Renkse se une a su invitada especial Anni Bernhard (Full of Keys). La complicidad de las voces en los momentos acústicos evoca uno de los momentos más atmosféricos del disco, como si casi se pudiera palpar la intimidad que se logra en las presentaciones de algún bar.
La versatilidad de Renkse se despliega en todo su esplendor en el breve paso de “Lachesis” que nos deja las puertas abiertas para continuar con “Neon Epitaph”, momento en que una extraña melodía se equilibra en su justa medida con la percusión, formando una textura única. La tensa calma regresa de la mano de “Untrodden”, con un inicio clásico entre el piano y la voz que dan el espacio necesario para que los riffs asomen con toda su densidad pero al mismo tiempo refinadamente calculados.
Llegando ya al cierre del disco, la canción “Fighters” de la banda Enter the Hunt fue la escogida para poner el punto final a la pieza. Al escoger esta canción definitivamente buscaban dar un giro de tuerca a todo lo que veníamos escuchando, liberándonos una bomba de adrenalina que en poco más de tres minutos nos hace recordar las viejas composiciones de la banda.
Katatonia y ‘City Burials’: perder el miedo al vacío.
Con ‘City Burials‘, los suecos nos presentan un material que proyecta un sonido definitivamente más maduro, hasta la fecha, y cuya peculiaridad principal es el refinamiento del mismo, obligándolos a mantener su identidad, eliminando de tal modo todo ápice de duda y miedo para dar un paso al vacío en dirección hacia la experimentación, pero por sobre todas las cosas, siendo fieles a sí mismos. Es probable que el disco necesite ser escuchado varias veces para apreciar todos los exquisitos detalles que lo configuran, pero sin lugar a dudas será un tiempo en que conocerás y disfrutarás una nueva faceta de la banda que merece toda tu atención.