Prácticamente con puntualidad inglesa, como si fuera la hora del té, se dio inicio a uno de los espectáculos más importantes del último tiempo. Una de las bandas con más seguidores en el mundo, con una marca registrada que arrasa en todos los recintos donde pone un pie, se dispuso a registrar el concierto que, junto con Argentina, mostrarán que Sudamérica sabe de rock, más que en otras partes del mundo: Iron Maiden, “La Bestia”, demostró que en el Estadio Nacional de Chile, juegan de local.
Acá les dejamos el Setlist para que lo escuchen mientras recordamos que fue lo que pasó exactamente la noche del pasado 10 de Abril, en el Estadio Nacional.
Ya pasadas las presentaciones de los chilenos Kingdom of Hate, y los muy bien recibidos Exodus, Sam Dunn, director responsable de llevar el rock y el metal a las pantallas de cine los últimos 6 años (y encargado también de dirigir el futuro DVD de Motörhead), fue el responsable de iniciar el magno evento, no sin antes aludir a la imbécil rivalidad chileno-argentina, a fin de aleonar al público y tener a la gente más prendida que fogata de dinamita. La audiencia no se hizo esperar y demostró que esta noche quería lucir a lo grande.
Estando en cancha la cosa se veía venir potente, más cuando era usual ver una cantidad importante de quinceañeros siendo sacados por personal de seguridad desde las primeras filas: la cosa era para valientes y para quienes pudieran soportarlo.
Se empezó a escuchar entonces los acordes de “Satellite 15… The Final Frontier”, con una introducción en video más épica que pelea de Ultraman versus Godzilla, que no fue tocada en vivo hasta los riffs a la mitad de la misma. Una presentación a la altura de la ocasión que fue acompañada por bengalas en la cancha, algo que se repetiría durante la noche. Con esto quedaba claro lo que venía: un setlist concentrado en temas de sus últimas producciones así que nadie tendría derecho a reclamo.
“El Dorado”, tal como en el disco que da cabida a esta gira, fue la siguiente, tema bien conocido por los fans que ya llevan bastante tiempo escuchándola (además fue single, así que se la sabía hasta el que vendía las bebidas).
Pero no solo de temas nuevos vive el fan: “2 Minutes To Midnight” vino a reventar el nacional y la cancha fue una masa coordinada saltando y aplaudiendo, espacio que se saturó de ropas negras un poco antes de iniciarse el show. Brazos en alto, Chile demostraba que somos “uno de los públicos más potentes del mundo”. Lo dijo Dickinson (apuesto que lo dijo también en Argentina), así que no me traten de exagerado.
A calmar un poco los ánimos vino “The Talisman”, pero lo mínimo para volver a los saltos y poner unos buenos altos en la voz de Bruce, quien sigue demostrando ser una de las grandes voces del heavy metal, con un desgaste poco detectable. Así continuó el show con “Coming Home”, otro algo pausada pista de la última placa, manteniendo la tónica que tendría la primera mitad del concierto.
“Dance Of Death”, tema del disco homónimo, siguió con el concepto de canciones con inicios suaves para convertirse en hacia el final en una algo sinfónica y potente pieza musical. Sin desmerecerla, dicha canción pasó al olvido inmediatamente cuando, volviendo a las raíces, los primeros acordes de “The Trooper” salieron por los parlantes del estadio. La entrega del público es agradecida por el quinteto de ingleses sobre el escenario; una dosis perfecta de heavy metal ochentero que todos necesitaban, antes de dar paso a dos canciones del inicio del milenio.
“The Wicker Man” puso fuerza y energía en un público ya cargado, que no dejó de decir “your time will come!!” una y otra vez, así como acompañar con coros como corresponde al final del tema. “Blood Brothers”, previa introducción de Dickinson aludiendo a la hermandad que implica ir a los conciertos y ser fan de la Doncella de Hierro, fue el momento más emotivo (si podemos decirle así) de la noche, donde celulares y algunos encendedores infiltrados hicieron de antorchas.
Llegó entonces la oportunidad de “When The Wild Wind Blows”, último tema de “The Final Frontier”, siendo también un tema “tranquilo”, que el público se dedicó más a apreciar que a acompañar, dado el carácter instrumental de la mayor parte de la canción, aunque las palmas no se quedaron fuera.
Y así vinieron “The Evil That Men Do” y “Fear Of The Dark”, par de temones que el fanático recibe como si un cabro chico le dieran dulces bañados en chocolate y manjar: sobredosis de metal clásico levantan a un público algo cansado, pero que no ha olvidado que debe entregar lo mejor para sus artistas favoritos y dejar un recuerdo notable plasmado en un DVD, más cuando Eddie sale por primera vez al escenario, “tocando” guitarra y animando a la concurrencia.
Como corresponde, vino el punto más alto de la noche con “Iron Maiden”: tras el escenario comienzan a aparecer unos dedos gigantes, como queriendo salir desde bambalinas; al centro del mismo comienza a aparecer la cabeza de ese Eddie futurista que caracteriza la última placa. Los flashes de las cámaras y las expresiones de asombro son el común denominador.
Salen así del escenario los artistas y Eddie vuelve a su lugar, para dar espacio al respectivo “encore”.
Una corta espera nos muestra un fondo de color rojo, donde podemos ver un acercamiento al rostro del renovado Eddie, ocultándonos levemente una figura muy realista del “cola de flecha”: la Bestia misma fue invocada con “The Number Of The Beast”, tema más que ícono de la banda.
La pega estaba más que bien hecha, el público estaba rendido, pero todavía quedaba algo más: “Hallowed Be Thy Name”, un tema perfecto para corear todos sus acordes incluso los solos de guitarra. La voz del Nacional se hizo sentir nuevamente, pero no por última vez. La batería y el bajo marcan el principio del fin: “Running Free” vendría a cerrar la noche, con una versión extendida donde se daría espacio para que el vocalista presentara a toda la banda, mientras el público acompañara con el respectivo “I’m running free yeah!!”, post orden de Bruce.
A pesar de algunos gritos pidiendo “Run To The Hills”, se encendieron las luces y la canción “Always Look on the Bright Side of Life” marcaron el fin de una noche para el recuerdo.
Dos horas exactas marcaron una presentación impecable. Si bien extrañé algo de pirotecnia y un poco más de volumen al inicio del show, la producción de esta oportunidad se agradece de todas maneras, y el público chileno se portó a la altura de un registro que recorrerá todo el mundo.
Extrañe de todas maneras una cámara que pudiera mostrarnos más a Nicko McBrain, uno de los integrantes más queridos del grupo, que figuraba algo oculto tras sus tarros. De todas maneras pudimos ver a un Janick Gers moviéndose en su sector tal como un rockstar, con piruetas y parafernalia, un Steve Harris marcando la pauta y mostrando toda la potencia de su bajo, y a unos más recatados, pero con un sonido impecable en sus guitarras, Adrian Smith y Dave Murray. Y como olvidar a Bruce Dickinson un personaje que a sus 52 años tiene una energía y voz que muchos deberían envidiar.
Setlist Iron Maiden, The Final Frontier World Tour, Santiago de Chile, 10 de Abril de 2011:
- Satellite 15… The Final Frontier
- El Dorado
- 2 Minutes to Midnight
- The Talisman
- Coming Home
- Dance of Death
- The Trooper
- The Wicker Man
- Blood Brothers
- When the Wild Wind Blows
- The Evil That Men Do
- Fear of the Dark
- Iron Maiden
Encore:
- The Number of the Beast
- Hallowed Be Thy Name
- Running Free
Foto: Sebastían Jimenez | La Nacion
Daniel
17/04/2011 at 21:26
La zorra el concierto…espectacular
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