Anathema vuelve a la acción con ‘The Optimist’, tres años desde su última creación titulada ‘The Distant Satellites’ lanzado oficialmente en junio del 2014, que por cierto fue bien recibido por la crítica y fans, aún cuando contaba con sonidos electrónicos en la mayoría de las canciones que componen el álbum. En este nuevo trabajo al parecer los elementos sintetizados se mantienen, pero empleados y ejecutados de una manera precisa, elegante y sólida durante todo el disco. ¿Estará a la altura este nuevo y esperado disco de los hermanos Cavanagh y compañía?
The Optimist es un disco conceptual, la segunda parte y continuación de la historia del álbum titulado ‘A Fine Day To Exit’ (2001), que cuenta la historia de un hombre que, como toda persona, tiene problemas, momentos difíciles e intenta escapar de ellos buscando alguna solución, con el fin de comenzar una nueva vida; esto no se resolvió en el álbum del 2001, razón por la cual este nuevo trabajo está destinado a responder todas las preguntas relacionadas con este personaje.
Es mucho más íntimo y personal que su antecesor, con un sonido más oscuro y profundo. Una de las cosas que gustan de Anathema es que nunca repiten la fórmula de su trabajo anterior, siempre están en constante innovación con su sonido y esta nueva placa sigue ese mismo patrón, aunque con pequeños bajones y estructuras de ciertas canciones que no terminan de convencer del todo. A pesar de esos detalles es un álbum fresco, con reiterativos toques electrónicos que no pierden la esencia a la cual nos tienen acostumbrados, transmitiendo emociones constantemente -y que los fans agradecerán-, ya que este disco invita a ser parte de la historia.
El nivel que tienen los ingleses para lograr esto es sobresaliente y no es algo fácil, de hecho, una de las cosas más complicadas de lograr, es conseguir que te sumerjas en su mundo y lo disfrutes de principio a fin, pasando por una montaña rusa de emociones, logrando al final del disco una sonrisa o una lágrima dependiendo el estado en el que te encuentres al momento de presionar “play”; lo ideal es escucharlo con tiempo, con tranquilidad, tirado en tu cama con tus audífonos y entregado a sentir todo lo que transmite.
El álbum comienza con “32.63N117.14W”, las coordenadas de una playa de San Diego, la última localización del personaje que nos deja al término de ‘A Fine Day To Exit’, el cual finalizaba con sonidos de olas que se estrellan, justamente como comienza ‘The Optimist’, con sonidos ambientales de una persona saliendo del mar y entrando a un auto, señalándonos claramente que es el desenlace final de la historia no terminada. Sin pausa ni descanso pasamos a “Leaving It Behind”, donde comienza el viaje y con él los sonidos electrónicos que recuerdan a lo realizado en ‘Distant Satellites’; esta segunda pista es una de las más movidas y dueña de un coro muy pegadizo, una buena forma de dar inicio al álbum.
La tranquilidad absoluta llega con “Endless Ways”, donde por primera vez aparece la voz de Lee Douglas, quien realiza un trabajo sobresaliente y no solo en esta pista; un tema que te invita a viajar y te transporta, transmitiendo tranquilidad y a la vez inquietud, algo extraño, que solamente Anathema puede lograr en una de las mejores canciones del disco.
Todo sigue con la que da nombre al álbum, “The Optimist”, una pista conmovedora, con combinaciones vocales de Vincent y Lee Douglas que funcionan de manera fascinante, fórmula que Anathema realiza habitualmente y que manejan a la perfección. Esta da paso a “San Francisco”, una pista instrumental con influencias electrónicas de pop innovador y bien elaborado, un claro ejemplo del crecimiento de la banda y de la búsqueda constante de nuevas ideas, con el fin de no estancarse, cosa que pasa algunas veces en agrupaciones de larga trayectoria.
En “Springfield” y “Ghost” volvemos a la melancolía y tranquilidad con la voz angelical de Lee Douglas, tocadas con una técnica exquisita y con una atmósfera muy bien pensada, en que el buen trabajo de Daniel Cardoso sale a relucir sobre todo en el primer caso. Después de tanto relajo llega un ritmo más acelerado y frenético de la mano de “Can’t Let Go”, otra pista dueña de una base muy pegadiza, buenas guitarras y batería, pero que no alcanza el gran nivel mostrado en las canciones anteriores, volviéndose un poco monótona y falta de ideas a medida que pasan los minutos.
Con “Close Your Eyes” nuevamente caemos en esa nostalgia que nos transmite la voz de Lee Douglas, acompañada de un piano muy emotivo y que innova al utilizar sonidos de blues/jazz, los que combinados con la voz de Lee logran que el resultado sea espectacular, en una canción que te enseña a no tener miedo a arriesgarse y que los cambios pueden dar buenos resultados, siendo otro corte destacado del álbum.
Llegando casi al cierre del disco se nos presenta “Wildfires”, que no olvida la constante de los sonidos electrónicos en este nuevo trabajo, donde los instrumentos se van incorporando uno tras otro de forma correcta, pero la voz de Vincent sometida a diferentes efectos no termina de convencer; son ideas utilizadas anteriormente por la banda, pero que en esta oportunidad los resultados no son óptimos.
Así llegamos al cierre del álbum con “Back To The Start”: el broche de oro de la placa y una pista que si bien parte pausadamente, va creciendo a medida que avanza, volviéndose épica y emotiva, con una muy buena estructura, que la convierte seguramente en la más progresiva de todo el disco. Un inteligente y excelente final, que deja la historia abierta para que los oyentes comenten sus propias experiencias vividas al término de la placa.
‘The Optimist’: La continuación de un viaje que llega a su fin.
Este es un álbum de alta factura técnica, muy bien pensado y, lo mejor de todo, con un sonido fresco, llevando su música un peldaño más alto para así sobrepasar a ‘Distant Satellites’, pero que si se queda corto para llegar al nivel entregado en el aclamado ‘Weather Systems’ (2012). Aun así a los seguidores de Anathema les encantará la propuesta de rock progresivo que emociona, innovador y con una producción de primer nivel.
Anathema vuelve el 9 de agosto del presente año a nuestro largo y angosto país, con la gira en la que tendremos la oportunidad de escuchar el material nuevo en vivo más todos sus clásicos. La localidad elegida en esta ocasión es el Teatro Cariola, un recinto más pequeño de lo habitual, pero con un ambiente más íntimo que nunca, ideal para apreciar ‘The Optimist’.
Gino sotelo
10/07/2017 at 15:02
Muy acertado el review, muchas gracias Cristian Rodríguez