Es innegable el impacto que causó A Perfect Circle con la aparición de su primer disco ‘Mer de Moms’ (2000); de un tiempo a esta fecha, podemos considerar que la banda tiene un manejo único del factor tiempo, casi un elemento más en la ecuación que les da forma, del cual toman el que estiman necesario para el desarrollo de un nuevo trabajo. Habiendo pasado 14 años de silencio desde su última publicación puede parecer un tanto exagerado, o incluso pretencioso, pero este simple hecho convertía a ‘Eat the Elephant’ en uno de los álbumes más esperados para este 2018.
Tampoco ha sido tarea fácil para el líder de la agrupación Billy Howerdel tener que lidiar con los proyectos paralelos del resto de sus integrantes y sobre todo con el escaso tiempo de su carismático vocalista Maynard James Keenan, además de una infinita rotación de integrantes para poder dar forma a la colección de doce canciones que arman ‘Eat The Elephant’, álbum que queremos desmenuzar a continuación.
Si bien es cierto que la banda nunca se ha apegado a las modas y claramente esta no pretende ser una vuelta comercial, ‘Eat The Elephant’ resulta ser un disco mucho más experimental y volcado hacia la electrónica que sus predecesores, pero que al mismo tiempo viene a presentar una dimensión mucho más madura. Es posible que varios de sus fanáticos se sientan un poco distanciados de esta obra, no es un álbum fácil de digerir, pero tampoco fue una colección de canciones que resultó armada de la noche a la mañana y demanda un poco más de reflexión.
Con la apertura de la canción que lleva por nombre el título del álbum, nos enfrentamos a una pieza minimalista guiada por un pretencioso teclado que nos da la antesala de la tónica que vamos a encontrar a lo largo del disco: piezas compuestas y armadas en busca de su propia lógica y musicalidad, y no como el ecléctico resultado de una espontánea reunión entre músicos. Esta serie de elementos marcarán el punto de inflexión compositivo que desvinculó a la banda con respecto a sus trabajos anteriores, convirtiendo al piano en un ente omnipresente en la composición y desarrollo de los temas, como también se puede apreciar en los estados atmosféricos de la delicada pieza “Disillusioned” o la instrumental “DLB”.
Por su parte, el impecable trabajo vocal realizado por Maynard James Keenan da muestras de encontrarse en su punto de apogeo y hace alarde de aquello en canciones como “So Long, And Thanks For All The Fish”, dedicada a los héroes de la música recientemente perdidos, así como también la evocadora “By And Down The River”, “Delicious”, “The Contrarian”, piezas que cuentan con los elementos en su justo equilibrio y al mismo tiempo deja paso para la experimentación electrónica con filtros vocales en “Hourglass”.
Los más nostálgicos de A Perfect Circle podrán sentirse más cercanos al álbum e identificados con piezas como el single “The Doomed”, “Ashes Divide Feathers” o “Talk Talk”, canciones que mantienen todo ese espíritu rupturista y envueltos en atmósferas de pesadas guitarras que los hizo desmarcarse de la oleada de bandas alternativas que estaban en escena a principios del 2000, para finalmente conducirnos al cierre del disco con la enigmática “Get The Lead Out”, qué tal cómo pronunciamos en líneas anteriores, la brújula que dirige las composiciones está dada en su mayoría por el uso de teclados y sintetizadores.
‘Eat the Elephant’: La secuencia lógica por el paso del tiempo.
El paso del tiempo no es en vano y las bandas que han alcanzado su madurez, tanto musical como la personal de sus integrantes, cada vez se están sumando a la corriente de dejar reflexionar una idea o material nuevo en virtud de publicar álbumes mucho más desarrollados e introspectivos, buscando una trascendencia y no precisamente el éxito comercial. Atrás está quedando el tiempo de volver a las pistas tras un prolongado silencio con un single avasallador que pretende alcanzar a la mayor cantidad de personas, les guste a los fanáticos o no.
El camino ya está trazado y saben que cuentan con un número de fanáticos que están dispuestos a perdonar pretenciosos períodos de silencio, e incluso un cambio de estilo. Después de 14 años sin publicar material no se puede esperar una secuencia lógica del disco predecesor, y es que A Perfect Circle vuelve a sonar con su nuevo disco ‘Eat The Elephant’, lo que nos hace preguntarnos si ¿será un poco exagerado dejar pasar tanto tiempo para componer y publicar una nueva placa? La respuesta es si: existen cosas por las que vale la pena esperar. Probablemente no sea la pieza maestra con que A Perfect Circle quiso sorprender sin hacer ruido, pero sin lugar a dudas es un álbum que merece ser escuchado y va a dar que hablar durante mucho tiempo.
Felipe m
22/06/2018 at 16:03
Discaso