Al fin llegó el día en que pudimos escuchar íntegramente uno de los álbumes más esperados de este año: Rush regresa con la entrega sucesora de Snakes & Arrows (2007), Clockwork Angels, álbum que no supone un cambio tan sustancial de su anterior placa pero que sí tiene aspectos distintos sin que la identidad de su era post Counterparts sea dejada atrás. El Hard Rock que ha identificado a la banda los últimos años está nuevamente abriéndose a los teclados (y pianos), e incluso a secciones de cuerdas que puede avivar lo dicho hace algún tiempo atrás por Geddy Lee, quién señaló que le gustaría realizar shows con orquestas sinfónicas. Pero vamos a lo que ahora nos importa.
Clockwork Angels es un álbum conceptual que, según el escritor de la novela Kevin J. Anderson, trata de las aventuras de un joven persiguiendo sus sueños, el cual se ve inserto en medio de increíbles fuerzas del orden y el caos. Él viajará a través de lujosos y coloridos mundos ficticios donde la alquimia, ciudades perdidas, piratas, anarquistas, y carnavales exóticos serán su escenario, donde un inflexible relojero le exigirá precisión en cada uno de los aspectos de su vida.
El álbum parte con dos temas que ya conocíamos bastante bien, “Caravan” y “BU2B”, presentados en su pasado Time Machine Tour y que tuvimos la oportunidad de escuchar en vivo en el Estadio Nacional. Ahora particularmente, las versiones del álbum recibieron nuevas mezclas, que se vieron reflejadas principalmente en “BU2B”, convirtiéndose en una canción con un nuevo carácter, superando al tema original presentado hace ya dos años como “lado b” de “Caravan”. “Clockwork Angels” es el tema que le da nombre al álbum, el cual transita por diferentes atmósferas que da a entender las distintas facetas de Rush a lo largo de sus años: coros difusos, introducción intrincada, Hard Rock inteligente, pausas necesarias y, por supuesto, los hermosos pasajes en el Fender Jazz Bass de Lee.
El siguiente es “The Anarchist”, otro de los puntos altos de este álbum; un tema que sigue una línea más definida que su predecesor. La intro, al parecer, fue hecha de tal manera que nos diéramos cuenta que su génesis fue un jam. Un tema muy propio de esta era, con mucho carácter, que posee la primera inclusión de las secciones de cuerdas de la placa. Llegamos así al carnaval: “Carnies” es el quinto tema del disco que presenta un prólogo de Lifeson que evoca mucho a la antiquísima “Working Man”. Es posible que sea el tema más dinámico del disco, el que desearías escuchar en vivo porque sabes que será diversión asegurada. Otro punto alto, sin duda alguna.
Ahora, punto aparte. En “Halo Effect” comienza un álbum distinto, en donde se aprecian sonoridades más al estilo de “Faithless” (2007), y se integran secciones poco esperables en un álbum de los canadienses. “Halo Effect” es un tema lleno de preguntas, de inquietudes humanas que usualmente invaden la mente, con una sección de cuerdas que logran un tema completísimo encajando en un oficio al que Rush pocas veces se dedica: construir canciones hermosas. La placa continúa con “Seven Cities of Gold”, un tema muy en la línea de “The Anarchist”, con estructuras muy propias de un tema de Rock con las características que siempre incluye Rush.
“The Wreckers” es otro de esos temas “hermosos” del álbum, de esos que te gustaría escuchar al lado de “The Pass” y “Bravado”; la integración de las cuerdas y el carácter profundo de la canción logran una de las mejores composiciones de esta producción, siendo un gran logro sin duda alguna y que debe de estar dentro de las grandes composiciones de la banda de los últimos 25 años.
“Headlong Flight”, el segundo single del álbum, recuerda sin duda a otra pista antigua de la banda como lo es “Anthem”, persiguiendo también los sonidos característicos de la era post-Counterparts, y se convierte en otro número seguro para sus presentaciones en vivo. “BU2B2” es el track más extraño del álbum, dado que no escuchas los instrumentos típicos de un power trio, pero que genera cierto grado de tensión como si fuera construido para convertirse en la introducción a un concierto de la banda. Un tema netamente de cuerdas, con la voz característica de Lee, esperando alguna vez escucharlo con una buena orquesta de respaldo.
“Wish Them Well” empieza a despedir el álbum, refiriéndose elegantemente al “decir adiós” a quienes te han tratado mal, sin escapar de la sonoridad usual que nos puede ofrecer Rush; destacable es el tramo en que intervienen Peart y Lifeson acompañando la voz de Geddy Lee, quien olvida su bajo por un momento, con el fin de lograr la atmósfera perfecta.
Y llegamos al final con algo que sale de todo lo esperado: “The Garden” es quizás una de las canciones más hermosas que ha construido Rush en toda su historia. Con guitarras limpias al estilo de “Lessons” o de “Hope”, en conjunto con la voz de Lee, se logra una ambiente melancólico, todo esto apoyado por el bajo, la inclusión del piano y las nuevas secciones de cuerdas, conformando así un tema completamente redondo, de principio a fin.
En conclusión, Clockwork Angels, si bien muestra una nueva dimensión de la música de Rush, no se aleja tanto de los cánones de sus años recientes. Personalmente creo que es su mejor producción desde su reunión el 2001 y su mejor álbum desde Counterparts (1993). A pesar de hacer interesantes inclusiones de instrumentos inusuales en su música, Rush a demostrado nuevamente que es una banda completamente en forma, que continúa su viaje incansable de superarse a través del tiempo, sin dejar cosas al azar.
Solo queda que decir que Rush es una banda que nos demuestra, día a día, que a su música no le falta ni le sobra nada.
SAFR
08/06/2012 at 18:15
Un álbum integralmente completo, emocionante, sonido fresco, que sin lugar a dudas, en mi opinión, es uno de los más grandes trabajos de Rush, que será recordado junto con el 2112, Moving Pictures, y el Counterparts como una de las obras maestras de este Power Trio.
Rorock
11/06/2012 at 21:03
+1 para el review y +1000….. para el disco!!!!!!!! ya los 3 singles te revientan la cabeza y the garden una maravilla!!!
Andrea
14/06/2012 at 11:08
Buen review, y dejando de lado cosas un tanto de análisis y cosillas técnicas, me atrevería a decir que es muy propio de alguien apasionado por estos canadienses, y eso me gustó 🙂
En cuanto a la sensación que me deja el disco: necesito, quiero y me urge volver a ser parte de un nacional completo para verlos con estos temas 😀 cuando lo escuché por primera vez se me pusieron los pelos de punta! que secos son estos tatas!! eso en resumen…
Nacho
14/06/2012 at 23:36
Jajajaj… así es, de cabro chico 🙂