Un concierto que tuvo bastante publicidad, pero que no alcanzó a ser hostigante; Chick Corea & The Vigil se presentó la noche fría del viernes 22 de agosto frente a un variado e inclasificable grupo de espectadores. Faltando pocos minutos para las 21:00 horas, la gente copaba la vereda oriente de San Diego para poder alcanzar su preciado puesto dentro del Teatro Caupolicán.
El show se inició más tarde de lo programado, exactamente todo comenzó a las 21:27, cuando Corea y los cinco integrantes de The Vigil salieron a escena. Como todo un caballero, el pianista quiso comenzar presentando a cada uno de los integrantes del quinteto: Tim Garland, el británico encargado de los bronces que es un gran ejecutor de los vientos y jazzista con experiencia; Charles Altura, un joven guitarrista estadounidense que a pesar de ser antropólogo, dedica su vida a la búsqueda de nuevos límites dentro del jazz; Carlitos del Puerto, un cubano que entrega todo el sabor centroamericano gracias a su fluida interpretación en el bajo y contrabajo; Marcus Gilmore, el baterista neoyorquino que pese a su corta edad ya ha tocado junto a grandes artistas; y Luisito Quintero, percusionista venezolano que se adapta a cualquier ritmo y es capaz de sacarle un sinfín de notas a sus instrumentos.
La tónica del concierto no fue dar grandilocuencia a sus más de cincuenta años de carrera, sino que dedico cada canción a los músicos que han inspirado su trabajo, aquellos referentes que admira y que influyeron en sus composiciones. La primera interpretación fue dedicada a Bud Powell, se trata de “Tempus Fugit”. Como buen tópico literario que quiere decir “El tiempo vuela”, su ejecución por alrededor de 10 minutos pareció escapar del reloj, dando espacio a que cada uno de los músicos mostrara su talento y capacidad de improvisación, sin necesidad de preocuparse por el límite temporal. Fue un tema que se cargó de tintes centroamericanos gracias al sonido del piano y los ritmos de la percusión, donde el saxofón se acopló de manera perfecta y el bajo acompañó en todo momento a las teclas. Por otra parte, el guitarrista no pudo mostrar todo su potencial, ¿habrá sido el nerviosismo?, no lo sabemos, pero la eléctrica pudo haber entregado más.
La siguiente canción fue dedicada a Roy Haynes, nos referimos a “Royalty” (que irónicamente tiene relación con el nombre del homenajeado). Esta pieza fue más pura, más jazz, donde el protagonismo fue compartido por todo el grupo. Personalmente, puedo decir que hubo un momento en que mi mente se olvidó del mundo, no sé qué ocurrió en el escenario por varios minutos, recordando que el solo de contrabajo me trajo a la tierra y la conversación que tuvo con el piano fue digna de ser observada hasta por el resto de la banda.
La tercera canción fue dedicada a Tom Carlos Jobim, un compositor e intérprete brasileño que fusionó el jazz con los sonidos de su tierra natal. El tema “Desafinado” se llenó de sonidos latinos, dando protagonismo a la batería y percusión, con un sonido más agudo en el piano de Chick. Las cuerdas y el bronce jugaron un rol fundamental al momento de darle ese gusto a bossa nova que destaca la composición.
Es turno de hacer un homenaje a Paco de Lucía con la pieza “Siria”. Aquí el ambiente se llenó de sangre española y el guitarrista, con una acústica en sus manos, se ganó el protagonismo en el escenario, si antes se había mostrado más bien recatado, aquí pudo demostrar el porqué trabaja junto a Corea. The Vigil demostró toda la complicidad que pueden tener entre ellos al momento de improvisar, al momento de darse espacios y de interactuar con los instrumentos; a gusto personal, fue el punto cúlmine de la presentación, tanto por el virtuosismo entregado por cada músico como por la atmósfera generada en el Caupolicán: esas ganas del público por aplaudir entre cada intervención.
“Portals To Forever” se inició con una demostración más que talentosa por parte de Luisito Quintero, quien desde la percusión logra variados ritmos y matices. No es común ver que con ese tipo de instrumentos se logren tantos sonidos, a tal punto que Chick Corea hizo uso de su humor y creatividad para iniciar una conversación instrumental con Quintero. Luego de esta introducción, el tema tomo forma y hubo un despliegue musical que llenó el ambiente; fue uno de esos momentos en que no quieres perderte detalle alguno y te gustaría tener más oídos/ojos para poder estar pendiente de cada músico. Cuando uno creía que el tema iba a finalizar, Marcus Gilmore realizó un solo de batería donde dejó claro que los sonidos más delicados y suaves del jazz también pueden ser pesados y fuertes. Fue inevitable aplaudir mientras el tema continuaba, el apogeo de todos en el escenario nos llevó a un gran y repentino final.
Es turno de la última interpretación, “Spain”, donde el público no pudo contener su euforia y lo recibió con gran alivio porque no se querían ir sin escucharlo; fue el único tema que no tuvo presentación y está más que claro el porqué. No quedaba más que disfrutar lo que ya se sabía: esta era la última canción para poder presenciar a Corea en vivo. Hubo una interacción con el público, donde el pianista incluyó a la audiencia en el tema, como si se tratase de un integrante más. Ya todos sintiéndose llenos de música y sin necesidad de pedir más, el Caupolicán de puso de pie para elogiar a uno de los grandes del jazz.
En conclusión, fue un show que estuvo marcado por el virtuosismo y el talento de seis músicos que demostraron que el jazz es uno de los géneros que más provecho le saca a los instrumentos en su estado natural, lo esencial para ellos es la capacidad de conocer y utilizar la infinidad de posibilidades que tiene su elemento de trabajo.
Setlist Chick Corea & The Vigil / 22 de agosto / Teatro Caupolicán
1.- Tempus Fugit
2.- Royalty
3.- Desafinado
4.- Siria
5.- Portals to Forever
6.- Spain
Foto: El Dinamo
Andres Lemus
25/08/2014 at 18:27
No soy muy querendon de las percusiones latinas pero que manera de pegarle al cocido Luisito… Demas que te toca la 9 de Beethoven a punta de artilugios percutibles…
Gustavo Guzano Mejías
26/08/2014 at 13:04
Recuerdo haber estado en tu casa, escuchando un DVD de Chick Corea totalmente abstraído de mi entorno, casi tragado por el sofá, absorto por las conversaciones que logra Corea con sus músicos: qué transmisión más intensa, incluso desde un DVD. No tenía idea que venía a Chile, habría ido 🙁
Pingback: Santiago Fusión 2015 se viene en grande y anuncia a Zappa Plays Zappa y Tony Levin para el mes de Mayo | ChileanSkies [Noticias de Rock, Metal y Eventos]