La que se anunciaba como una gran noche de metal en el Teatro Caupolicán inició puntualmente a las 19:30 hrs. con la aparición de Dragonforce, cultivadores del extreme power metal que basan su popularidad en la cantidad de notas que tocan por segundo más que en la calidad de sus composiciones. Todo su show y su base musical se erigen como un instrumento en función de llegar lo más pronto posible al próximo solo de guitarra o teclado, de los cuales suele haber más de uno por canción. Una deformación que al ser desnudada de su parafernálica velocidad no es más que refrito tras refrito de lo hecho por otras bandas del género hace más de 20 años, cuando la mayor parte de su fanaticada aún no estaba en los planes de sus padres. Completamente prescindibles.
Luego vendría el plato fuerte de la noche: los holandeses de Epica, liderados como siempre por la bella Simone Simons, quienes salieron a escena 15 minutos antes de lo presupuestado al ritmo de “Originem” para comenzar su show con “The Second Stone”, tema que abre su última placa The Quantum Enigma. De aquí en adelante la banda desplegó toda su potencia de forma muy efectiva pero con un volumen demasiado alto para la dupla formada por el bajo y las guitarras, haciendo que los elementos sinfónicos y la voz de Simons que caracterizan su música se perdieran por la mayor parte del tiempo dentro de una masa sonora en la que destacaban solo sus chillidos más agudos. Se reconoce cierto desgaste en la voz de la vocalista que se hace aún más evidente en el pobre rango vocal que logra en vivo, pasando de una voz calmada a alaridos de forma muy abrupta, muy distinto a lo que se puede escuchar en sus discos de estudio o en vivo. De todas formas, esto no pareció incomodar a los fanáticos quienes corearon con todo su entusiasmo durante las casi 2 horas de concierto.
Llamó la atención que sonaran mejor los cantos guturales de Mark Jansen, quien se desempeñó de forma impecable en este ámbito. Técnicamente la banda funciona muy bien, con cada miembro cumpliendo su papel de forma perfecta y con Isaac Delahaye como el más activo, yendo de un lado a otro desatando las pasiones de las fanáticas, aunque nunca al nivel de desenfreno que logra Simons, quien es capaz de encender a todos los asistentes tan sólo con una mirada y una sonrisa.
Hay que ser justos también, y no podemos dejar de alabar la labor de Simons en los momentos más calmados, como por ejemplo en las primeras estrofas de “Fools Of Damnation” o en “Storm The Sorrow”, en donde no debe esforzarse tanto para poder ser oída, o en “Sensorium”, momento en el que dejó la voz sobre el escenario.
Los puntos más altos de la noche vinieron de la mano de clásicos como “Cry For The Moon” y “The Obsessive Devotion”, momentos en que la audiencia se entregó por completo a la banda coreando a todo pulmón cada una de sus estrofas y acompañando los solos de guitarra, teclado y batería.
En general, fue un concierto ejecutado de forma muy pulcra, con una banda que tiene una evidente buena conexión con el público nacional afianzada además por el gran carisma de su vocalista. Lamentablemente, una mala jugada con el volumen de las guitarras jugó en contra de los elementos que diferencian a la banda de las demás del género; un buen concierto para los fanáticos, pero una mala experiencia para alguien que hubiese querido ver estas particularidades en vivo.
Setlist Epica, 12 de Marzo de 2015, Teatro Caupolicán, Santiago, Chile
- The Second Stone
- The Essence of Silence
- The Last Crusade
- Unleashed
- Storm the Sorrow
- Fools of Damnation
- Sensorium
- The Obsessive Devotion
- Victims of Contingency
- Cry for the Moon
- Design Your Universe
- Sancta Terra
- Unchain Utopia
- Consign to Oblivion
No olviden revisar nuestra galería fotográfica del evento, con imágenes de la mano de Julio Celis.
Rodrigo Bahamonde Guevara
14/03/2015 at 16:23
¡Al fin un review con el que estoy absolutamente de acuerdo! 🙂
Nicole Ukelele
15/03/2015 at 00:00
Alex flaquito a ti te gustaba dragonforce ? Jaja me acorde de ti
Alex Nogales
15/03/2015 at 07:39
Nicole hahaha si xd…