Por más que Steven Wilson vaya aumentando su fanaticada de manera exponencial alrededor del mundo, todavía no somos capaces de darnos cuenta de la importancia que él tiene dentro de la historia de la música, no por desvalorar su trabajo, sino que el tiempo aún no le ha dado la razón a las más de 6.000 personas que presenciaron al británico este fin de semana en Chile. Sí, suena grandilocuente, pero su presentación del viernes 8 de mayo en el Teatro Cariola, dio a entender que no es necesario tener muchos temas dentro de tu rutina ni tener gran parafernalia decorativa como puesta en escena, para lograr que un espectáculo se transforme en una sucesiva demostración de pequeños, pero hermosos detalles que van llenando cada espacio con un significado especial y único.
Como buen inglés, el reloj marcó las 21:00 horas en punto y se proyecta en el fondo del escenario el video que nos acompañará a lo largo del show, con la misión de introducirnos en la atmósfera que busca Hand. Cannot. Erase (2015), una justa mezcla entre gratos momentos, recuerdos vívidos, nostalgia y amargura, junto a la infaltable oscuridad wilsoniana. El silencio se fue apoderando del lugar y después de casi 10 minutos en espera y absoluta contemplación, los músicos se toman de a uno el escenario junto con un aplauso lleno de ansiedad por parte del público.
Si hay algo que destacar con creces de su show, es la preocupación por mantener el orden original de los tracks con respecto al disco. Es algo a lo que no estamos habituados, de hecho es muy difícil que los músicos toquen casi todos los temas de un álbum, pero Wilson se da el trabajo de recrear el original y darle un sentido agregado por la inclusión de información visual. Los sentidos se sensibilizan a más no poder y lo más importante es dejarse llevar por la sonoridad, darse el tiempo de incorporar todas las señales entregadas para seguir la continuidad del concierto.
Quizás una de las cosas que podría haber diferenciado la primera noche con respecto a los siguientes días de show, habría sido la euforia que emanaba entre los espectadores; si bien es un artista que viene con cierta regularidad, todos sabemos lo que significa esperar años para poder verlo nuevamente y más aún si viene en uno de los discos que se traduce en un punto alto de su carrera. Por más que estuviesen enterados de que el show comenzaba a las 21 horas, las ganas sobresalieron y los gritos se hicieron presente de todas formas. Incluso cuando finalizó el show, nadie se quería retirar porque seguía latente la ilusión de un nuevo reingreso de Wilson al escenario. Sin embargo, en los días siguientes la tónica sería similar, solo que afloró desde lugares diferentes.
El Teatro Cariola dejó en claro que cuando de un artista de calidad se trata, da lo mismo el lugar donde encuentre, porque a pesar de las falencias técnicas del espacio, el sonido cuadrafónico, principalmente para elementos ambientales, estuvo a la altura para llenar el espacio con un setlist asegurado, acompañado de un trabajo visual que complementa en todo momento lo que ocurre musicalmente en el escenario.
Si bien el disco fue grabado en estudio con Marco Minnemann (batería) y Guthrie Govan (guitarra), supimos de forma temprana que para este lado del mundo no sería posible contar con su presencia. Existía una duda con respecto a cómo sonaría la ejecución de sus reemplazos y si sería posible suplir tan grandes músicos. Para responder a ello, hay que tener dos cosas en cuenta: una cosa es el talento de cada uno y otra cosa muy distinta es la compenetración que tienen entre ellos como banda. La noche del viernes dejó en evidencia que hay cierto dejo de continuidad musical, y no es algo de capricho por haber escuchado el disco en su versión original, sino que faltó ese gustito que genera la música en vivo cuando sobresale al estudio de grabación. Por supuesto que esto no desmerece el excelente show que entregaron los músicos durante dos horas e igualmente vale destacar el trabajo guitarrístico de Dave Kilminster, en constante trance, y Craig Blundell dueño de una energía excepcional en la batería.
La noche del viernes fue un show hermoso y majestuoso, verdaderamente un viaje a través de las emociones entregadas por la lírica y por la experiencia de vida de cada uno de los asistentes. Tampoco podemos dejar de agradecer la posibilidad de poder escuchar temas de Porcupine Tree dentro de sus presentaciones que, más allá de ser lo más cercano que podremos estar de ellos, cobran un nuevo significado al estar inmersas en un contexto diferente y casi cinematográfico. No está de más decir que fue una verdadera sorpresa para quienes no sabían nada con respecto al setlist de la gira, dejándolos al borde de la catarsis.
Como era de esperarse las cosas no cambiaron mucho en el día sábado 9 de mayo, donde todo se mantuvo prácticamente igual, salvo por la incorporación de aquel cover de Alanis Morrisette que no fue muy apreciado por los asistentes, algo que el artista tendría en consideración para el día siguiente. Pero con una noche en Chile ya en el cuerpo, Steven Wilson se mostró más relajado aún y comunicativo, con su humor irónico a flor de piel, propiciando así la soltura de Adam Holzman en los teclados y el aumento de la cercanía con el público que siempre ha existido por parte de Nick Beggs.
La comodidad de Wilson dio pie para que pusiera el punto sobre las íes cuando de gente grabando y tomando fotos se trata: “El show está ocurriendo acá, no lo vean a través de un visor” lo que fue seguido por una gran ovación por la mayor parte del público y por caras de vergüenza en quienes se dieron por aludidos.
Con sus similitudes y ya muchos teniendo presente el show anterior, vino la anécdota de la noche: Al terminar “Sleep Together”, una imagen referida a “The Raven That Refused to Sing” se coló en la pantalla, dejando claro que el espectáculo continuaría, por lo cual todos esperaron en silencio, como si todo fuera parte del montaje. Wilson hizo aparición para afirmar que era lo más extraño que le había pasado: “Se supone que el show terminó y ustedes están en silencio”, enunció para desatar los gritos esperados del público chileno, y volver a entrar al escenario como si nada hubiera pasado.
La noche del Domingo fue en la que el músico se mostró más compenetrado con la audiencia; Wilson se dió el tiempo de conversar y bromear en cada instante en que fue posible y hasta pidió que fuéramos lo más efusivos posible, generando un gran feedback entre público y banda, de la mano de un desempeño impecable de parte de los 5 intérpretes sobre el escenario.
Las sorpresas de la noche estuvieron dedicadas especialmente para los fans de Porcupine Tree: la guitarra acústica de Wilson y Adam Holzman en el piano nos trajeron “How Is Your Life Today”, corte de Lightbulb Sun tocado por primera vez en vivo y una de las canciones favoritas del músico inglés. Y por petición popular, no podía faltar “Trains”, la cual nos dejó este divertido momento :
Lo hipnótico de la proyección de “Home Invasión / Regret #9”, la bella sencillez de “Hand Cannot Erase” y “Perfect Life”, el sonido compacto y monumental de “Sleep Together”, el incomparable solo de guitarra en “Ancestral”, lo sorpresivo de “How is Your Life Today?”, la melancolía de las imágenes de “Routine” y el cierre luminoso a cargo de “Happy Returns / Ascendant Here On…” son solo pequeñas muestras de un espectáculo sincero, redondo y cuidado hasta el último detalle, imposible de borrar de nuestra mente y que se supera con cada tour y disco, calidad alcanzable sólo por artistas del nivel de Steven Wilson, un personaje que en vivo y sobre el escenario es totalmente diferente a lo que proyecta en sus entrevistas, algo que claramente es intencional.
Setlist Steven Wilson / Teatro Cariola 8 mayo 2015
- First Regret
- 3 Years Older
- Hand Cannot Erase
- Perfect Life
- Routine
- Index
- Home Invasion
- Regret #9
- Lazarus
- Harmony Korine
- Ancestral
- Happy Returns
- Ascendant Here On…
- The Watchmaker
- Sleep Together
- The Raven that Refuse To Sing
+ Thank You (Alanis Morissette) / 9 mayo 2015
+ How Is Your Life Today? (Porcupine Tree) / 10 mayo 2015
+ Trains (Porcupine Tree) / 10 mayo 2015
Video: Instagram Sonoman33
Andrés S.
11/05/2015 at 14:15
fui el 3er día y la cagó la buena onda que se formó! además se agradece mucho las sorpresas de Trains y How is your life today?, que bueno haber sido testigo de la primera vez que se tocó en vivo 🙂
Andres Lemus
11/05/2015 at 18:28
Bueno en general, pero un guitarrista baladista no complementa correctamente a Wilson en su sonido en vivo.
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