Bajo el contexto de celebrar el 15º aniversario de Rockaxis, una de las comunidades más grande que se dedican a la difusión de la música en nuestro país, el Teatro Cariola recibió a casi 1.500 personas que, a pesar de ser un lunes frío y lluvioso, fueron de todas formas y con la mejor de las energías.
Con una puntualidad que ya cada día se vuelve más habitual (¡gracias!), los invitados nacionales de la noche ingresan al escenario; se iluminan los pendones de motivos autóctonos relativos a su último LP, se escuchan los aplausos del público y se da inicio a la presentación de Crisálida. Era un show muy esperado por aquellos que siguen sus pasos, ya que era la primera vez que la banda tocaba en vivo con su Terra Ancestral (2015) ya oficialmente bajo el brazo.
A pesar de que ya llevan años de experiencia, fue muy humano ver que sentían ese nerviosismo del debut, llenos de ansiedades y esperanzas con respecto a lo que pasaría sobre las tablas. La verdad es que fue un show transparente, con notas bien ejecutadas y miradas sentidas, siendo gratamente recibidos por el público, quienes llegaron temprano para verlos.
Queremos destacar la versatilidad en la percusión de Rodrigo Sánchez, con la capacidad de captar sutilmente los sonidos ancestrales y transmutarlos en rock puro, perfectamente acompañado por Braulio Aspé en el bajo, quien agrega ritmo y oscuridad. La guitarra de Damian Agurto nos hizo fantasear con las notas agudas y prolongadas, pero por más que suenen bien en vivo, se extraña el poder ver al tecladista Felipe Troncoso junto a ellos: de seguro sería mucho más completo y sonarían más limpios. La voz de Cinthia Santibañez se escuchó perdida, alcanzando la afinación cuando se complementaba con la base que contenía sus propios coros; esto es una lástima porque hemos visto desempeños anteriores y sabemos de lo que ella es capaz. Ojalá sólo sean los nervios.
A las 21:40 se abre la cortina nuevamente y tras ella se encontraba la formación de cuatro músicos polacos: Riverside (o Riersaid como decía la bandera chilena que les entregaron). Con una rigidez y pulcritud que los mantuvo en su lugar durante las dos canciones iniciales, abrieron con “Lost (Why Should I Be Frightened By a Hat?) “ de su reciente álbum Love, Fear And The Time Machine (2015), para seguir con la popular “Feel Like Falling“. Fue notorio el cambio de actitud que tuvieron al momento de recibir una gran ovación luego de los primeros 15 minutos de show; inclusive hubo tiempo de hablar en español por parte de Mariusz Duda, mientras sonrisas espontáneas se hacían presentes en el resto de los integrantes.
Este fue un concierto imprevisto y a la vez esperado: nos pilló por sorpresa y posteriormente fue cosa de contar los días para asegurarte que la entrada que tenías en mano era real. La trayectoria de Riverside no es menor, ya son casi 13 años desde su primera grabación Out of Myself (2003) y han sido persistentes en su sonoridad, madurando en cada disco e innovando con creces tras la incorporación de Michał Łapaj al grupo, un tecladista que aún tiene mucho por ofrecer.
Las anécdotas siempre son bienvenidas y para ellos fue el corte abrupto que Piotr Kozieradzki dio en su batería en mitad de “02 Panic Room“. Más allá de lo cómico, hubo cierta tensión porque su cara al retirarse no fue la más empática, pero luego de un minuto y solucionado el problema, como por acto de magia retomaron el tema con un perfecto ritmo y potencia, de la manera que lo amerita dicha canción, que a todo esto, sonó majestuosa.
No creo que la totalidad de quienes estuvieron en esta velada hayan escuchado el recién lanzado Love, Fear and The Time Machine (2015): pero de lo que si estamos seguros, es que todas los tracks seleccionados de esa placa, la representaron más que bien, matizando la noche entre composiciones ya conocidas con las que ya pronto lo serán. No podemos dejar de mencionar la interpretación de “The Depth of Self-Delusion“ y “We Got Used to Us“, ambas coreadas por el Teatro en pleno y fueron las que pusieron al Cariola de pie.
Las canciones comenzaron a tener el sabor del adiós, la gente copó la parte baja del escenario y salieron a la luz los últimos cabeceos y movimientos involuntarios del cuerpo, sobre todo para un personaje que estaba en el balcón lateral (sí, tú, el que mejor lo pasó anoche). “The Same River“ nos dejó atónitos por ser uno de los temas donde más se lucieron como músicos al ser uno de los primeros cortes de su carrera, en especial Piotr Grudziński con su guitarra que parecía tan liviana y sutil entre sus manos; y “The Curtain Falls“ fue la que nos dio ese pausado y sentimental “hasta pronto”.
Esperamos que cumplan su palabra y esta no sea la única vez que nos visiten, porque creemos que si tenemos la oportunidad de repetirnos el plato, la fluidez en el contacto con el público será mejor y el desplante en el escenario será más natural, tal como le ha pasado a Steven Wilson y Opeth con ya varios shows en Chile.
La noche del lunes 7 de septiembre marcó dos hitos dentro de la historia musical nacional: Crisálida se presentó por primera vez en vivo con un Terra Ancestral (2015) ya lanzado y Riverside hizo su debut en Chile. Ambos grupos reunieron lo que se está haciendo en progresivo en la actualidad, uno a partir de nuestras raíces y otro que toma la propia tradición de la música europea. Tenemos rock para rato y la ansiedad del público por más también está encendida.
Revisa nuestra CLSK Galería con todas las fotos de aquella noche y además puedes escuchar el setlist de Riverside en nuestra playlist de Spotify que dejamos a continuación.
Setlist Crisálida – Teatro Cariola 7/9/2015
1- Cabo de Hornos
2- Desterra
3- Hidromachi
4- Morir aquí
5- Raco
Playlist Riverside – Teatro Cariola 7/9/2015
Felipe Lopez Æ
09/09/2015 at 10:21
Sonaron como cañón locoooo, un aporte a la vida riverside. tamaire que linda la playlist
Cristian Méndez
09/09/2015 at 13:46
Simplemente, la raja!!!!!!, y personalmente las sillas me molestaban
Andres Lemus
10/09/2015 at 11:31
Leer tus reviews me dan ASMR… notable concierto, pero creo que el cariola no es un local apto para el rock bien ejecutado, quizás esto le jugo una mala pasada a Crisálida, Riverside por su lado estuvo al borde del acople un par de veces, particularmente cuando el teclado quedo con una pista en loop. De todas maneras me quedo con lo bueno… una banda nacional que hace una constructiva fusión y unos polacos que confirman lo potentes que son fuera del envase.