Mayo se está destacando por sus buenos conciertos y para todo tipo de gustos, entre las sorpresas que nos dejó este mes fue la primera visita de Stoned Jesus en Chile que correspondió a la primera parada de su gira por Sudamérica. Desde que nos enteramos de la noticia, la ansiedad se sintió en el ambiente de quienes siguen a la banda desde sus inicios hace casi una década.
La fría tarde del domingo 8 de mayo se tornó cálida y frenética desde el momento en que los nacionales de Yajaira abrieron el show, con casi 100 espectadores y bajo ese ambiente sombrío que tanto les gusta. Ya que el tiempo apremiaba, ametrallaron con sus más reconocidas canciones como “Nirmanakaya” y “Las Cruces”, donde se abstrajeron de todo lo real y se dedicaron a ser la música misma a través de sus respectivos instrumentos. Como siempre, Sam Maquieira dedicó toda su potencia a ejecutar los potentes y largos riffs que rayan en lo jam session, junto a Miguel “Comegato” Montenegro que en el bajo se dedicaba a dar la cadencia y oscuridad que su Yajaira posee, sumado al talento de Hector “Piri” Latapiat quien no descansó detrás de su batería y se luce en todo momento con su sensibilidad musical.
Pocos minutos después de las 20:00 horas, cuando ya todo estaba instalado para que los ucranianos de Stoned Jesus hicieran suyo el escenario, se comienza a sentir el fervor de las más de 200 personas que coparon el Rock&Guitarras. Se caracterizaron por tener un setlist corto y preciso, de sus canciones más extensas y contundentes, porque para ellos y para el público este evento era un motivo de festejo absoluto.
Bastó con que tocaran el primer tema, “Rituals Of The Sun”, para que se dieran cuenta de que esa noche iba a ser inolvidable para todos, además de que como bien dice su nombre, hizo entrar en un trance ritualístico a sus fans, quienes no abandonaron ese estado hasta que finalizó el concierto, e incluso varios se fueron con esa agradable sensación a sus casas. No podía ser menos ya que era “la primera banda ucraniana en tocar en Latinoamérica”, como bien dijo Igor, el encargado de la guitarra y voz de Stoned Jesus.
Una de las ventajas de poder ver una banda en un lugar acotado es que van quienes de verdad quieren ver al grupo y se forma una especie de comunidad unificada por un gusto en común, la buena onda brota por todas partes y el objetivo es simple: disfrutar. Un punto álgido fue cuando comenzaron a sonar los primeros acordes de “I Am The Mountain”, de Seven Thunders Roar (2012), tema que varía sus ritmos a medida que avanza y es capaz de transportarte a través de distintas emociones, es casi mágico oir cómo se van sumando o disminuyendo los sonidos que estos tres músicos logran entre sí.
Finalizaron el show con una de sus más populares tonadas perteneciente a The Harvest (2015), “Here Come The Robots”, tan intensa en batería y en efectos que dejó el ambiente electrificado de energía, lo que ojalá se traduzca en un final abierto para alguna próxima presentación de Stoned Jesus por estas tierras. Al despedirse, en sus rostros sólo se veía una expresión de impacto positivo por no poder creer que en un lugar tan apartado de su tierra natal oían y seguían su música, ahí es cuando queda en evidencia que la música es el idioma universal.
No se necesitan grandes lugares ni grandes audiencias para poder lograr un concierto de alta calidad como lo hizo Stoned Jesus este domingo, sonaron bien, tocaron lo justo y preciso, mostraron esa faceta suya que mezcla tres grandes ingredientes del rock: el stoner, el metal y algunos ribetes psicodélicos, que hacen de su música una mixtura de sonidos incansables. Si no los has escuchado aún, te dejamos con la playlist que contiene las canciones que dieron forma a esta presentación, además te invitamos a que visites la CLSK Galería que hicimos para la ocasión.
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