Antes de que empiecen a preguntarnos ¿dónde están las fotos? y ¿por qué no han hecho el review del concierto de Dream Theater?, show realizado anoche domingo 3 de julio en el Teatro Caupolicán, tenemos que decirles que simplemente no fuimos, no porque no nos interesaba, sino porque nuevamente la productora Transistor nos dejó fuera de un evento al cual ayudamos activamente a difundir. Pero bueno, no va a ser ni la primera ni la última vez que nos pasa con ellos.
Sean cual sean las razones, tenemos claro que muchos llegarán a este sitio buscando opiniones sinceras sobre un evento que estaban esperando con ansias. Por lo mismo les dejamos esta nota para que ustedes comenten lo que ocurrió ayer domingo (y servirá para hoy lunes también) y hagan un review social, donde esperamos leer todo tipo de reseñas ya sea positivas, negativas, neutras, sobre la producción, etc. Siéntanse libres de opinar.
Daniela Andrea
04/07/2016 at 09:49
Excelente puesta en escena, buen sonido. Impecable show! Como siempre, sorprendiendo ?
Adolf Lizana Vidal
04/07/2016 at 15:35
Luego de una corta fila para retirar mi entrada y entrar al recinto, el acomodador me lleva a mi ubicación, en un costado de escenario, casi por detrás del escenario mismo. Fui uno de los ganadores en cuanto a cercanía pero no para poder apreciar en tu totalidad el apoyo visual que tenía la banda para este show. Cuento corto habían bastantes ubicaciones vacías, la cual ocupe sin preguntar, los acomodadores entendiendo esto dieron un poco de libertad para debatir el asiento.
Ya el show con 15 minutos de retraso, finalmente se apagan las luces, las pantallas gigantes comienzas a mostrar el enorme y dedicado material audiovisual que la banda preparó para cada jornada. Los Nomacs invadían el recinto para dar una entrada sencillamente inolvidable a estos 5 guerreros, quienes dieron vida a The Astonishing.
Personalmente luego de escuchar las primeras veces este disco no me encantaba del todo, un duro revés a lo que pensaba al comienzo. Finalmente con esta presentación se terminan por consagrar en la categoría progresiva. Cada acorde bien ejecutado, bastante planificado y estudiado para que concordara con el momento y la letra. Ejecuciones impecables por cada uno de los músicos.
Conocedores de sus propias capacidades, entraban y salían de escena cuando el material audiovisual necesitaba correr por cuenta propia. Un Myung que en vivo logró plasmar lo que en el disco muy poco se aprecia, un sonido capaz de llenar el Caupolicán por sí solo. Un Petrucci implacable. Rudess, el mago que llevó el tiempo del concierto. Manginni, parecía que la batería sonaba sin la necesidad de amplificación, ayudó bastante el recinto. Y Labrie, ayudado por las guitarras afinadas en tonos menores de Petrucci encajando perfectamente en el espectáculo. Trabajosamente lograron dar claridad a cada instrumento durante todo el espectáculo.
La primera parte del show luego de casi 1 hora y 20 minutos dio la pausa necesaria para tomar un café, ir al baño y descansar de las sillas duras que ofrece el Caupolicán (pasó a segundo plano por la calidad del espectáculo). Transcurridos 20 minutos se reanuda el show con la misma potencia de la primera parte. Fue la segunda parte la más esperada por la audiencia, esperando el single Our New World que hizo delirar a las primeras filas y poner de pie a todo el estadio. El show ya envejecía, nadie había abandonado sus asientos hasta que el último acorde de Astonishing terminó de vibrar.
Un espectáculo para nunca olvidar, conceptual como el Scenes From a Memory, recordando la constante evolución de la música de Dream Theater y acrecentando la leyenda nacida por allá a fines de los ’80.
Luis Lopez
04/07/2016 at 17:01
Supongo que ahora le hornearas un queque???? Hajajajajajaja xixo qlo xd
Diego Ignazio Neira
04/07/2016 at 16:30
Pasadito las 21:15 horas se apagan las luces y comienza el relato del Imperio del Norte, descienden los Nomacs y la magia comienza. Dystopian Overture rompe el silencio y da la entrada al actor de esta gira, James LaBrie, que interpretó cada personaje de esta historia a cabalidad mostrando una voz mucho más cuidada y recuperda desde ‘The Gift of Music’ (en comparación a los primeros shows de esta misma gira).
‘The Answer’ y ‘A Better Life’ mantienen al público fijo al escenario, con algo más relajado y entrando de lleno a los pernajes que el frontman interpreta.
Cabe destacar que el nivel del sonido era exageradamente alto al menos durante los primeros 40 minutos. Sonaba bien, pero muy fuerte.
Se avanza paulatinamente a uno de los puntos más altos: ‘A New Beginning’ donde John Petrucci dio cátedra de guitarra extendiendo el tema con un solo envidiable.
Termina el primer acto con ‘Road to Revolution’ y se da espacio para 20 minutos de relajo, donde el más buscado era Claudio (solo para entendidos).
2285 Entr’acte rompe nuevamente con la pacividad del público (aún cuando muchos compraban o estaban en los baños) y dió pie a uno de los mejores temas del álbum, quizá el tema “más Dream” que todos añoran: ‘Moment of Betrayal’, donde otra vez todos se lucieron en sus respectivos puestos, manteniendo el nivel de lo mostrado hace algunos instantes.
Haven’s Cove y Begin Again amerizan la llegada de otro momento fuerte y pontente del show (además de ser el climax de la historia como tal), con ‘The Path That Divides’, ‘The Walking Shadow’ y ‘My Last Farewell’, que personalmente me mantuvo atentísimo, sobre todo el par de versos rápidos que interpreta James en ‘The Path That Divides’.
Momentos de dolor y preocupación con ‘Losing Faythe’, ‘Whispers on the Wind’ e ‘Hymn of thousand Voices’, donde LaBrie pidió al respetable que se pusiera de pie para interpretar todos juntos el gran coro.
‘Our New World’ vuelve el alma al cuerpo a los asistentes, y hace un amague de despedida de la banda, pero todos sabíamos que faltaba un temita : ‘Astonishing’, que a modo de resumen total de la obra cierra con broche de oro un concierto de lujo, con buen sonido (a excepción de ese detillo mencionado), buen apoyo visual e impecable destreza musical, cosa a la que ya nos tiene acostumbrado este quinteto de virtuosos.
Sin duda uno de sus mejores conciertos en el país, y si tuviera plata (o se rajan) iría feliz hoy nuevamente.
Me fui contento, las canté todas, hoy estoy algo afónico, pero valió la pena. Dream Theater con esto ha dejado la vara muy alta en cuanto a presentaciones en vivo se refiere.
– Diego Neira