Justicia le hace a su nombre un personaje histórico dentro de la música anglo, exitoso como productor, ingeniero y músico, y es que Alan Parsons se ha hecho de una imagen casi mítica, desde su aparición como espectador del último concierto de The Beatles en 1969, su participación en The Dark Side of the Moon (1973) e incluso últimamente, colaborando en los proyectos de Steven Wilson.
Alan Parsons tiene de sobra material para hacer feliz a su fanaticada, éxitos que incluso están presentes en el inconsciente colectivo de la gente común y corriente, sonidos que han trasgredido las barreras del Rock y el Pop, es por eso que ha a veces resulta contradictorio que un artista con tan vasta trayectoria recurra a la misma fórmula una y otra vez, y eso incluye su última presentación en Chile el pasado Domingo 9 de Octubre.
Un show de primer nivel, una producción sobria pero superior al promedio y llena de hits fueron los ingredientes que cautivaron a los 3.000 asistentes al Teatro Caupolicán, recinto que no fue llenado en toda su capacidad, motivo por el cual se podría explicar el número desmesurado de revendedores apostados en las afueras del coloso de calle San Diego.
Al realizar un análisis de la primera sección del show, es bastante clara la descarga a diestra y siniestra de los números calados de la trayectoria de The Alan Parsons Project, banda que formó junto con el fallecido Eric Woolfson. “I Robot”, “Damned If I do”, “Don’t Answer Me” y la hermosa “Time” dieron el vamos al concierto, las cuales fueron ampliamente ovacionadas por los asistentes.
La pegajosas “Psychobabble” y “I Wouldn’t Want to be Like You” fueron la excusa perfecta del entusiasta público para levantarse de las sillas y no sólo cantar, sino también bailar al ritmo de estas. Posteriormente “Old and Wise”, la cual fue dedicada a dos fans locales, conmovió con una desgarradora performance del vocalista principal PJ Olsson, sin duda alguna uno de los puntos altos de la jornada.
“Days Are Numbers (The Traveller)” fue la sorpresa de la noche, ya que en sus pasadas presentaciones no había sido incorporada al setlist, obviamente los que detectaron este hecho fueron los más motivados al recibir los primeros acordes del tema. La suite “The Turn of a Friendly Card”, que fue la gran novedad del tour Eye 2 Eye hace unos años atrás, fue nuevamente sacada a la luz y por supuesto funcionó de manera perfecta con la ayuda de la gran banda de soporte que posee Parsons, el cual por su parte, parece ausente visual y musicalmente al no participar de una manera destacada desde su privilegiada posición en el escenario.
“Breakdown” continuó para darle el paso a uno de los temas más insignes de su álbum debut Tales of Mystery and Imagination (1976): “The Raven” fue otro de los puntos altos de la noche, siguiendo fielmente el trabajo en estudio que ya cumple 40 años. El espectáculo continuó con “Lucifer”, que quizás sea la obra instrumental más destacada de la trayectoria de Parsons, un número representado fielmente por los 8 músicos en escena; un deleite para los oídos apoyado por un gran trabajo de luces que se traducían en una experiencia digna de una leyenda como Parsons.
Un homenaje a su fallecido compañero Eric Woolfson se vivió con “Limelight”, la cual Parsons se encargó de dedicar, provocando un aplauso cerrado del teatro. Nuevamente PJ Olsson fue el foco de atención en “Don’t Let it Show”, dejando en claro sus cualidades interpretativas sobre todo en las baladas del extinto dúo inglés.
Escapándose de la tranquilidad que dejó la entrega anterior, “Prime Time” salió en escena, un número potente y energético, que ya dejaba sentir en la banda el cariño de los fans chilenos. Finalizando el set, el Caupolicán se vino abajo con los primeros acordes de “Sirius”, instrumental de corta duración que sirve como introducción a quizás el tema más reconocido de The Alan Parsons Project: “Eye in the Sky”, fue coreada de principio a fin por un público completamente de pie, ejecutada excepcionalmente por la banda y cerrada con una ovación tremenda.
Luego de un breve tiempo fuera del escenario, la banda vuelve a escena con las últimas dos canciones: “(The System of) Dr. Tarr and Professor Fether” y la discotequera “Games People Play” dejaron a todos los fans en éxtasis, satisfechos del retorno de Parsons tras dos años y que de seguro con la respuesta que tienen sus devotos, volverá más temprano que tarde a pisar tierras chilenas.
Como conclusión, el espectáculo que brinda la banda es excepcional, cada uno de los 7 músicos que componen la banda tiene un desempeño asombroso y recrean fielmente el sonido mostrado en los álbumes de estudio. Una buena producción, sobre todo con los juegos de luces, pocas veces tan desarrollado dentro de los espectáculos en el Teatro Caupolicán; buena calidad de sonido que nunca saturó y que tampoco dejó opacado a algún instrumento. Como ya lo hemos dicho, un show digno de un personaje de la trayectoria de Alan Parsons.
La crítica justificada que tenemos de este espectáculo, es que alguien con el recorrido de Alan Parsons no cambie su show en el más mínimo ápice, presentando una y otra vez las mismas canciones que lo hicieron ampliamente conocido. En tiempos actuales, muchas bandas recurren a variar constantemente sus setlist entre tours, presentando álbumes íntegramente, cambiando el formato de sus espectáculos, pero Parsons en aproximadamente 10 años ha cambiado muy pocas cosas de su espectáculo y podría ser justificado por el motivo de que su última placa, A Valid Path, fue lanzada hace más de 12 años, pero no corresponde, teniendo en cuenta la calidad de los músicos en escena, que ensayar un par de canciones no cubiertas en un largo tiempo no significaría un gran trabajo.
Por otro lado, Parsons está cada vez más ausente de su propio show, muchas veces dejando que su banda de soporte se encargue de todo, lo cual para los seguidores de su trabajo es un poco decepcionante. Como concierto, es un show de primer nivel musical y visualmente hablando, pero al parecer Parsons se ha dormido en los laureles, y eso a fans como nosotros es casi letal. Si Parsons regresa a nuestro país, iremos siempre y cuando se presente en otro formato, presentando algo distinto, porque este concierto ya lo hemos visto al menos 3 veces.
Setlist:
- “I Robot”
- “Damned if I do”
- “Don’t Answer Me”
- “Time”
- “Psychobabble”
- “I Wouldn’t Want to be Like You”
- “Old and Wise”
- “Days are Numbers”
- “The Turn of a Friendly Card Pt.1”
- “Snake Eyes”
- “The Ace of Swords”
- “Nothing Left to Lose”
- “The Turn of a Friendly Card Pt.2”
- “Breakdown”
- “The Raven”
- “Lucifer”
- “Limelight”
- “Don’t let it Show”
- “Prime Time”
- “Sirius”
- “Eye in the Sky”
- “(The System of) Dr. Tarr and Professor Fether”
- “Games People Play”
Fotografía: Cesare Veronesi