Con la finalidad de dar cierre a un ciclo, en palabras del propio Mike Portnoy, el famoso baterista se presentó nuevamente en nuestra capital con su espectáculo Mike Portnoy’s Shattered Fortress acompañado de una banda de soporte de lujo y un setlist especial para sus fanáticos más antiguos, algo evidente al mirar al público cuyo promedio de edad fácilmente rondaba los 30 años.
Tras una breve intro con la banda sonora de Psicosis, tan sólo los primeros sonidos de “Regression”, la apertura de ‘Scenes from a Memory’ (1999) que la próxima semana cumple la mayoría de edad, bastaron para causar un desenfreno total entre los asistentes, quienes celebraron la aparición de Eric Gillette y cada uno de los miembros de Haken pero por sobre todo la del batero, el gran protagonista de la noche.
Siguiendo con el repaso del mismo disco, indudablemente el más popular de Dream Theater, el show continuó con “Overture 1928” y “Strange Déjà Vu”, con Ross Jennings dejando en claro desde el minuto uno su tremenda capacidad vocal, la que no claudicaría en toda la noche. La primera sección terminó con “The Mirror” y Diego Tejeida luciéndose con un Keytar más modesto que uno que hemos visto en otras ocasiones pero con una gran e histriónica interpretación.
Antes de comenzar con la suite de los 12 pasos, Portnoy se dio el tiempo de bajar de su podio y agradecer a su fiel audiencia. Con “The Glass Prison” (CTM) sonando como cañón se dio inicio al plato fuerte de la noche, una seguidilla de temas que muchos fanáticos esperaban ver en vivo desde hace años y que desde el quiebre del músico con su banda original muchos habían descartado como una posibilidad presenciarlos en vivo. Desde la primera canción y continuando con lo que ya habíamos visto, el trabajo de cada uno de los músicos sobre el escenario fue sobresaliente.
A Portnoy ya lo conocemos y lo hemos visto en variadas ocasiones y sabemos que siempre logra destacar con su ejecución y personalidad, pero quién se robó la película anoche fue su gran banda de soporte: con Eric Gillette a cargo de la guitarra principal, Charlie Griffiths y Richard Henshall en guitarras, Conner Green en el bajo, el gran Diego Tejeida en el teclado y Jennings en la voz, la 12-Step Suite sonó mejor de lo que cualquiera hubiese imaginado.
“This Dying Soul” y “The Root Of All Evil” confirmaron su status como grandes himnos del metal, y luego vendría “Repentance” con Portnoy en la voz calmando un poco los ánimos. Lamentablemente esta última y “The Shattered Fortress”, son claramente composiciones de menor calidad que las anteriores, sobre todo el cierre de la saga que se siente tan sólo como una gran medley al citar permanentemente a otras canciones que acabábamos de escuchar hace sólo minutos. Por supuesto, esto no fue un impedimento para que en cancha se viviera todo con euforia y tras más de hora y cuarto de música, la banda abandonara el escenario para una breve pausa más que merecida a esa altura.
El encore que vino después estuvo formado por puras sandías caladas: “Home”, una espinita que hace años nos queríamos sacar escuchándola en vivo, seguida de la mejor versión de la historia de “The Dance Of Eternity” con 3 guitarras al unísono. Gillette, Griffiths, Henshall y Green sobre el escenario son un lujo extraordinario alternando el protagonismo entre uno y otro al que incluso se le unió Tejeida con el keytar una vez más, con una expresión facial para cada nota interpretada. Todo esto con Portnoy al fondo pero no menos importante, con su batería sonando a un volumen realmente ensordecedor; a fin de cuentas esta es su fiesta, y tal como dijo, el regalo que nos hizo por su cumpleaños número 50.
Con “Finally Free” y todos sintiéndonos 17 años más jóvenes se daba cierre a una gran noche, una con un tremendo desplante musical sobre el escenario y con excelente recepción de parte del público que en momentos peaks se escuchaba aún por encima de los instrumentos, algo no menor considerando que el volumen de éstos definitivamente estaba por sobre el nivel óptimo, lo que ocasionó que a ratos la voz de Jennings o algunos detalles de los solos de guitarras se perdieran en medio de una muralla sonora.
De todas formas, nadie puede negar la calidad del show brindado por un grupo de músicos que está en la primera línea del metal progresivo actual y nos permitieron escuchar estas canciones como corresponde, cerrando un ciclo para Mike Portnoy y muchos que atesoran y disfrutan de una etapa y alineación que difícilmente volveremos a ver en en la banda que puso en el mapa al baterista. Quizás esta fue la mejor forma de despedirse de ese Dream Theater.
Setlist Mike Portnoy’s Shattered Fortress, Multiespacio La Cúpula, Santiago, Chile, 19 de Octubre de 2017
Recuerden visitar también nuestra galería de fotos, de la mano de Julio Celis.
Sebastián Fonseca
20/10/2017 at 17:21
conoci a dream el 2001, me uni al foro de CS un tiempo despues, no pude ir el 2005 al debut de dt en chile, tuve la oportunidad de ir a los 2 siguientes, despues MP se fue de dream y no volvi a saber de ellos, verlo tocar ayer las canciones que me hicieron enamorarme del metal progresivo y de la musica en general, no tiene precio, escuchar la intro me puso los pelos de punta, escuchar los primeros sonidos de la overtura 1928 me hizo llorar todo el concierto, ni the who, ni paul mccartney, ni los rollings, ni davil gilmour, me hizo sentir lo que la musica de DT de la mano de MP me hizo sentir ayer, aguante Portnoy !! la noche de ayer la llevare conmigo por el resto de la vida, GRACIAS POR TAL REGALO !!!!!!
Edit: que haya terminado con finally free me mando a la chucha, sentí que yo también cerré un capitulo de mi vida…
Pablo
20/10/2017 at 17:48
Que wena loco!
Pablo
20/10/2017 at 17:47
Una pequeña corrección:
El concierto empezó con The Best of Times, la versión de Portnoy cantando del single de Wither, no con Psicosis.
Saludos.
Ludwig Mallea Hernández
20/10/2017 at 19:51
Sufre Dante Mallea!!