Hablar de Miles Davis en la historia de la música es contar una historia de rupturismos, variaciones y experimentación. Muchas veces criticado en sus años de actividad por la constante búsqueda de un sonido satisfactorio a sus oídos, Davis siempre fue adelantado a las épocas del Jazz, su innovación iba más allá de un simple cambio rítmico en sus composiciones, sino que afectó el modo de hacer las cosas en el Jazz, en el Rock e incluso, en sus últimos días, al Hip-Hop.
Recientemente se cumplieron 27 años de su partida, y a manera de conmemoración, tuvimos la oportunidad de presenciar en vivo a nueve de sus hijos musicales agrupados bajo el alero de su sobrino Vince Wilburn Jr. El colectivo instrumental Miles Electric Band repasó en 2 horas la basta carrera de esta leyenda de la música popular, con un carácter propio dado principalmente por los componentes de la banda.
Muestras de la última era de Davis, que incluía elementos de producción propios de la década de los 80, se ven reflejados en interpretaciones impecables de “One Phone Call”, “That’s What Happened” y “Decoy”. Otros momentos de su era experimental con cortes de uno de sus más emblemáticos álbumes como Bitches Brew (1970): “Sanctuary” y “Pharaoh’s Dance”. Cabe destacar que de este último álbum se desprenden figuras emblemáticas del Jazz Fusión como John McLaughlin (formando Mahavishnu Orchestra), Joe Zawinul (formando Wheater Report) y Chick Corea (formando Return to Forever).
La presentación de la banda abarca mucho más allá de las propias composiciones de Davis, y la gran cantidad de integrantes permiten que los vacíos rítmicos se llenen completamente, dado por los teclados de Robert Irving III, la habilidad de DJ Hapa en la tornamesa o la gran cantidad de percusiones presentes en la banda. Esta no es una mera banda tributo, sino que es una proyección musical de las visiones de Davis o “Uncle Miles” como Wilburn menciona.
“Yo sé que me mira desde el cielo con una sonrisa” decía Wilburn momentos después de interpretar “Jean Pierre” y de presentar por completo a la banda, y es verdad porque esto no es una presentación basada en la nostalgia, sino en la búsqueda incesante de buscar un sonido distinto, de hacerse un lugar en dentro de un legado inconmensurable y propio de la vanguardia, de explorar nichos que cada vez se hacen mas pequeños con el pasar del tiempo y de hacer valer el Jazz no como un sonido monótono y soporífero, sino como un estandarte de exploración inquietante y de atractivos quiebres. O como dijo el gran Miles: “No toques lo que está a tu alcance, toca lo que no está”.
Revisa la galería completa del evento en nuestra respectiva CLSK Galería. Fotografías por Julio Celis Fredes