La banda de metal del momento es Jinjer. Siempre podemos hablar de los clásicos, las bandas de cabecera, las bandas con trayectorias enormes, las discografías perfectas, etc. Pero sin duda, este momento le pertenece a Jinjer y lo justifica con dos discos y un EP que los llevaron a un ascenso rapidísimo a las grandes ligas de la música, tocando en los festivales más importantes del mundo, con giras europeas y norteamericanas y de sorpresa una gira latinoamericana que incluye obviamente a nuestro país donde lograron un Sold Out poco antes de iniciar el show.
El Centro de eventos Blondie nuevamente teñido de negro y con alta asistencia desde muy temprano, propició a que la banda encargada de la apertura, Lyriahn, lograra presentar una muestra de su trabajo ante unos atentos asistentes que acompañaron con más de un movimiento de cuello. Lyriahn, que cuentan con una alineación similar al del plato fuerte de la jornada lucen un estilo agresivo y compacto que llega de inmediato al oyente con riff pesados y sumamente memorables, guturales bien ejecutados y melodías cercanas a lo que han hecho bandas de metal alternativo como Mudvayne por ejemplo. Sin dudas una agrupación a tener en cuenta en el futuro cercano.
Pasando las 21:00 Hrs, con el recinto lleno y convertido en una caldera hacen su ingreso los cuatro músicos ucranianos. Se dejan caer con espectacularidad de inmediato sonando como cañón “Captain Clock”, “World Of Wisdom” y “Ape” este último homónimo de su nuevo EP, desencadenando una tromba sonora que choca con el extasiado público que corea cada una de las estrofas (incluyendo esta última canción) lo que termina dejando sorprendida a la banda sobre el escenario. Probablemente ni ellos se esperaban una recepción tan eufórica, aquí, tan lejos de sus tierras. Este gesto no decayó durante todo el concierto y se notaba en sus caras la satisfacción de estar creando este lazo tan cercano desde el primer show (a ratos, nos recordó a lo que pasó con Circus Maximus el 2016).
La ejecución imperiosa (a ratos saturada en sonido como habitualmente sucede en este tipo de recintos) no dejaba momento para tomar respiro. “Sit Stay Roll Over”, “Teacher, Teacher” y uno de los puntos altos de la noche “I Speak Astronomy” hacían gloria de la reputación que todavía está forjando la agrupación europea, a punta de talento Roman Ibramkhalilov en guitarra, Eugene Kostyuk en bajo, Vlad Ulasevich en Batería y por su puesto la carismática Tatiana Shmailyuk, con una puesta en escena llena de seguridad toman las riendas de una presentación que se torna natural y relajada.
Jinjer y el Angel con voz de demonio
Sin dudas la estrella de la jornada fue Tatiana, la carismática vocalista no dejaba de sorprenderse ante la convocatoria y la recepción de, como lo mencionamos antes, las canciones más nuevas. Tener el talento de cantar bien en limpio y en gutural (esto último en vivo al nivel de Randy Blythe de Lamb Of God) es un lujo que pocos artistas se pueden dar en estos días, un ejemplo perfecto de esto se pudo apreciar en “Pisces” donde las estrofas y precoros tienen secciones suaves, ricas instrumentalmente y cánticos en limpio que además fueron acompañados al unísono de forma muy emotiva con toda la asistencia.
Sorpresivamente, casi llegando a la hora de música en vivo y justo después de “Perennial” la misma Tatiana indica que lo que viene será la última canción del set provocando la sorpresa y el disgusto debido a las altas expectativas que habían sobre este evento. Así, “Who Is Gonna Be The One” se encargaba de cerrar el set, con los músicos dejando el escenario después de atronadora ejecución. Obviamente nadie dejó su lugar y comenzaron a corear el nombre de la banda hasta que aparecieron de vuelta a despedirse dejando una canción más para el recuerdo: “I Want It I’ll Get It” fue suficiente para calmar al publico enardecido que disfrutó de esta última pieza con el mismo ímpetu de la canción inaugural.
El despliegue destructivo de una verdadera aplanadora ucraniana. Esto puede resumir a la perfección el debut de Jinjer en Chile, aunque compacto en su duración, la comunión generada en torno a esta nueva agrupación de culto convierte a este concierto en uno de los mejores del año sin lugar a dudas. Poco importó el mal sonido a ratos, lo acotado del Setlist o la falta de clásicos acusado por algunos. Al final del día la música y la experiencia eran más importantes. Una experiencia que de seguro se repetirá en el futuro gracias a la convocatoria y la química instantánea creada durante la jornada de ayer. Esta puede ser de esas relaciones entre bandas y fanáticos que perduran en el tiempo.
Juan P L'Étranger
01/12/2018 at 19:14
Tatiana es la mujer 10 😍
Francisco Astorga
01/12/2018 at 20:06
Tengo el cuello hecho pico pero el corazón lleno.
Tatiana la cago pa ser rica wn
Gonzalo José
01/12/2018 at 20:11
Cristóbal Richards Ovalle