Con la siempre creciente variedad de shows musicales en nuestro país, siempre se agradecen los números que presentan sonoridades distintas: experimentales, ligadas al jazz o aquella a la cual distingue a un clásico programa radial, la cual cubre “los sonidos del alma”. El Blues, muchas veces ligado a una música antigua, salido de radios mono e incluso relacionado a temáticas lúgubres, aún es objeto de admiración, interpretación y también de una merecida y necesaria evolución. Nuestros amigos de Gamble reflejan aquel principio, en el cual se deja atrás aquel Blues oscuro y sombrío, y da paso a uno lleno de matices sin dejar de lado las raíces de este género.
Con un repertorio basado en su EP ‘Beat Him’ y con temas que aparecerán en su próxima producción, Gamble cubrió de Blues el Club Chocolate en la primera versión del espectáculo “Blues & Roots”, el cual también incluyo la incursión Hip-Hop de Solo di Medina y Camaleón Landaez. Obviamente más interesados en la propuesta musical de Gamble, fuimos grata y rápidamente cautivados por esta fresca y enérgica presentación, la cual en varias oportunidades hacía participar a los asistentes generando carisma y una necesaria complicidad con el público, el cual cada vez más necesita no solo ser un simple espectador, sino también ser parte de lo que entrega una banda.
La potencia vocal y carisma de Coke Salinas, la contemplativa ejecución de Gonzalo Silva (la cual muchas veces nos recordó a Ray Manzarek), las variadas formas de ejecución de Gustavo Echeverría, que transitaba desde el sentimiento propio del blues a pasajes cercanos al virtuosismo y atrás Bastián Rodríguez dando el ritmo perfecto a esta amalgama centrada en el Blues, porque seamos justos, Gamble es mucho más que una agrupación que hace un revival de un género algo olvidado por el músico y público nacional, sino que fusiona e incorpora elementos de otros estilos para generar un producto mucho más elaborado y original.
El recinto brindaba las condiciones necesarias para la entrega completa del show de Gamble, apoyo audiovisual y de iluminación, y por supuesto, la música: temas como “Beat Him” y la grandiosa “Immigrant” fueron los puntos más altos de la noche y a la vez polos opuestos dentro de la propuesta musical, una de claras influencias hard-rock algo zeppelin/purple, y otra con una melancólica introducción para dar paso a un electrizante quiebre que se llevó los aplausos de los asistentes al Club Chocolate.
Una presentación redonda, que muestra el camino que debe tomar no solo el Blues, sino la música Chilena en general, el ser un producto original y respetuoso en sus orígenes a la vez. Ser vanguardista es el camino más largo a veces, pero es el que llega a ser trascendente a largo plazo y Gamble sigue en la buena senda entregando todo su potencial en vivo, porque finalmente es arriba del escenario donde se ve la calidad, el carisma y la pasión por lo que los músicos saben hacer, y es abajo del escenario donde van quedando grabados los sonidos que necesitamos escuchar cada día más.
Puedes ver todas las fotos del evento en nuestra CLSK Galería, fotografías por Julio Celis Fredes.