Lanzado en mayo de este año, la banda nacional Delta, presentó ‘Fears’, su más reciente trabajo y la culminación de un largo proceso. Durante nuestro silencio escuchamos este disco y por lo mismo correspondía que publicáramos este CLSK Review. Más vale tarde que nunca.
Y es que “Hate Recipe” parte con todo; una de las gracias de Delta es su capacidad de irse reinventando de vez en cuando y la incorporación de Paula Loza en las voces demuestra que esta etapa de la banda va muy bien encaminada: sonidos rápidos, una voz poderosa, y una producción, sin exagerar, envidiable.
Desde el minuto uno, la propuesta está clara, directa y muy equilibrada para todos sus integrantes, permitiendo apreciar los matices aportados por cada uno de ellos. Guitarras cortadas, una batería incansable y elementos sutiles pero atmosféricos.
“Fears” es parte de la misma fórmula y quizás una entrega más abordable por oyentes menos técnicos, pero igualmente alucinante, destacando su apartado melódico, donde nuevamente la voz femenina es la protagonista, junto con la sección central del tema, pausada, suave y relajante que da paso a un solo de guitarra muy equilibrado entre sensibilidad y energía, digno de Benjamín Lechuga. Sin duda, un punto alto de la placa.
“Fake Freedom” también toma el camino más directo y técnico, pero queda eclipsada un poco por la coherencia y dinámica del tema anterior.
“Eternal Dream” es el corte más extenso del disco y toma un enfoque más sinfónico y de evolución a medida que avanza. El piano y la voz son quienes están al frente hasta que los riffs se hacen presentes, dejándonos caer una aplanadora luego de un relajante inicio. El equilibrio siempre está, y es que Delta entiende muy bien que no es necesario extender secuencias, cuando las intenciones son claras. Y es así que más de 7 minutos pasan muy rápido.
“Three Faces”, netamente instrumental, está unida al tema anterior y sorprende por irse al lado más clásico progresivo, rayando incluso en el jazz, pasando por el funk y el metal instrumental. Y es que en este corte hay mucho de Lechuga, mucho de Quinteros y Sánchez por separado, sin desmerecer a Andrés Rojas, que realmente es una máquina incansable para consolidar y afinar el ritmo de esta interesante y entretenida mezcla. Otro punto alto y el resultado de la creatividad aplicada en su máxima expresión.
“Shoreline” es la pausa más experimental, atmosférica y etérea del disco antes de llegar al tramo final del trabajo, sirviendo de antesala para “Oceans”, trabajo en que Paula Loza resalta nuevamente, especialmente por la postura más introspectiva y calmada en que la voz es la protagonista.
“My Addictions” vuelve a los riffs cortados, frenéticos y más ágiles a que nos tienen acostumbrados, haciéndonos un llamado a cabecear, también recurriendo a una fórmula más radial y segura, pero no por eso menos entretenida, al igual que “Stalker”, otra propuesta esencialmente pesada, con un ritmo constante, de voz elevada y dominante, en que la energía instrumental queda supeditada a la presencia femenina.
‘Fears’ muestra el camino correcto
Es agradable leer y escuchar la palabra “Delta” sin tener que preocuparnos de la distancia física o de usar mascarillas, y concentrarnos solamente en disfrutar el momento a cabalidad (escriban Delta Fears en Google y verán a lo que me refiero). La banda nacional, con sus altos y bajos a lo largo de su historia, demuestra con ‘Fears’ que el largo camino recorrido y las decisiones han sido las adecuadas para mantenerse vigentes, con su esencia y aún así dejando espacio para incorporar nuevos elementos.
Destacable y sorpresivo es la mezcla que sale desde “Three Faces”, algo que la gran mayoría no esperaría encontrar en este disco, pero es sin duda un refresco ante la propuesta de la banda. De igual manera el sonido y la producción están a la altura de una banda que une esfuerzos desde Estados Unidos, Argentina y Chile y el resultado es más que el esperado.