Desde una versión muy personal, creo que poco se puede decir a estas alturas de un show de The Winery Dogs en Chile, incluso considerando que hace unos años atrás grabaron uno de sus espectáculos, lo que quedó registrado en el disco ‘Dog Years: Live in Santiago & Beyond 2013-2016’
Pero vamos por partes: la velada comenzó un poco más tarde de lo programado con la banda Velvet Chains, provenientes de Las Vegas y que cuenta con dos chilenos en sus filas, Rodrigo “Ro” Viper en las voces y Nils Goldschmidt en el bajo. No podemos decir que el público estaba lo más expectante por esta presentación, pero la verdad es que la banda de Nevada mostró energía y potencia más que suficiente para encantar a aquellos rockeros que necesitan sonidos potentes y directos, confirmando así que su elección era más que adecuada para acompañar al plato principal de la noche.
Luego de unos minutos, The Winery Dogs subió al escenario con todo el respaldo de la audiencia chilena para hacer lo que saben sin mucha dificultad. Y desde el minuto uno me planteé la pregunta ¿por qué el rock de esta banda no se siente recargado cuando exuda virtuosismo y talento? En todo momento el sonido está a la altura (a veces un poco saturado, pero nada que pudiera sacar del show) y cada integrante hace lo suyo con una comodidad única. Pareciera que ahí está el secreto, ya que para lograr un show apasionante que te lleve a disfrutar todos los momentos, tienes, como artista (supongo), que tener un manejo musical y del escenario que solo la experiencia puede dejarte.
Sin entrar en muchos detalles, siempre habrá instantes únicos que nos permitirán recordar este show, como el increíble solo de guitarra de Richie Kotzen en “Breakthrough”, los juegos de batería de Mike Portnoy en “Time Machine”, la constante energía de Billy Sheehan y la explosión del público en el temazo “Oblivion”.
Aunque los asistentes del Teatro Coliseo parecieran no estar tan al tanto del último trabajo de The Winery Dogs, lo disfrutaron de igual manera, como fue el caso de “Stars”, corte que mantiene la esencia y poderío que siempre está presente.
Esto tengo que decirlo, aunque claramente me cuesta ser imparcial: es posible que Mike Portnoy sea el más querido entre la fanáticada, pero es Richie Kotzen quien se roba la película definitivamente en cada intervención en solitario, tomando el protagonismo y alcance que siempre quisimos (los fans) para él incluso durante su carrera solista, algo que el mismo Portnoy señaló alguna vez en entrevistas hace mucho tiempo.
También vale la pena recordar que. para terminar la noche, luego de una pequeña pausa y viendo a Mike Portnoy con su respectiva polera chilena pudimos escuchar la bella “Regret”, donde nuevamente Kotzen se luce saltando del piano a la guitarra como si nada para entregar uno de los últimos y apasionados solos de la noche, pero no sin antes interpretar “Elevate” el que puede ser el más grande éxito de la agrupación y que literalmente hizo temblar el recinto de Nataniel Cox.
Esto es Rock
Y es que estos tres artistas podrían estar haciendo música más compleja, más técnica y más progresiva, si pudieramos llamarlo de alguna manera, pero decidieron tomar un camino que pareciera ser más sencillo, aunque apelar a las masas nunca ha sido facil, menos si no vas a dejar de lado el componente virtuoso, lo que hace que The Winery Dogs sea una banda de una energía indudable y de amplio alcance, lo que quedó demostrado con el lleno del Teatro Coliseo.
La propuesta es simplemente rock, para saltar, disfrutar y cantar a viva voz aunque seamos incapaces de alcanzar los tonos altos de Richie Kotzen y nos obliguemos a dejar que el artista llene ese espacio.
Así que si no fuiste, tendrás que esperar un tiempo más para disfrutar este tipo de espectáculo.
Galería de The Winery Dogs + Velvet Chains: Teatro Coliseo, Santiago, Chile (25 de abril de 2023)
Fotografías por Julio Celis Fredes
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