Antes que acabe el año -aunque el 1 de enero uno despierta y todo sigue donde mismo- tenía que terminar este review que hace mucho rato estaba dando vueltas en mis pendientes, con uno de los trabajos que personalmente me agradaron y sorprendieron entre una vastedad de lanzamientos. Es así que llegó a estos oídos ‘Aldeas’ el disco debut de Alrojo, agrupación viñamarina que nos presenta una fusión musical que se pasea por muchos estilos.
La placa inicia con “Aldea Infinita” la que en un comienzo pareciera ser una composición de rock nacional muy tranquila y tradicional, sin embargo se convierte un extenso viaje que, sin mucho aviso, te sumerge en sonidos progresivos, arraigados en elementos y ritmos latinoamericanos, de la mano de la pacífica voz de Trinidad Widow que igualmente puede convertirse en una particular fuente de energía.
Ahora, “Petricor” genera un contraste interesante ya que, a diferencia del corte anterior, tiene sus raíces en el Funk, Soul y Hip-Hop, mezclando voces masculinas y femeninas que representan agradablemente la sensación de una introspectiva y alegre caminata bajo la lluvia. Vale destacar también el sonido del violín de Luciano Ilabaca que, creo personalmente, es una decisión que le agrega valor a una pieza ya destacada.
“Todo En Cuando Hay” es una pieza, digamos, “extraña”, porque es una declaración de intenciones, un baúl que concentra todas las influencias que marcan a una agrupación con un extenso número de integrantes: hay rock, momentos más pesados marcados por las voces y batería de Esteban Silva, elementos sinfónicos a cargo del violín y el piano de Dorian Cifuentes, y la dulce voz de Trinidad (con tramos en inglés), e incluso un ritmo más pop a medida que el corte se acerca al final: Es como si fuera una de aquellas de esas canciones “oreja”, pero no quiere olvidar que en esta banda hay mucho más.
Con “Üngalüm” me cuesta ser más objetivo, porque tengo un recuerdo personal con ella, asociado al momento cuando la escuché en vivo por primera y única vez: tuve que detenerme de tomar fotos para cabecear un poco por culpa de un riff y ritmo agresivos, marcados por una tónica progresiva y mucho más pesada que lo que hemos escuchado en este disco. Nuevamente estamos ante una mezcla de influencias que funcionan para dar cuerpo a mi corte favorito de la placa, y que remata en un tramo instrumental muy pesado que difícilmente esperarías escuchar cuando empiezas a darle una oportunidad a esta placa y a Alrojo.
“Dacnis” vuelve a poner una pausa de la mano de elementos sintéticos, enfocándose ahí en lo mínimo y preciso, destacando en el bajo de Alessandro Reginato. Acá es donde puedo decir que el sello de Alrojo está, según mi experiencia, en una propuesta que siempre busca preparar el camino para, al final de cada corte, mostrar una idea más compleja y rica en detalles.
Para finalizar los viñamarinos nos dejan “Jardines: Amanecer / Almendro del Ocaso / Mantra para los que Devienen Presentes” la que es sin duda el punto cúlmine de este viaje llamado ‘Aldeas’ que dura 40 minutos, corte que se lleva literalmente un cuarto de la placa: todas las referencias, todos los elementos, todas las influencias están incorporadas en un extenso tema que pasa muy rápido si te distraes, del cual sin duda rescatarás la voz de la etérea voz femenina hacia el final del camino.
Una aldea muy ecléctica
Escuché este disco muchas varias veces antes de escribir esto y, como dije anteriormente, ya había tenido la oportunidad de escuchar a la banda en vivo y me es dificil separarme de esa experiencia, porque en ese momento la banda había publicado sólo un tema y todo lo demás fue, para mí, novedoso y sorpresivo, obviamente en todo lo bueno que pueda implicar eso.
Con esto puedo decir que ‘Aldeas’, con 7 integrantes (de base) en el escenario, es una banda que debe disfrutarse en vivo, ya que el disco, más allá de un sonido cuidado y una mezcla muy pulcra, se queda corto para demostrar la envergadura de este conglomerado de pasiones personales que inician el camino sin restringirse ni encasillarse. ¿Tiene algo de malo eso? Para mí, nada.