CLSK Review: The Metal Fest 2013 – Sábado 13 de abril

El público, el único combustible eficiente para bandas de metal.

Se repite la historia. Una jornada inigualable, llena de rock y metal del bueno, con aproximadamente 6.000 personas disfrutando de una selección de bandas que cumplieron a cabalidad con las expectativas de los fans, quienes disfrutaron de los espectáculos internacionales y gratamente pusieron mucha atención en el escenario exterior, apoyando el metal nacional.

Comienza Saken en las afueras del Movistar Arena, con un sonido impecable y un metal duro y contundente, abriendo la tarde con la gente llegando, prendiendo de a poco a algunos fans que se quedaban disfrutando bajo el sol. Los chilenos tienen una propuesta muy potente y bien lograda, con una calidad que destaca aún cuando no tuvieron la convocatoria de los grupos que siguieron, que contaron con más público en el recinto.

En el interior Lock Up aparece con  “Pleasures Pave Sewers”, con Tomas Lindberg a full, desbordando rabia. Sigue “Slaughterous Ways” y “Accelerated Mutation”, uno tras otro con una brutalidad tremenda. “Violent Reprisal”, “Detestation” continúan a una pausa y al respectivo saludo a los fans, para avanzar con “The Embodiment of Paradox and Chaos”, “Submission” y “Necropolis Transparent” temas que llevan los primero mosh al Arena. “The Jesus Virus” seguido de “Vomiting Evil” y “Castrate the Wreckage”, ya nos mostró a un Anton Reisenegger que se siente en casa. Si bien el sonido de Lock Up obliga a ser de una suciedad extrema y una saturación constante, esto se lleva a otro nivel en “Terrorizer”, donde la banda invita a Dan Lilker de Brutal Truth al escenario y, con dos bajos, comienza el tema dedicado a Jesse Pintado, para terminar con “After Life In Purgatory”, dando paso a Arcturus.

Los noruegos abren su show con un sonido muy pulcro; “Evacuation Code” y “Ad Absurdum” dan paso a “Nightmare Heaven”, tema que muestra el poderío oscuro y sin piedad de la banda, show apreciado por mucha gente en el comienzo y que luego, poco a poco, fue pasando hacia el exterior donde tocaba Recrucide. Sigue “Hibernation Sicknes”, luego “Painting My Horror y Alone”, demostrando que la batería de “Hellhammer” Blomberg es una de las mejores del black metal. “Chaos Path” y “Raudt Og Savrt” continúan con el avant-garde noruego, cerrando con “Shipwrecked”. Si bien la gente en su mayoría siguió a la banda, un número importante fue moviéndose hacia el exterior, lo que demuestra el mismo efecto que tuvo Kyuss Lives! el año pasado. De todas maneras, Arcturus demostró que es una banda única y que su sonido es envidiable para cualquier estilo, donde el nivel de claridad que mostraron en canciones muy complejas los dejan por sobre la media de este festival. Esperemos que vuelvan a estas tierras algún día.

Unos pocos minutos más tarde aparecen los americanos Corrosion of Conformity, con un metal vieja escuela increíble y una energía thrash que ya se la quisiera algunos más jóvenes, tocando parte de su nuevo disco y cerrando con sus clásicos. El show abre con “Psychic Vampire”, antes del primer azote con “Deliverance”, en donde la gente reacciona y se da cuenta de que estos viejos son de verdad unas leyendas. Sigue “The Doom” y “The Moneychangers”, con un poco de calma y algún problema en el sonido, pero ya con “Technocracy” daba lo mismo, puesto fue un lujo ver a Mike Dean haciendo sonar ese potente Jazz Bass. Luego de esto aparece Pepper Keenan, de Down, a tomar su lugar y canta los clásicos “Señor Limpio” y “Vote With a Bullet” para cerrar el show. Esta formación de COC es la que probablemente grabe su próximo trabajo, lo que se convirtió en una primicia para los fans chilenos.

Inquisición aparece en el exterior dando una muestra de buen heavy metal, con un volumen que superaba lo antes visto, pero rápidamente hubo que correr al interior ya que Sodom comenzaba un poco antes su show. Los alemanes abren con “Among the Weirdcong” y el público, mayoritariamente fanático del thrash, estalla en un mosh tremendo y deja un par de lesionados ahí dentro, no dejando de impresionar el comportamiento de la gente y el sonido logrado por Tom Angelripper y compañía. Hasta ese momento el volumen en el interior del Movistar Arena no era tan alarmante, pero con Sodom la cúpula se venía abajo al sonar “The Vice of Killing”, “Outbreak of Evil” y “Nuclear Winter”, momento en que se pudo ver a toda la gente cabeceando y disfrutando del metal. Ya con “Sigmatized” el mosh era mucho mayor y “Burst Command ’til (F**KING) War” comienza a dejar el caos total, tanto así que Angelripper graba con su teléfono al público. En “Agent Orange” esto se fue de control y toda la gente de la parte frontal de la cancha comenzaba el mosh más violento.

“City of God” con un solo de Bernemann y “Blasphemer”, dan paso al “na na na” de “Surfin’ Bird”, para  luego con “Fuck The Police” y “In War and Pieces” dejar más exhaustos a los fans que siguen con la total demencia los guiños de los alemanes, lo que termina con “Bombenhagel”. Sodom logró lo mismo que Kreator el año pasado, ser leyendas activas del metal mundial y seguir pateando cráneos en cualquier parte del mundo, mientras que en los fanáticos siempre quieren dejar en claro que en este país se escucha thrash.

Paralelamente, Animvs Mortis suena con fuerza en el escenario exterior, dejando impresionada a la gran cantidad de gente sale a ver la chilena propuesta black metalera.

Luego de una pausa necesaria, los temibles Morbid Angel salen a escena con una potencia que sobrepasó todo lo que ya habíamos visto. La batería de Tim Young en reemplazo de Pete Sandoval sonaba como una metralleta, un doble bombo único en todo este The Metal Fest. “Immortal Rites”, “Fall From Grace”, “Rapture”, “Maze of Torment” y “Existo Vulgoré”, pasaron una tras otra, dando clases de death metal. Luego con “Nevermore” y “Lord of All Fevers and Plague” se ajustan nuevamente los niveles de sonido y “Chapel of Ghouls” deja apreciar una precisión increíble. Ya terminando el setlist, Morbid sigue con “Where the Slime Live” y los blast beats a mil por hora, para cerrar con “God of Emptiness” y “World of Shit”. El nivel mostrado por estadounidenses los deja como uno de los mejores de la noche del sábado, con una ferocidad para tocar que la gente supo responder con mosh y cabeceos.

Los chilenos de Sadism se retrasaron un buen tiempo, debido a que la masa de metaleros estaba en el interior del Movistar Arena y ellos querían gente para hacer su show. Y bueno, la idea les resultó y su presentación fue una de las más vistas en el segundo escenario; mención aparte al gran Gabriel Hidalgo que destacó con su talento en la guitarra.

Luego de esto sigue Twisted Sister, banda que ni con scotch calzaba en el lineup mental de algunos, pero que apenas salió al escenario dejó claro que los clásicos nunca van a morir, menos si el original, el mismísimo Dee Snider viene a cantar a un ya cansado grupo de 6.000 personas que solo querían pasarla bien. El show comienza y el frontman sale con un atril de micrófono fucsia, cantando “You Can’t Stop Rock ‘n’ Roll”. El show continuó con “Shoot ‘Em Down”, “Stay Hungry”, “The Fire Still Burns” y, antes de “The Kids are Back”, Snider se toma el tiempo de saludar a Kirk Windstein de Down por su cumpleaños. Avanzan hasta llegar a “We’re Not Gonna Take It”, tema que deja a todos con una sonrisa al decir “huevos con aceite”. Pero nadie esperaba que la banda, en un arranque de sinceridad, se diera cuenta de qué era lo que cantaba el público y para así seguirles el juego, hasta terminar cantándola con la letra en español, tal como ese cover de Los Mox! que todos conocen.

Luego “The Price”, “Burn in Hell”, “I Wanna Rock” y “It’s Only Rock ‘n’ Roll (But I Like It)” de los Rolling Stones, extendida además gentileza del juego de Snider con el publico, cierran el show más entretenido de este día de The Metal Fest.

Los legendarios Undercroft estaban sonando afuera, ingratamente para ellos, ya que es una de las bandas que merecía estar en el escenario principal de este The Metal Fest. El volumen de su música estaba al máximo, acompañados por una gran cantidad de público, lo que fue sin duda el mejor sonido que se logró en el escenario nacional el sábado 13 de abril.

Para terminar la jornada, Phil Anselmo y compañía se demoraban 22 minutos en aparecer en escena, pero finalmente salen ante el Movistar Arena y comienzan su show con “Lysergik Funeral Procession”. Desde un inicio se nota que a Down no le gusta la gente cansada que no se mueve; así,  el espectáculo avanza con Anselmo molesto, quien no se molestó en amenazar con que si el público no se movía, Down no volvería al país.

Como era de esperarse, después de que Anselmo sembrara el pánico, la gente responde con el último aliento de la noche, lo que logró conquistar al grupo, quienes al interpretar “Pillars of Eternity” seguido de “Lifer”, se muestran tan solidos como en Maquinaria 2011, imponiendo todo el stoner sureño, que inspira a darse de cabezazos contra una piedra sin remordimientos.

Luego de que Phill Anselmo le pidiera al público cantar el cumpleaños feliz en inglés para Kirk, Down continúa con “Witchtripper”, “Temptation’s Wings”, “Ghosts Along the Mississippi”, “Losing All”, “New Orleans Is a F**king Dying Whore” y “Eyes of the South” antes de un pequeño encore. La banda sale nuevamente al escenario, con Anselmo fumándose “uno”, retomando el show con el coro de “Walk”, para pasar al temazo “Hail the Leaf”, causal de cabezazos y destrucción de cuellos. “Stone the Crow” culmina ensordeciendo al Arena y “Bury Me in Smoke” cierra esta presentación con los roadies de Down haciéndose parte de la banda mientras los cuatro músicos se despiden, con Anselmo bajando a la trinchera de los fotógrafos a saludar a la primera fila.

Para finalizar, no queda más que dar las gracias a la gente presente en este día, ya que la excelente jornada de metal estuvo marcada, en mayor parte, por la energía mostrada por el público que se traspasaba fielmente a los músicos, quienes se notaron alucinados al ver la locura en la cancha o los gritos de los chilenos, y uno que otro extranjero, que deliraron estas casi 11 horas de metal. Y todavía nos queda un día más.

Fotos: Facebook de Chileanskies, por Julio Celis Fredes.