Nadie puede negar que este es uno de los discos de Opeth que ha generado mayores expectativas del último tiempo, sobre todo después de que Mikael Akerfeldt declarara que el álbum seguiría un nuevo rumbo en el sonido de la banda abandonando los ya tradicionales cantos guturales y el death metal; algo que ya se vio reflejado en su primer sencillo, “The Devil’s Orchard”. Hoy, ha llegado la hora de la verdad: para todos aquellos que aún no han escuchado la nueva placa, se las dejamos disponible aquí mismo, gentileza de Grooveshark.
Creo que tal como comentó Mikael, hay que darle un par de escuchadas para entenderlo bien, pero a fin de cuentas es un buen trabajo donde destacan temas como “Slither” y “The Lines In My Hand”. Y a ustedes, ¿les gustó?
Gabriel Sánchez
07/09/2011 at 23:30
¡Que pedazo de disco weon! Realmente este Akerfeldt es un virtuoso, no está ni ahi con nadie, hace lo que quiere, y lo hace bien.
Pocos pueden alardear de hacer un disco que sea de una tendencia ampliamente distinta a lo que acostumbras hacer, y aún así, sonar como tú. Este disco es el retrato de una banda curiosa, independiente y hambrienta de explorar siempre nuevos elementos. Muy buenas pinceladas de rock progresivo setentero, con los pasajes acústicos versátiles a los que nos tienen acostumbrados, una voz pacífica muy bien trabajada de parte de Mikael, y muchos otros elementos estrenados en la banda, claramente extraídos de influencias remontadas a varios años atrás.
Gran disco de Opeth, especial para que se regocijen aquellos que gozan de la música de esta banda, y no sólo de su death metal. Akerfeldt… simplemente un genio.
OdraciR
08/09/2011 at 21:34
Famine a los 5:00 = Jethro Tull… Andersoniano a la vena
Felipe Barra
09/09/2011 at 11:28
El disco me parecio como a muchos , un disco de rock progresivo con todas las influencias reconocidas por Mikael , sobre todo Deep purple (hay unos riff igualitos)y otros monstruos de los setenta.Una apuesta jugada sin embargo creo que falto madurar algunas piezas del album.
Grande Opeth,sin miedo.