Quién iba a pensar que tendríamos el placer de escuchar a estas máquinas del sonido en vivo, más encima compartiendo escenario con otras grandes bandas. Suena casi idílico, pero resulta que todo se concretó el domingo 27, donde pudimos ser testigos de la muralla sónica que Gojira es capaz de crear.
Hay que ser sinceros y asumir que no hay palabras para describir en su totalidad lo que ellos logran en sus presentaciones en vivo, es demasiada la potencia y extrema la cantidad de conjugaciones rítmicas que tienen en su repertorio, el que inició con “Ocean Planet”, tema que ya cumplió 10 años y sigue igual de actual que antes, causando el desenfreno desde un principio.
Ante un Mario Duplantier dispuesto a entregarlo todo, ya que es una máquina frente a su batería, la que a pesar de no ser gigante ni llena de platillos, logra sacarle más sonidos que cualquier batero que hayamos visto en vivo hasta ahora. Realmente un genio. No podemos dejar de mencionar a su hermano Joe, quien tiene una voz privilegiada y envidiada dentro del metal, además de darse el lujo de tocar la batería en el final de “Wisdom Comes”. ¡Gracias Jebús por hacer que la Señora Duplantier tuviera a estos dos hijos!
A medida que avanzaba el show, más costaba dimensionar la capacidad técnica que el cuarteto francés posee porque es increíble (en todo el sentido de la palabra), dejando boquiabiertos a varios de los presentes. Su disco From Mars To Sirius (2005), el que les abrió las puertas a una carrera mundial, estuvo muy presente en la jornada, siendo un punto alto la interpretación de “The Haviest Matter of the Universe”, con ese ametrallador sonido que no baja sus revoluciones.
Otro punto alto, fue cuando tocaron el tema que da nombre a su último disco, “L’enfant Sauvages”, este fue el instante de máxima catarsis dentro del show, con esas vocales alargadas al final de la frase, gritadas por todas las gargantas que estaban en el Escudo Stage 1. Un momento inolvidable fue cuando en pleno desarrollo de “Backbone”, ingresa Randy Blythe de Lamb Of God a cantar el coro de la canción, dejando a todos con una inamovible sensación de felicidad por ver lo bien que lo estaban pasando ellos y el público a la vez.
“Ouroboros” fue la que dio ese adiós ficcionado, para luego volver al escenario e interpretar dos éxitos: “Vacuity” y “The Gift of Guilt”. A decir verdad, ya todos estábamos cansados, tanto mental como físicamente ante su música compleja, que no es fácil digerir sin esfuerzo ya que requiere de mucha concentración. Se despidieron bajo una gran ovación y con una sensación de querer volver por más; ojalá así sea.
Gojira es un monstruo arriba del escenario, así tal cual, porque se convierten en un animal salvaje gigante que es difícil de dimensionar, que avanza y va destruyendo todo lo que está a su paso. A pesar de no ser un show en solitario, hasta el momento podría ser uno de los mejores conciertos que hemos visto este 2015, se ha ganado un lugar dentro de la nominación por sonido, calidad, sorpresa y entrega.
Te invitamos a que pases y veas nuestra CLSK Galería, donde encontrarás más fotos de Gojira y del festival en general, además de disfrutar de la playlist que realizamos para ti con el setlist que la banda presentó en el Santiago Gets Louder.
¡A opinar!
Felipe Lopez Æ
29/09/2015 at 17:06
Gojira merecia compartir el escenario que tuvo!! Que le sigan poniendo weno y que vuelvan que vuelvan pa kedar xopico!
Karin Mazuela Vera
29/09/2015 at 18:27
Cualquiera q se me ocurra queda chica :(!! No hay palabra precisa .
Carlos Villarroel
29/09/2015 at 19:26
BRUTAL