Había ambiente de fiesta, no era un concierto común. Aunque la espera duró unos 20 minutos más de lo presupuestado, la expectación era feliz y cariñosa: los más fanáticos de una banda u otra estaban ahí para darle un reconocimiento a cada uno de los integrantes que hicieron posible las dos placas ganadoras que iban a poder oírse íntegramente, un real lujo y regalo.
Llegado el momento, ingresó en silencio Crisálida al escenario anunciando que el show comenzaba, con una timidez que se fue transformando en pura potencia emotiva con “Morir Aquí”. Le siguió “Cabo de Hornos”, primer track del álbum, en la que el público prendió y se manifestó con las palmas al son de la marcha y dosillos en la batería de manos de Rodrigo “Atilio” Sánchez. Al final escuchamos la frase “que se rinda ante el mar” en un hermoso agudo por Cinthia Santibañez, seguido de aplausos y los primeras palabras hacia el público en las que agradeció el apoyo y asistencia.
A continuación sonó “Kawesqar”, acá Damián Agurto fue capaz de conducirnos con suaves arpegios y de golpe sacarnos a la consistencia de sus riffs, acercándose al público en cada solo y haciendo así de la guitarra su voz para interactuar. Siguieron con “Bosque Triste”, canción cargada de sentimiento y protesta en la que relució la potencia de la voz de Cinthia, especialmente en la sección de cortes que dejaba el lugar en silencio y solo ella llenaba de sobra el espacio.
El virtuosísimo bajo de Braulio Aspé le dio colores y cuerpo a “HidroMachi”, incluso su solo fue acompañado por los aplausos del público que escuchaba atento una fábula y quedó tan energizado que terminó cabeceando y coreando el estribillo con toda emoción. Por mientras Aspé hacía gestos al público y demostraba la confianza en sí mismo de un músico de vasta trayectoria y talento que vale la pena reconocer e imitar.
Aunque no son del álbum en celebración ‘Terra Ancestral’ (2016), la banda nos sorprendió con 3 canciones más, dos del disco ‘Solar’ (2012) y dos de ‘Raco’ (2009). Hablamos de “Araucana”, “Mi Libertad” y “Solar”, primero, entre las que un público sorprendido y extasiado cantaba directo al micrófono de Santibañez. Aunque estos títulos más antiguos hacen extrañar en vivo a un tecladista, el público queda más que satisfecho con lo que se le entrega, incluso, los más metaleros soltaron sus cabellos y cabecearon y alentaron hasta los solos de teclado grabados.
Antes de finalizar, la vocalista se da el tiempo de volver a agradecer a los presentes y el apoyo, expresando lo importante que esto es para la muy difícil tarea, sueño y profesión del músico de metal en Chile. El público ovaciona sus palabras.
Para cerrar con la fiesta en apogeo con luces intermitentes y un doble pedal imponente, fue elegido “Raco”, algo que los más fanáticos ya podían adelantar. Las palabras “Viento del sur” fueron coreadas a todo pulmón por todos, mientras los músicos dejaron todo en el escenario como es de costumbre, pero hoy con una alegría que difícilmente podremos olvidar.
Terminado el primer show, vino un intermedio que también trajo gratas sorpresas. Sobre el escenario pero como roadie, apareció el guitarrista Gonzalo Sanhueza, mientras que en el público estaban Gabriel Hidalgo y Pablo Stagnaro, los que junto al trío el propio Cordero define como baluarte del metal nacional, ¡vaya que sí!
A las 21:41 entra Claudio Cordero Trío, con la intro de ‘Quasar’ (2016) “1.21 GW”, lo que ya nos advertía que este fenómeno iba a encandilarnos y mover energías, para cuando escuchamos los primeros segundos de “Outatime”, con las seis cuerdas del bajo sólido de Mauricio Nader y no menos importante, su atrayente carisma y simpatía en el escenario, sin duda se lleva el premio al desplante escénico ya que interactúa a través de sus gestos y movimientos que siempre van hacia el público, algo parecido a Steve Harris en lo que resulta un juego visualmente muy atractivo.
Mauricio Nader – Claudio Cordero Trío
Claudio Cordero por su parte, si ya se había lucido en la canción anterior en el juego de guitarras hermanas, es en la intro de “Quasar” donde deja demostrada esa capacidad de generar un ambiente de fuente energética, de música del espacio, de cuerpos celestes y agujeros negros que llenó la Sala SCD manteniéndonos en un verdadero trance de comienzo a fin del show. En este momento, pensamos en que no se necesita voz humana con una guitarra que además de ser increíblemente virtuosa e inteligente, es capaz de llevar un canto expresivo e identificar al oyente en sus propias emociones. Todo esto en juego con las luces de colores neutros que siempre contrastan con el negro de fondo, dando la sensación de estar fuera de tiempo-espacio. Termina la música y Nader se dirige a los asistentes, mencionando los premios Pulsar y a Crisálida, a lo que el público responde homenajeante.
Y aunque pareciera calculado, llega el momento donde un blast beat demoledor de Felipe Cortés nos saca del trance para llevarnos a la euforia, esto mientras escuchamos el cuarto track del disco “R’lyeh”, acá el público saca su guitarra y batería invisibles para poder canalizar la fuerza recibida de cada baquetazo, una verdadera explosión de energía que estaba casi tirando abajo el escenario. Le siguió la agradable “Čas Na Pivo” y “Zenith”, luego de las que Cordero conversa a la audiencia y cuenta que viene un próximo disco que irá por una línea más progresiva, hacia el lado de “Megalodon” y “Outatime”, diciendo “sé lo que les gusta a ustedes, así que por ahí voy”.
Llega el turno de “Ocaso”, que fue anunciada como una balada difícil de tocar por su carga emocional. La sala quedó emocionada y en paz, contemplando y oyendo la belleza de la guitarra de Claudio, expresándose íntimamente junto a un backing track para continuar full banda, la que fue presentada en ese especial momento.
En medio de una enternecida Sala SCD, suena aquella intro de suspenso casi cinematográfico, era la aclamada “Megalodon” a la que el público se manifestó y encendió otra vez. Cortés se luce con baquetas al aire y un platillo china que le da un ambiente muy metalero, junto a Claudio con su riff, ese que sabe que nos gusta, y Nader poniendo suelo rítmico firme, una escena extremadamente cool que dejaba a los asistentes cada vez más vehementes.
Otro ambiente vino con la última canción del álbum, lo que nos anunciaba el fin de la jornada: “Ethereal”, uno más interestelar y psicodélico, riff pegado y ritmo mantenido, con un público atento y estimulado, por cierto, no exageramos al decir que ‘Quasar’ (2016) es un viaje. Sin embargo, el público no quería irse y pidió más, por lo que la banda regaló dos canciones pertenecientes a ‘Enlace’ (2007), cerrando así con “Viaje Astral” y “7 Días”.
La jornada fue tal cual lo exponía su afiche promocional como un concierto espectacular, una cita doble que llenó de orgullo a los asistentes y seguramente a los músicos, quienes pudieron ver de cerca a sus más fanáticos, a sus colegas y medios de comunicación que esperaron ansiosos para entregarles el reconocimiento que merecen por haber ganado el Premio Pulsar a Mejor Artista de Metal. Hoy son un referente musical internacionalmente, impecables en vivo, son grandes y son nuestros. Nos unimos a las felicitaciones para Crisálida y Claudio Cordero Trío.
A continuación, dejamos el setlist de ambas bandas y te invitamos a ver el registro fotográfico realizado por Carolina Cañón en el siguiente enlace:
Setlist Crisálida en Sala SCD Mall Plaza Egaña 19/08/17
- Morir Aquí
- Cabo de Hornos
- Kawesqar
- Bosque Triste
- HidroMachi
- Araucana
- Mi Libertad
- Solar
- Raco
Setlist Claudio Cordero Trío en Sala SCD Mall Plaza Egaña 19/08/17
- 1.21 GW (Intro)
- Outatime
- Quasar
- R’lyeh
- Čas Na Pivo
- Zenith
- Ocaso
- Megalodon
- Ethereal
- Viaje Astral
- 7 Días