Pasadas las 18:00 horas y bajo un sol implacable, se abrían los accesos al Movistar Arena. La elipse del Parque O’Higgins era testigo de la paulatina llegada de fanáticos y seguidores de la banda más importante del Metal Progresivo, Dream Theater. Con una trayectoria de más de 30 años, no es raro ver un par de generaciones congregadas, en muchos casos un fanatismo heredado hasta en los mismos genes. Familias completas, jóvenes e incluso niños, todos dispuestos y ansiosos por ver este ansiado espectáculo.
Con aproximadamente doce minutos de retraso se apagaron las luces y bajo una ensordecedora ovación, las animaciones empiezan a correr por la pantalla gigante. La música incidental emotiva, más las imágenes futuristas, anticipaban el ingreso de los músicos a la escena. “Untethered Angel” se transforma en el inicio del último concierto de la gira. Un sonido sólido, sobre todo el de la guitarra monstruosa de Petrucci, hacen retumbar la cúpula. Al contrario, un inicio frío por parte de James LaBrie anticipan un desempeño complicado para un show de extensa duración.
Luego de la intensa “A Nightmare to Remember”, la primera pausa es aprovechada para recordar la primera visita a nuestro país y también destacar el actual lleno total, con más de 15.000 asistentes. Vinieron así “Fall Into the Light” y “Barstool Warrior”, la favorita del público del último disco de la banda.
Da la idea que el sonido empezaba perder definición, sobre todo en los pasajes de más intensidad. Myung y Rudess como siempre sólidos y ensimismados, entregaron su mejor interpretación, claramente aplaudida a cada instante por los miles de fanáticos, quienes bajo el amparo de cientos de notas y una sincronía absoluta, logran un estado de trance e inmutabilidad.
“In The Presence of Enemies, Part I” se transformó en el punto destacable de la primera parte, reflejo de una etapa más creativa y de mayor comunión entre los miembros de la banda. Los primeros compases de “Pale Blue Dot” nos muestran a un Mangini cercano a una máquina, técnicamente programada para la rapidez y la precisión. A estas alturas el sonido ya se ve corrompido por el exceso de nivel, donde el más perjudicado es el mismo baterista, pasando a un lugar rezagado en la mezcla general, donde la caja era prácticamente el único elemento perceptible.
La música de los años 20, sirven de intermedio y nos permite la reflexión. Una primera parte implacable, al hueso, algo que los fanáticos más jóvenes disfrutaron mientras muchos esperaban sin duda la segunda parte del show. En ese contexto, Petrucci asumía el protagonismo frene a los claros ripios en lo vocal y en la mezcla.
Finalmente llega la esperada cuenta regresiva, coreada y gritada a todo pulmón por los asistentes, haciéndose latente una vez más la complicidad de la banda con el público chileno y la gran satisfacción de poder escuchar por fin el disco más querido por los fans alrededor del orbe: ‘Metropolis Pt. 2: Scenes from a Memory’ es coreado en todo instante por los fanáticos, el trabajo de iluminación es perfecto y magnifica ciertos momentos emotivos le la obra. Los pasajes instrumentales del segundo acto, en específico de “Home” y “The Dance Of Eternity” son aplaudidos y ovacionados, así como los momentos más íntimos como “One Last Time” y “The Spirit Carries On” que llegan a emocionar, destacando una mejoría en la interpretación de LaBrie, pero en los momentos de menor demanda interpretativa.
El trabajo instrumental de los históricos es extraordinario, pero destacable es la performance de un Petrucci inspiradísimo, prácticamente con una ejecución perfecta y con un feeling para recordar. Rudess por su parte siempre transitó por los derroteros del virtuosismo clásico y la modernidad al usar un iPad de donde salen un sinnúmero de sonidos y texturas, pero sin ahogarnos con miles de notas.
Sin muchas sorpresas, en su espacio, Myung se muestra siempre sólido y leal a sus dones y destrezas y con un sonido superior en comparación a visitas previas. Mangini, claramente un superdotado del cual no dudamos de sus capacidades técnicas, fue el perjudicado de la noche por una mezcla mezquina donde se privilegió el volumen versus la definición. El caso de LaBrie es complejo, no le jugó a favor estar resfriado, pero anteriormente tampoco se ha visto en buena forma, aunque siempre se agradece el coraje de no hacerle el quite a obras exigentes y técnicamente demandantes, lo que es un arma de doble filo.
“Finally Free” es un caso especial, ya que es el cierre de este veinteavo aniversario, y si bien termina en lo más alto el querido SFAM, algo que muchos disfrutaron igualmente, la intervención final de Mike Mangini fue extraña, a destiempo y con mal sonido, sin dejar espacio para apreciar sus intenciones, lo que se tradujo en miradas dudosas entre los asistentes y un quiebre en el emotivo momento.
Tras “At Wit’s End” empleada como un bis prácticamente inocuo, para la cual muchos no se quedaron, y aun con los últimos sones de Metropolis Pt. 2 en la memoria, se cierra un nuevo capítulo en esta historia, con altos, bajos y tensiones, sensaciones amargas, euforia, alegría y un sinnúmero de emociones que sin duda hacen justicia a lo que Dream Theater genera en su amplia gama de seguidores.
Puedes ver nuestra galería completa en el siguiente link. Fotografías por Julio Celis Fredes.
Rodo
16/12/2019 at 19:38
Pa mi que mangini en finally free o: 1. Hizo tiempos matematicamente muy complejos, que a la larga no suenan bien musicalmente o 2. Tenía mala mezcla de sonido en su retorno y se perdió en los tiempos
Lo bueno es que fui al concierto con amigos con sus buenas chelas en el cuerpo asi que bacilamos y nos cantamos todas las canciones, disfrutamos mucho pese al sonido mal mezclado!
Frann Arnd Crd
16/12/2019 at 20:49
Soy un viudo de portnoy y con mayor razón se notó su falta en finally free,mis respetos a mangini es una maquina pero le falta un feeling tremendo con dt y los demás temas poco cariño por los clásicos!!
Carlos Albornoz
16/12/2019 at 21:05
vacilé todos los temas, pero no hay lugar a dudas que se escuchó como el reverendo pico, el culiao que manejaba las camaras cuando Myung se tiraba los solos mostraba cualquier wea menos a el, ojalá saquen el video con sonido decente…