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CLSK Review: Focus en Chile – Conjugación de Carisma y Talento Musical

Por

Daniel

Publicado el

08/04/2014

Para algunos que por primera vez tendrían la oportunidad de ver a Focus en vivo, es posible que no supieran bien a que iban, pero sin duda sabrían que la banda es dueña de un sonido increíble que no podía dejarse pasar. Lo que se vivió ayer en el Caupolicán fue una muestra de un remarcable talento musical y de vertiginosos cambios de ritmo que nunca se sintieron bruscos.

Dando las 20:10 hrs., Focus sale a escena guiados por el gran Thijs van Leer, sin duda el líder del grupo en vivo, pues él era quien manejaba los tiempos y los ritmos. Desde un inicio se demostró que a pesar de los años y las modificaciones en la formación, el grupo sigue sonando igual de bien que en sus primeros años, tal vez con un sonido un poco más cercano al metal, gracias al aporte del guitarrista Menno Gootjes.

Un show fue un recorrido por los clásicos del grupo y, obviamente, canciones más nuevas, con Thijs van Leer haciendo de anfitrión e interactuando constantemente con el público, ya sea mediante sus gestos y expresiones o presentando los temas con la historia detrás de cada una de ellas, como por ejemplo cuando tenía alrededor de 6 años visitó la Catedral de Estrasburgo y quedó tan encantado con la música que salía de ahí, que años después compuso una canción sobre ella.

Por su parte, Pierre van der Linden parecía que tuviera 30 años y no 68: la energía con que tocaba la batería era extraordinaria, sin pifias y su solo estuvo sorprendente. Por otro lado, con más de 10 años en el grupo, Bobby Jacobs dio luces de una completa integración, algo que en este tipo de grupos siempre puede ser compleja. Si bien ambos músicos tienen tal vez un rol más secundario en comparación a Gootjes o al mismo van Leer, no se puede desmerecer el aporte y la entrega mostrados en el espectáculo.

“Focus II”, “Eruption” y “House Of The King” dieron inicio al concierto, clásicos del grupo que provocaron que el público, con un promedio de edad un poco más alto que el de los conciertos que cubrimos generalmente, se fascinara de inmediato.

Luego vino la presentación de “Aya-Yuppie-Hippie-Yee”, de Focus IX (2006), que si bien, no era tan conocida como las anteriores, fue seguida con la misma energía por parte del público y cada expresión de van Leer en el micrófono era aplaudida fuertemente. Con “Sylvia” volvieron los clásicos más conocidos y acompañados del público aplaudiendo de píe.

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Antes de seguir, unas palabras sobre van Leer: han pasado los años y su talento no decae, lo que anoche quedó más que claro con sus intervenciones en el teclado y la flauta, que sonaron de una manera excepcional. Y a propósito, en un momento van Leer, mientras tocaba la flauta traversa se alejó del micrófono y comenzó a tocar sin amplificación, lo que provoca un silencio inmediato en todo el Teatro Caupolicán; el artista desaparece tras el escenario y de repente sale por un costado para empezar recorrer el recinto al son de la flauta, y mientras avanzaba, el público comenzó a seguirlo, casi como una procesión. Van Leer es un verdadero showman, y en esta presentación no quedó duda alguna de aquello.

Van Leer vuelve al escenario y comienza a hacer sonar el teclado con la clásica introducción a “Hocus Pocus” y todo el público se pone de pie; el frontman, aprovechando la euforia, logra que el público haga los sonidos característicos de la canción, la cual puso término a la primera parte del show dejando libre el escenario, pero para ser ocupado casi inmediatamente e interpretar “Focus III” y “Answers? Questions! Questions? Answers!”

Que más se puede decir del tremendo espectáculo de Focus, banda a la cual poco se le puede reprochar, que en 2 horas tocó sus clásicos de siempre y además, como es usual, aprovechó de promocionar su último disco. Lo que se vivió anoche fue una tremenda muestra musical y que no es necesario ser joven para tocar con pasión y talento, y que la connotación de “viejos cracks” es una demostración de respeto, pues lo seguirán siendo siempre, aunque pasen los años.

Tal vez, los únicos puntos bajos de la velada fueron, por una parte, el poco público, dado que el Teatro Caupolicán estaba a un cuarto de su capacidad y sin duda una banda con la trayectoria de Focus merecía mucho más que eso y, por otro lado, no faltaron quienes en un arranque de creerse camarógrafos profesionales, grabaron muchas partes del concierto, tapando la visión del resto del público, en especial en Hocus Pocus, pero esa ya es batalla perdida que de igual manera no afecta la calidad entregada por los artistas.

Setlist Focus en Chile