A pesar de llevar trajín en cuanto a presentaciones en nuestro país, podemos decir que cada año que pasa, más contundentes se vuelven sus shows, aunque no hayan mostrado su lado más pesado en el setlist del domingo. Con un personaje como Randy Blythe de frontman, quien destaca por su extrovertida personalidad e inagotable energía, ya no hay forma de bajarle las revoluciones a Lamb Of God.
Hora y cuarto fue suficiente para dejar la vara alta en nuestros oídos para quienes se presentarían después, con un sonido acorde a sus buenas ejecuciones instrumentales y un público que lo entregó todo, literalmente. Tuvieron un comienzo relativamente mesurado con “Walk With Me In Hell”, pero prontamente todo se iría al carajo cuando comenzó la batería de “Still Echoes”, perteneciente a VII: Sturm und Drang (2015), porque más allá de ser la primera vez que la tocaban en suelo nacional, fue notable la potencia que le suma en vivo cada integrante a la sonoridad final.
Ya avanzados los minutos, el cansancio aún no se apodera de ellos a pesar de ser unos cuarentones, es mas, de sólo verlos en acción daba esa sensación de cansancio empático. El show continuaba con “Hourglass”, uno de sus cortes más brutales perteneciente a Ashes Of The Awake (2004) y una ejecución impecable de “Descending”, digna de toda la energía que entregaba el mosh bajo el Escudo Stage 2.
Llegaba el momento del adiós con dos clásicas canciones que siempre salen en este momento. Primero “Redneck”, la que nos dejó en estado se asombro al ver que Joe Duplantier (Gojira) se iba a hacer cargo del coro, sumándole tonos graves y limpios a la vez; ¡cuanta potencia tiene esa voz! Como último deleite, “Black Label” hizo los honores de cierre, coreada y saltada de principio a fin, con una pequeña participación de Mario Duplantier (Gojira) en batería. Así, tal cuál.
Esta complicidad entre Gojira y Lamb Of God es de la que uno habla cuando de ventajas de los festivales se trata: poder innovar y compartir escenario con otros músicos. La idea es jugar y pasarlo bien, intercambiar roles y dejar que la imaginación se concrete en esos pequeños detalles. Gracias a ambos grupos por atreverse a hacerlo y esperamos que en un futuro esos gestos sean más frecuentes, porque nos vuelan la cabeza.
Los estadounidenses se llevan el premio a la banda con más actitud dentro del Santiago Gets Louder, pero lo importante es que no son sólo una máquina de movimientos y música, sino que también fueron carismáticos en todo momento. El universo los premió con poder tocar al aire libre en el mejor momento del día: un naranjo atardecer donde la cordillera se vio en todo su esplendor.
Te dejamos con el registro fotográfico de este momento en nuestra CLSK Galería, además de la playlist con el setlist* que Lamb Of God eligió para su presentación en el SGL.
A ustedes ¿qué les pareció este show?
*Excepto por “Ruin” y “Vigil“.
Cristian
30/09/2015 at 16:26
Así, tal cuál.
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