Una noche de calma “acústica”, así se puede resumir lo vivido ayer en el escenario del Teatro Cariola, donde se presentó Crisálida y Therion en formato más pausado, con una gran cantidad de público y un sonido bastante distinto a lo acostumbrado.
Todo comenzó con Crisálida y “Atacama”, con la guitarra de Damian Agurto un poco incomoda pero con gran actitud y de muy buen sonido, mientras los asistentes entraban al teatro y se acomodaban en sus asientos numerados. Es importante mencionar que la gente llegó temprano y pudo apreciar el show de los nacionales íntegramente, cosa que no se ve muy a menudo en eventos con bandas internacionales, lo que agradecieron más tarde.
“Lágrimas Negras” y “Bosque Triste” siguieron en el tono desenchufado de la noche que avanzaba muy tranquilamente, con el público absorto en la atmósfera, casi sin reacción alguna frente a la música que Crisálida entregaba con una claridad magistral, sonando el bajo de Braulio de una forma increíble y la batería del maestro Rodrigo Sánchez destacando con fuerza pero sin exagerar, dejando espacio a la voz de Cinthia para que todo sonara claro y sin saturaciones.
“Violeta Gris”, “Morir Aquí” e “Hidromachi” terminan el espectáculo de los nacionales, con un cambio de guitarra por una cuerda rota y una concurrencia un poco fría, pero con Crisálida entregando energía propia, sin adornos y con un sonido acústico muy bien logrado.
Luego de un breve lapsus de instalación de equipos, aparece Therion para continuar con la noche “acústica”. Si bien Therion es una agrupación muy obscura, con su tono nórdico gótico y su atmósfera lírica medieval aflorando desde sus cimientos, esta vez no se vio así, se perdió emoción, identidad y sobre todo fuerza, demostrando que esta idea de tocar en modo acústico no siempre funciona cuando se tiene al frente a un público muy apagado y que solo quería estar ahí por “obligación de fan”, lo que repercutió en la puesta en escena y en el modo en que la banda se expresó frente a los clásicos interpretados.
“Son of The Sun” abre la presentación, siguiendo con “Ljusalfheim”, “Vanaheim” y “Nifelheim”, con pequeños problemas de saturación y con los artistas sentados cada uno en su posición, tocando y cantando de forma casi automática, algo muy extraño en conciertos de este tipo.
“Abraxas” continua, para luego dar paso a “The Siren of the Woods”, uno de los temas que si sonó a Therion, con esa obertura clásica y la voz de Thomas Vikström, la banda pudo transmitir su identidad a los asistentes que, con un aplauso y una tenue ovación, agradecieron el esfuerzo. “Draconian Trilogy” aporta más intensidad, pero con un sonido muy poco claro y saturado. “The Dreams of Swedenborg” y “Lemuria” dan paso al tema que destapa la emoción finalmente: “To Mega Therion” hace despertar a la gente y se mueven los brazos finalmente con el coro de ese gran clásico.
“Quetzalcoatl” cierra el concierto y termina con la gente mucho más animada frente a los suecos, quienes se despiden para volver después de un muy breve encore, finalizando con “Black Fairy” y el poder vocal de Thomas al máximo.
En resumen, un concierto extraño, con poco compromiso y con reacciones muy variadas en el público, ya que hubo fans que disfrutaron completamente el show, y otros quienes no se movieron ni un solo centímetro de sus asientos ni de sus smartphones. Importante es hacer notar la actitud de Nalle “Grizzly” Påhlsson y Christofer Johnsson quienes ni siquiera se mostraron entretenidos.
Punto aparte el excelente show de Crisálida, quienes mostraron ser muy potentes en este formato.
Setlist Crisálida, Teatro Cariola, Santiago, Chile, 24 de noviembre 2015.
Setlist Therion, Teatro Cariola, Santiago Chile, 24 de noviembre 2015.