La reunión que nos convocó el sábado recién pasado tuvo un sabor agridulce, porque siempre es bueno escuchar en vivo a una de la bandas que marcó el rumbo del metal para siempre, pero a la vez sabíamos que esta sería la última vez que tendríamos la oportunidad de presenciarlos. La gira “The End” los ha llevado por casi todo el mundo y los trajo nuevamente a Chile con la intención de dar el último adiós a sus fanáticos.
Como el concierto era más bien una fiesta de despedida, la cita comenzó con Yajaira, quienes tocaron frente a un público que recién empezaba a llegar y que de seguro no quería perderse detalle. Con el sonido grave que los caracteriza tras la oscura fusión entre stoner y psicodelia, dijeron que representaban a las bandas latinoamericanas y varios de los presentes los disfrutaba en sus éxitos más conocidos como “Las Cruces” y “Muerte Astral”.
Luego continuó Rival Sons, quienes fueron invitados personalmente por Black Sabbath a recorrer todos los escenarios junto a ellos y desde el momento en que comenzaron a tocar entendimos el porqué. Es una banda que goza de autenticidad y se la juegan por un rock más blusero y casi originario del rock and roll, con sonidos que no pretenden ser ambiciosos, sino que son genuinos y la voz de Jay Buchanan es una prueba de ello. Con una batería pequeña, Michael Miley es capaz de crear una atmósfera que cautiva y que dejó a varios con ganas de más, son una banda que definitivamente debería volver en solitario porque el exceso de energía que ellos tienen y la respuesta del público así lo demuestra.
Casi a las 21:00 horas, se apagan las luces y se proyecta una animación digital de máxima calidad que representaba el mundo en caos junto al nacimiento del mismo diablo en la tierra, dándole una digna bienvenida al escenario a los legendarios de Black Sabbath. Con el característico sonido de lluvia y campanas, abren con su canción homónima, desatando la euforia en el público y mostrando de principio a fin que a pesar de los años, ellos siguen siendo los buenos músicos de siempre.
Cuando ya la atmósfera estaba teñida de oscuridad, fue momento de “Fairies Wear Boots”, descargando toda la versatilidad musical que posee, influenciada por los sonidos clásicos del rock hasta el incipiente heavy metal que Ozzy y compañía nos entregaron en el año 70 en su álbum ‘Paranoid’. “After Forever” fue un placer para los más adultos del Nacional, quienes rememorando el pasado, la corearon y disfrutaron a su antojo.
Si la intención de la banda era conmocionar al público, lo logró con creces en “Into The Void”, donde la guitarra de Tony Iommi se luce en su cadente e imparable ritmo, acompañada de los pequeños redobles de la batería. Aquí es donde las bengalas comienzan a aparecer y el espíritu que a todos nos convoca se hace presente en el saltar al unísono. Un pequeño respiro nos da la estúpida y sensual “Snowblind”, que además de sonar increíble, fue una reminiscencia a la psicodelia que formó parte importante de la banda desde sus inicios.
Comenzaron a sonar las sirenas, aparecen los recuerdos del 2013 en el Monumental y los espíritus se liberan al son de “War Pigs”, un tema ícono del metal que define a la perfección lo que significa Black Sabbath para la historia, el quiebre entre un rock más bien volátil y de estructuras libres a unos sonidos más concentrados, graves y fuertes, siendo el indiscutido nacimiento del heavy metal.
“Behind The Wall Of Sleep” y “N.I.B.” sonaron consecutivamente al igual que en el primer disco homónimo de la banda y con toda razón, ya que juntas son un perfecto complemento y hace sentido su continuidad gracias al solo de Geezer Butler en el bajo, fusionando ambos temas como si de uno se tratara. La otra pareja de la noche fue “Hand Of Doom” y “Rat Salad”, que también sonaron como en su versión original, lo que se transforma en un placer para los oídos porque da la impresión de estar escuchando el disco en vivo, con una reluciente y extensa ejecución de Tommy Clufetos, un solo muy parecido al del 2013, pero en realidad qué diablos importa porque su maestría llega a ser presumida en su mostruosa e inabordable batería.
Con “Iron Man” la energía volvió a tomar posesión de los cuerpos gracias uno de los riffs más populares del metal, donde el público no pudo evitar corear incluso los sonidos de la guitarra de Iommi. Cuando el rock psicodélico se transforman en canción surge “Dirty Women”, la que es casi una calma antes de la tormenta que llega con “Children Of The Grave”, donde el mosh se armó, la masa saltó, gritó y se dejó llevar por toda la potencia de Black Sabbath en vivo.
El último adiós vino de la mano con “Paranoid”, donde no hubo descanso alguno para nadie porque la banda dio sus últimas reservas de energía al igual que el público, quienes sabiendo que era el final de una historia, no quiso ser menos y lo entregó todo. Se dio por finalizada la fiesta de despedida de la banda que cambió el rumbo de la música, a quienes le debemos mucho de lo que hoy escuchamos e incluso de la estética del estilo.
Si bien no fue una presentación tan enérgica como la del Monumental y no alcanzó la calidad del sonido de la presentación en su visita anterior (elemento aún recordado por muchos), sí fue un deleite y una elegante despedida de parte de los caballeros del metal, quienes no se desgastaron en correr por el escenario ni interactuar en demasía con el público como antaño, porque toda su concentración estaba en dar un espectáculo sin imperfecciones y con una vitalidad que no se mide en lo físico, sino que casi en lo emocional.
El apoyo audiovisual y los efectos en la proyección fueron parte importante, porque demuestran que se han adaptado a nuevas tecnologías y que a pesar de ser su última gira, no quisieron dejar cosas a medias e hicieron todo lo posible porque fuese algo inolvidable. Fue un concierto que estuvo más cargado a la psicodelia que al heavy metal mismo, recordando el origen de Black Sabbath lo que puede generar diversas opiniones, pero lo que sí dejó tranquilos y satisfechos a la mayoría es tener la oportunidad de festejar junto a una banda que entre altos y bajos estuvo medio siglo cumpliendo su misión.
Te dejamos el espacio abierto para que nos des tu opinión y como siempre ponemos el setlist de Black Sabbath a tu disposición.
Fotografías por Carlos Müller.
Nelson Silva Apiolaza
20/11/2016 at 20:07
Hand of Doom y after forever lo mejor de la noche
Matias D. Epul Vega
20/11/2016 at 21:04
La última misa negra en Chile, espectacular…
oscar
22/11/2016 at 00:25
he tenido la suerte de ver a black sabath las ultimas 3 veces
con Dio en movistar , con ozzy en el monumental y en el nacional
en las 3 en la misma ubicacion y puedo decir que lejos la mejor presentacion fue la de ahora .
por puesta en escena con la pantalla de alta resolucion y con un sonido demoledor .
realmente fue un show de despedida y a la altura de lo que esperaba .
saludos a la loca TUTA que aguanto estoicamente y casi se me desmaya .