En nuestro país hay devoción por los artistas, pero eso se ve demostrado principalmente cuando llegan a nuestro país con sus bandas y formaciones completas, pero pareciera que eso cambia cuando se presentan artistas en solitario, como es el caso de Russell Allen en Chile ayer domingo 4 de junio, quien entregó un show dinámico y entretenido en la Sala SCD del Mall Plaza Vespucio, acompañado por Benjamín Lechuga, Felipe “Pipo” Cortés, Nicolás Quinteros y Marcos Sánchez, músicos chilenos que, obviamente, estuvieron a la altura del invitado principal.
Benjamín Lechuga
A la hora indicada, y disculpando el retraso de la clínica que anteriormente diera Allen para un puñado de fanáticos, el show comenzó con los músicos chilenos ingresando al escenario para luego recibir a Russell, quien con lentes oscuros, comenzó tributando a Ronnie James Dio con “Stand Up and Shout”, un clásico del heavy metal que sentaría las bases de lo que sería la velada, obteniendo una respuesta fuerte y enérgica del público que inmediatamente se puso de pie, sin importar las butacas.
La noche se volvió íntima y bastante relajada ya que Allen se tomó el tiempo de hablar y comentar su experiencia como vocalista, algo que ya había hecho más extensamente en su clínica, contándole a los asistentes que le gustaba mucho la música, el entretenimiento y estar al frente del público, en especial cuando se trata de rendir homenaje a artistas de la talla de Dio, alguien al cual declaró “amar”. Es por eso que también sonó “Kill The King” (Rainbow) y otros clásicos de la talla de “Tie Your Mother Down” (Queen), “Fool For Your Loving” (Whitesnake) y “Rock N’ Roll” (Led Zeppelin) al final de la jornada, sandías caladas que permitieron ver el desplante vocal del californiano y el estallido de los asistentes.
Russell Allen en Chile (2017)
Hubo un momento más emotivo en el cual recordó a su amigo A.J. Pero, fallecido baterista de Twisted Sister y Adrenaline Mob, y se refirió al autismo de su hija, todo en el contexto de cómo las vivencias personales le ayudan a componer, escuchando “Crystal Clear” y “All On The Line”, ambas de última banda, bajando un poco las revoluciones de una intensa presentación y acercándose así más a los presentes.
Pero la cosa estaba clara: los fanáticos esperaban algo de Symphony X y “Sea of Lies”, “Of Sins and Shadows” y “Paradise Lost” fueron las elegidas para deleitar a la concurrencia y en las cuales pudimos ver a la alineación chilena en totalidad, comprobando que los músicos nacionales no tienen nada que envidiar a artistas internacionales ya que el sonido era de una calidad excelente, algo obvio, dado los nombres que comandaban los instrumentos.
“¡Nunca había tocado con estos tipos!” señaló Russell Allen sorprendido por el desplante de los músicos, con quienes se vio cómodo y relajado como para decirle a Lechuga que debía dejarse el pelo largo, darle una palmada en el trasero a Marcos Sánchez mientras gritaba “¡Al Tiro!” y pasarle una botella de vino a Felipe Cortés luego de tomar un largo sorbo desde la misma.
Russell Allen en Chile (2017)
Comentarios Finales
Si, el show fue corto, pero así estaba programado. De todas maneras fue suficiente para satisfacer la necesidad de estar muy cerca de un gran vocalista y un gran frontman, quien al tener un talento envidiable, pudo desempeñarse a cabalidad aun cuando su viaje fue muy rápido y había dormido bastante poco la noche anterior, según lo contó durante la presentación.
No olvidemos a los artistas nacionales: Benjamín Lechuga se lució con cada una de las guitarras que tuvo en sus manos; Marcos Sánchez era uno de los más entretenidos en el escenario, haciendo también segundas voces; Felipe Cortés siempre con una energía y potencia que muchos querrían, y Nicolás Quinteros, quien si bien tuvo una participación más reducida, fue más que preciso para aportar un sonido sinfónico a la presentación, algo que sin duda se habría extrañado de no ser por su presencia.
Russell Allen en Chile (2017)
Un vocalista de lujo y una banda al mismo nivel es el resumen de un espectáculo sencillo, pero con exceso de talento que no fue exacerbado, dejándonos con un sabor más que agradable en la boca y con una sonrisa en la cara. Quienes no fueron, se lo perdieron, y en grande.
Puedes ver la galería completa de este evento en el siguiente link. Fotografías por Julio Celis Fredes
