‘The Cocoon’ se titula el álbum solista del guitarrista y compositor Richard Henshall, también responsable de la creación de la mayoría del repertorio más temprano de la aclamada banda inglesa Haken. Como es lógico y tal como se esperaba, Richard interpreta magistralmente todas las pistas de guitarra y teclados, dejando la responsabilidad del bajo a su compañero de banda Conner Green y la batería al estadounidense Matt Lynch, quien aporta toda la solidez y sutileza, desde el metal hasta el jazz-fusión, sin ningún problema.
“Pupa” ocupa el primer lugar en la lista de canciones, debido a su corta duración sirve de introducción y transición al segundo track. De forma muy natural y fluida logra conectar una serie de riffs pesados, al más puro estilo Djent con “Cocoon”, un extenso segundo tema dividido en varias partes. Instrumental y armónicamente bastante complejo. El momento más relevante de esta canción es la sección cercana al minuto 6’ que inicia con un solo de piano eléctrico, pasando por un solo de saxo que recorre extensas frases y escalas de be-bop. Todo muy cercano al Jazz Rock.
“Silken Chains” posee claras influencias de Steven Wilson, con un tratamiento más ambiental y una estructura tonal menos compleja que lo anterior. Sin tanta estridencia, aparecen elaboradas frases de piano y arpegios en guitarra, diluidos en delays y atmósferas creadas con sintetizador. Por su parte, “Limbo” es una breve y suave pieza, cadenciosa, con una progresión de acordes bastante simple pero muy emotiva y se encuentra en la misma línea atmosférica que su antecesora.
En “Lunar Room” intervienen Jessica Kion y Ben Levin en voces, además del hábil guitarrista italiano Marco Sfolgi, turnándose en solos con Henshall. De lo que va del disco es lo más progresivo, entendiendo progresivo como sinónimo de desarrollo temático y riesgo en la misma ecuación. Ahora, en dirección hacia un progresivo más clásico, con influencias de King Crimson, Genesis o Rush, el quinto track se transforma en lo más excepcional del disco, explorando incluso en terrenos del Pop y el Hip Hop.
“Twisted Shadows” continúa en esta misma línea de experimentación y de innovación, que además cuenta con ilustres invitados. Jordan Rudes y Ross Jennings participan de forma muy concisa, pero con un resultado interesante y dentro de los esperado. El tema transita por diferentes estilos; Funk, Metal, Progresivo y Jazz. A ratos quizás, un poco inconexo, pero de todas formas instrumental y musicalmente exquisito.
“Afterglow” es la última canción del disco: La guitarra es protagonista en la introducción, con un sonido limpio y cálido, directo al amplificador. Como buen final cuenta también con la emoción y solidez necesarias, cerrando de muy buena forma un trabajo de una muy alta calidad musical e interpretativa.
‘The Cocoon’ de Richard Henshall: avanzando con pasos firmes
Si analizamos en lo macro este trabajo, en cuanto a sonoridades, riffs y estilo de composición, el disco está muy próximo a ‘Affinity’ (2016) y ‘Vector‘ (2019), tan así, que en algunos momentos es como estar escuchando una canción de Haken, pero a la vez es interesante como Henshall sabe apartarse de esta fórmula en el momento preciso. Para ser justos, también se nota un deseo de arriesgar e ir un poco más allá de sus dominios. Un ejemplo de esto está en lo musical y la exploración que realiza por diferentes estilos, algunos incluso, bastante alejados del rock. En lo práctico, es su estreno como cantante principal y en lo técnico, el tratamiento que le da a su voz, siempre enmascarada, llena de efectos, casi robótica, llega a sentirse como si fuera un instrumento más.
En resumen, ‘The Cocoon’ es un álbum complejo, sólido y compacto, con momentos muy densos y técnicos en la ejecución y otros llenos de emotividad y atmósferas relajantes. Para los fanáticos cuenta con pasajes muy Haken y para los que esperan algo más, posee un bloque final de tres canciones excepcionales.
Sebastian Mendoza Romero
21/08/2019 at 13:36
A mi me pareció la mezcla perfecta entre HAKEN y Nova Collective (la banda de él con el bajista de Between The Buried And Me), lo que encontré genial. Buen disco.
José Francisco Carvajal Browne
21/08/2019 at 17:18
Disco del año.