Ha pasado un tiempo desde el lanzamiento de la más reciente placa de Delta y hoy te dejo mis impresiones, después de escuchar el disco muchas veces. Si bien no pude estar en el lanzamiento en vivo del disco, no quiere decir que no tenga palabras para describir lo esta banda ha conseguido. Si, acá siempre vamos un poco más tarde, pero vamos igual.
El disco abre con “Gemini”, con una atmósfera intrigante que nos lleva arriba rápidamente. Destaca inmediatamente la línea de bajo de Marcos Sánchez que aporta inmediata frescura al corte. Apenas aparecen los teclados de Nicolás Quinteros, el ánimo sube para volverse indudablemente progresiva y más teatral, por decirlo de alguna manera. No hay duda de que es un temazo que a medida que se acerca al final incluso tiene solos de guitarra muy potentes.
“At last”, se alimenta su inicio con una postura clásica de la mano de la maestría y técnica en el piano de Quinteros, para luego convertirse en un corte directo, “oreja”, muy entrecortado y donde nuevamente se conjugan todos los elementos que caracterizan a Delta: Es así que Paula Loza lidera con una tremenda voz, Victor Quezada entrega un solo de guitarra lejos del exceso, muy emocionante, lo cual da paso a los teclados inmersos en un proceso que va creciendo para rematar con el riff donde el Marcos Sánchez también salta a las luces. Definitivamente otro tema que será importante parte del repertorio de la banda.
“The Tower” es otro de esos temas que habíamos escuchado hace mucho y también tiene esa actitud épica desde el primer momento, especialmente por el uso de teclados podría suponer que el corte estará comandado por el metal sinfónico, pero hasta el momento en que aparece la voz de Paula nos metemos en terreno directo, fresco, potente y acelerado, lo que acerca encamina al tema hacia un metal moderno e impecable. Se nota el cuidado trabajo en el sonido y en los detalles, donde siempre se pueden escuchar pequeños elementos que aumentan la atmósfera del disco.
“So Wrong!” llega en español y, personalmente, creo que la voz de Paula luce más aún, pero es una sensación personal al escuchar mi lengua nativa. De todas maneras, a pesar de haberla escuchado hace mucho, se siente distinta al tenerla inserta en el panorama del disco completo. Delta tiene una estructura que se comienza a notar más claramente, o al menos para mi, en que los cortes parecieran ser sencillos, pero muestran su lado intrincado a medida que nos acercamos al centro de la canción. Y esto funciona muy bien, porque las expectativas van subiendo y finalmente son satisfechas perfectamente.
“The Great Dilemma” demuestra inmediatamente que será una pieza importante del disco y la verdad es que más allá de un tramo muy corto al inicio, no baja nunca su intensidad y pareciera ir sobre rieles a un destino esperanzador, más allá del conflicto que se plantea en su letra. También se siente como uno de esos temas importantes en el disco y que de seguro en vivo se disfrutan mucho.
“To Find The End” pone paños fríos al principio, pero es más oscura, íntima y evidentemente la más introspectiva de lo hemos escuchado antes en el disco. Por su parte “The Humanest” es otro corte que podría meterse en diversos estilos, pero me quedo con que se siente innovador y audaz, ya sea por la poderosa voz, por la velocidad, por los elementos sutiles, por los gritos, por los toques líricos y por un riff muy, muy pegajoso.
“Deeper Than the Deep” es otro corte que recoge los ritmos entrecortados y los hace suyos de la mano de una voz muy poderosa, y que arroja pausas dentro de un carrusel de emociones aún cuando tampoco baja la intensidad.
“Cosmic Reverie” es una maravilla, pareciera ser parte de un videojuego o de una película de ciencia ficción clásica, la introducción perfecta para “Cosmic Voyager”, la última pista de la placa y que también se siente muy cercana al metal progresivo de los 90: viene a ser un cierre por lo alto, que se centra más en la melodía que en los riffs, donde el piano y los teclados son la columna vertebral de, para mi, la joyita del disco, especialmente para quienes gusten de algo más épico, instrumental e inherentemente clásico.
Si hablamos de Delta y considerando los cambios que han tenido en su historia, personalmente podría decir que este disco es una absoluta evolución: es metal progresivo en la base, pero sabiendo mezclar elementos más modernos y muy, muy emotivos, especialmente marcados por un versátil trabajo vocal.
Con ‘Gemini’ Delta ha avanzado en su carrera, entregándonos un álbum cargado de emociones dónde la introspección y la energía van de la mano del virtuosismo, pero sin caer en las exageraciones propias del género progresivo. El disco es sólido y las atmósferas están muy bien tratadas para invitarte a escuchar el disco completo de principio a fin. Es un viaje más que agradable.
No me queda más que felicitar a la banda por un excelente trabajo, en todas sus dimensiones.