Tras un silencio discográfico de más de 8 años, Claudio Cordero ha vuelto con su más reciente trabajo de estudio, Quasar, para confirmar su vigencia y su sitial como parte importante del G3 chileno. Lo que nos entrega en esta ocasión es un disco lúcido, con algunos matices de sus trabajos previos pero con una evidente evolución hacia un sonido más maduro y con sello propio.
Tras la breve introducción de “1.21 GW”, “Outatime” entra de lleno con un riff avasallador de Cordero acompañado por el potente bajo de Mauricio Nader y la veloz batería de Felipe Cortés; un tema muy en la onda Paul Gilbert que da paso a una sección central más reflexiva con la guitarra siempre como protagonista. “Quasar” es un corte de 8 minutos mucho más técnico, en la veta del metal progresivo que crece poco a poco y conecta muy bien con “R’lyeh”, la que inevitablemente nos recuerda a Meshuggah y Animals As Leaders, sin duda una de las canciones más vertiginosas del álbum.
En “Cas Na Piva” nos encontramos con un Cordero mucho más cercano a lo visto en su disco solista de 2007, Enlace. Una guitarra pulcra, con notas más extendidas que deja de lado la velocidad para entregarnos escalas que se arman paso a paso con una sólida dupla Cortés-Nader en el fondo. Una estructura similar a la que se aprecia en “Zenith”, que minuto a minuto rompe sus esquemas en un alarde crimsoniano con solos fríamente calculados.
Como lo sugiere su nombre, “Ocaso” es una secuela de “Atardecer”, aquel tema de Matraz que apareciera por allá en el año 1999 en su placa Tiempo para ser posteriormente revisitada y actualizada de forma instrumental por Claudio en Enlace; un clásico a estas alturas del partido, por lo que proponer una continuación es una jugada arriesgada pero que tiene un resultado brillante en una canción contemplativa y elegante que en ciertos instantes evoca a su génesis pero que en ningún momento se siente como un refrito. Sin duda alguna, uno de los puntos altos del disco y que en vivo seguramente nos pondrá los pelos de punta.
“Megalodon” retoma las estructuras del progresivo más duro y es una buena inyección de energía antes de llegar a “Ethereal”, que es cierre del disco y, por lejos, lo mejor que presenta Quasar: Un tema energético y atractivo, casi hipnotizante, que atrapa entre sus garras con una melodía sincopada y una atmósfera espacial sobre la que la guitarra va dando suaves pinceladas para armar una sinfonía formidable que en sólo 4 minutos y medio se transforma en lo mejor que ha hecho Claudio Cordero Trio en su trayectoria. Un impecable trabajo de los tres músicos para ponerle broche de oro a un álbum dinámico y redondo.
Esta placa es un derroche de técnica y virtuosismo, a momentos complejo y en otros muy definido, pero siempre imbuyendo de pasión a cada uno de sus enrevesados riffs. Cada pausa se agradece también, en una época en que algunos guitarristas parecieran creer que la calidad es sinónimo de muchas notas por segundo. Una entrega equilibrada para una propuesta muy interesante que indudablemente estará en nuestra lista de mejores discos chilenos de 2016.
Recuerden que la fiesta de lanzamiento de Quasar se realizará este sábado 5 de Marzo en la Sala SCD Bellavista y aún están a tiempo de participar por entradas para el imperdible show de esta gran banda nacional.
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