Quién lo diría, 10 años de aquel terrible día que marcaría a fuego no sólo al ámbito roquero, sino a todo un país que lloró a uno de sus hijos pródigo, dueño de una voz reconocible a kilómetros, líder de la banda más importante de la historia de nuestro país: Eduardo “Gato” Alquinta perdía sorpresivamente la vida el 15 de Enero de 2003 en Coquimbo, a la temprana edad de 57 años.
Todo un pueblo pasmado por la inesperada noticia, y es que nuevamente la muerte rondaba la vida de la legendaria agrupación nacional después de la trágica partida del virtuoso Gabriel Parra, aquella jornada llena de imágenes incombustibles: su despedida con un multitudinario velatorio en la Estación Mapocho, la cual estuvo abierta día y noche para dar el último adiós a Eduardo.
Los Jaivas, símbolos históricos de la música chilena despedían nuevamente a uno de sus integrantes, cómo olvidar a la banda tocando “Sube a Nacer Conmigo Hermano” con Eduardo Parra haciendo percusión con lágrimas en sus ojos en frente del ataúd de su amigo, a Gatti y muchos otros músicos rindiéndole homenaje, cómo olvidar a casi 500.000 personas que asistieron a darle el último adiós.
Se fue con flores, con lágrimas y fiesta, pero así se van los héroes, de manera inesperada y sin contarle a nadie, sin previo aviso, pasó de ser un grande a ser leyenda tal como lo son tantos otros, pero representó tan bien a todo un país que es imposible olvidarlo, con él su música, su legado, su banda y todo lo que cultivaba su imagen.
10 años en que lo recordamos, que pasaron como si nada, pero en que todavía no se le hace justicia. Desconozco si habrá un teatro con su nombre, si habrá un reconocimiento por sus obras, si hay algún premio que tenga su rostro. Pero más allá de eso, la gente, nosotros que lo recordamos de vez en cuando te tenemos, inevitablemente, en nuestras memorias. Hasta siempre Gato!.
Debo dormir cien años
Tengo que descansar
Debo sumirme, en el mas profundo de los sueñosTengo que presenciar
Hay que ser soñadores“El Dormilón Imposible”, Si tú no estás (1989)