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Pandemia y CLSK
Pandemia y CLSK
Pandemia y CLSK en el 2020

CLSK Opinión

La Pandemia y CLSK: Así ha sido nuestra relación con la música durante el año 2020 [CLSK Opinión]

Con la pandemia no han sido tiempos fáciles. Por lo mismo decidimos escribir algo más allá de los lanzamientos del año.

Qué difícil es llevar tu vida diaria con una preocupación adicional, ¿cierto? Si, hemos tenido complicaciones importantes para mantener funcionando CLSK: la pandemia, como para muchos de ustedes ha implicado desafíos que no sabíamos que debíamos afrontar y, lamentablemente, nuestra querida página ha sufrido con una buena parte de las consecuencias, incluso en aspectos técnicos que no vienen al caso.

Lo que hacemos en CLSK lo hacemos porque nos gusta: nuestro equipo está formado por personas comunes y corrientes buscando la forma de salir un poco de la rutina del diario vivir, compartiendo y hablando de la música que nos apasiona, sin tanta parafernalia. Pero la verdad es que con estos meses y meses de confinamiento, trabajo desde la casa y responsabilidades diarias, nos ha costado mucho compatibilizar el día a día con este proyecto. 

Sabemos que esto está al borde de ser un “¿Y a quién chucha le importa?”, pero para nosotros siempre ha sido primordial dejarles claro que seguimos acá y queremos contarles en qué hemos estado, especialmente sobre cuáles son los artistas que nos han acompañado durante estos estresantes meses del 2020 y obviamente queremos que ustedes nos acompañen con sus comentarios.

Leprous, Blues, Soundtracks de Videojuegos y Funk [Julio]

En esta casa se escucha bastante música, pero el espacio ha quedado relegado para cuando hay que cocinar y lavar la loza, una de las tareas más repetitivas de estos últimos meses. Si, también he tenido la opción de ponerme audífonos mientras hago mi trabajo -oficial-, pero la verdad es que entre las videollamadas, correos electrónicos, minutas y requerimientos urgentes en el departamento, no ha sido la mejor forma para disfrutarla.

Entonces, ¿que he escuchado?: Es absolutamente verdad cuando digo que “aún no supero el año 2019 y los shows que Leprous diera en el Club Chocolate. Esos eventos siguen en mi memoria y mi cuenta de Youtube Music tiene claro que un poco del metal progresivo noruego nunca está de más, me hará una buena compañía y el último disco, ‘Pitfalls’ sigue siendo un giro muy agradable en la trayectoria de la banda.

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Por otro lado el Blues, uno de los estilos musicales que más me relajan y siempre me sorprende, ha estado siempre ahí, especialmente el disco ‘In Session’, de Albert King con Stevie Ray Vaughan, trabajo que considero personalmente una joya. De todas maneras, el tema que más me he repetido es “The Sky Is Crying”, de Gary B.B. Coleman, una versión que derechamente está para chuparse los dedos.

¿Por qué puse música de videojuegos? Porque acá vivo con un pequeño ser humano que me acompaña todos los días, y cuando no estamos escuchando las canciones de 31 Minutos, está al lado mío o de su mamá mientras jugamos algo, y en la búsqueda de juegos aceptables para niños, la saga de Donkey Kong Country ha sido todo un acierto y su música también ha sido un buen recordatorio de mis inicios en este mundo, de tiempos más simples y de que se podía (y se puede) hacer un notable trabajo con recursos limitados. Ahora, en el lado más reciente, hemos jugado ‘Cuphead’ (y seguimos jugando y muriendo miles de veces), pero la banda sonora inspirada en el Jazz y en las Big Band lo hacen una delicia que realmente te sube el ánimo.

Y con la misma intención de subirse el ánimo, y siendo seguidor de Snarky Puppy, gracias a las recomendaciones de Youtube, he desarrollado un especial cariño por bandas como Vulfeck y el guitarrista Cory Wong, quienes se han convertido en parte de la banda sonora de fin de año y, aunque suene imposible, ha sido revitalizante ya que la buena onda que proyectan estos artistas y la calidez con la cual realizan sus presentaciones te permite abstraerse bastante de estos meses bastante incómodos.

De regresos y reencuentros [Cristián]

En meses de ansiedad e incertidumbre, la música como siempre ha seguido siendo un excelente refugio mental. Entre informes, reuniones online y tareas del hogar siempre se logra hacer algo de espacio para ella. Y a pesar de que cada día que pasa extrañamos aún más los espectáculos en vivo, de alguna manera esta pandemia ha servido para disfrutar más que antes del regreso de una banda o reencontrarse con un artista después de muchos discos.

Anunciado durante 2019, el regreso de Pure Reason Revolution con un nuevo disco apegado al sonido que a tantos nos deslumbró en ‘The Dark Third’ en versión 2020, fue un rayo de luz para los primeros meses de encierro. Dándole un poco más de intensidad a esa misma esencia de rock progresivo espacial con toques electrónicos y la suave voz de Chloe Alper, ‘Eupnea’ es ideal para darle play, cerrar los ojos e ir descubriéndolo capa a capa. 

Por el lado de los reencuentros el que se lleva el premio es sin duda el tremendo ‘Quadra’ (2020) de Sepultura. A pesar de que la banda se ha mantenido vigente en estos últimos 20 años, mentiría si dijera que alguno de sus discos logró cautivarme en algún nivel. Eso hasta ahora, porque su nueva placa es realmente un mazazo de principio a fin, en el que Eloy Casagrande se lleva el título de MVP indiscutido. Un disco que comienza con la agresividad acostumbrada de la banda pero que a medida que avanza va tomando otros matices y nos deja joyas como “Guardians Of Earth” o “Agony of Defeat”

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Y tampoco puedo dejar de mencionar el nuevo sencillo de Royal Blood, “Trouble’s Coming”. Mucho más bailable y pegajoso que lo hecho en sus placas anteriores, es una canción que ha estado en loop constante en todo momento. 

Mixtura de sonidos [Matías]

La pandemia, el agregado indeseado del 2020, ha golpeado prácticamente todos los flancos posibles, y nosotros los melómanos nos vimos afectados también, especialmente porque nos quedamos con entradas en la mano, verdaderos depósitos a plazo de shows que vendrán. Sin embargo, en el encierro y el día a día la música juega un papel fundamental: al menos para mí, es un espacio donde no hay nada más que mis audífonos y yo, en donde hubo un puñado de discos de los cuales no me pude despegar.

Quiero comenzar con Corridor, banda que hasta el año pasado no conocía,y su tercer álbum ‘Junior’ (2019), quizás el último disco del que me enamoré y no he parado de escuchar. Si bien sus dos discos anteriores (‘Le voyage éternel’ y ‘Supermercado’) son extremadamente buenos, ‘Junior’ encanta por mostrar a la banda en una versión mucho más optimista, nostálgica e iluminada, junto con la exploración de variados géneros como Post-Punk surrealista en la maravillosa apertura Topographe’, hasta toques de Kraut-Rock con tremendos pulsos de bajo como en Domino’. En este disco encontrarás hermosas armonías vocales, bajos cremosos, baterías pomposas y guitarras aterciopeladas.

Por otro lado, Suuns es una banda con la que choqué por casualidad en el ‘Festival En Órbita 2018’ y quedé impresionado por su calidad en vivo. Este año sin embargo, le he dado mil vueltas a su disco ‘Images du Futur’ (2013), el cual, a pesar de las comparaciones, brilla con luz propia y se encarga de entregar buenas dosis de Psicodelia, Post-Punk y Electrónica con un factor orgánico introducido principalmente por las baterías, a veces sincopadas, a veces jazzísticas, otras pulsantes y repetitivas. Los puntos más altos están en ‘Minor Work’, ‘Holocene City’ y Sunspot’.

Por el lado más extremo, tengo al EP ‘Vertikal II’ (2013) de los suecos de Cult Of Luna. Ya sé, ya sé, tienen demasiado material notable, pero ninguno de sus otros trabajos tiene a ‘Ligth Chaser’; es que, en serio, que brutalidad de canción, incluso se les perdona que el cuarto tema en este EP de 35 minutos sea un remix. Un ejemplo perfecto de minimalismo bien ejecutado. El hecho de que su duración sea acotada lo hace sumamente digerible, y una elección perfecta para cuando andes buscando poder atronador.

También me ha acompañado un clásico y uno de los mejores discos en vivo de todos los tiempos: Four” & More’ (1966) del gigante Miles Davis. En estos días de encierro, las rimbombantes escalas de improvisación lo vuelven un bálsamo para el día a día y la performance de Tony Williams es simplemente extraordinaria, incluso considerando que el resto de los participantes están a tope en su ejecución.

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Por último, quiero destacar el EP de los finlandeses de Oranssi Pazuzu, ‘Mestarin kynsi’ (2020) para mí un encuentro cercano del cuarto tipo. No sé si valga la pena enmarcarlo en un estilo, pero pareciera encajar en el lado Avant-Garde de la música: es psicodélico, oscuro, aterrador, sucio, pantanoso, progresivo, extravagante y a la vez sumamente innovador; me produce lo mismo que cuando escucho a Magma (una de mis bandas regalonas) y es que rara vez te topas con algo parecido y tengo claro que es difícil de digerir.

Una vuelta por sonidos olvidados y el encuentro con otras tendencias [Nacho]

La verdad es que, personalmente, no fue un año el cual me haya sentado a escuchar música. Al empezar la cuarentena, probablemente no escuché nada por alrededor de 3 meses, y cuando lo hacía no era más de media hora al día y tampoco estaba en condiciones mentales como para tratar de comprender o estar al tanto de los últimos lanzamientos de las bandas o géneros que usualmente escucho y disfruto, por este motivo, es que opté por música más directa, más fácil de digerir o que simplemente llenaran el alma de forma distinta.

Un álbum que me acompañó mucho después del bloqueo mental fue ‘In the Aeroplane Over the Sea (1998) de Neutral Milk Hotel, el cual esencialmente es un álbum de Folk al cual se le da una vuelta de tuerca al incorporar diversos instrumentos inusuales a y que se acompaña con una no muy pulcra producción, entrando incluso en la tendencia “lo-fi”. El álbum en varias esferas musicales ha adquirido un carácter de culto por algunas y de ser ridiculizado por otras, incluso en el punto de convertirse en en un “álbum-meme”. Esta placa conceptual creada por su líder Jeff Mangum, relata los diversos sueños que tuvo en relación a “El Diario de Anna Frank”. Para mí, un álbum que desborda sinceridad y que sin ser eximios intérpretes intentan una propuesta que se escapa de cualquier forma de Folk impuesta y que a su vez llena con sus propias limitaciones. Temas a destacar: “In the Aeroplane Over the Sea” y Holland, 1945.

Otro álbum que volvió en el momento adecuado fue ‘Mellon Collie and the Infinite Sadness’ (1995) de The Smashing Pumpkins, quizás el álbum más clásico de la banda liderada por Billy Corgan, y que se destacó por lo ambicioso al imponer una ‘especie’ de doble álbum conceptual en una época donde esto no era lo habitual en bandas de Rock Alternativo. Los Pumpkins son claramente una de esas agrupaciones que amas u odias, pero con comienzos como ‘Mellon Collie and the Infinite Sadness’ y ‘Tonight, Tonight’, es casi imposible resistirse a escuchar por completo este álbum que marcó un hito en los 90s y que hasta el día de hoy marca referencia en lo que Alt-Rock se refiere.

Sin embargo, el álbum que en definitiva acompañó de mejor manera estos meses de encierro, fue ‘Love and Hate’ (2016), del compositor inglés Michael Kiwanuka. Lo destaco porque el Soul y el R&B nunca estuvieron mucho en mi radar, sin embargo tuve la oportunidad de dejarme cautivar por una música fresca que llenara el vacío existencial que producía el encierro. Al escuchar los primeros momentos de ‘Cold Little Heart’, me di cuenta de inmediato que no era algo cualquiera. Las voces, melodías y armonías logradas llegan a tal nivel de intensidad, que lo único que puedes hacer es cerrar los ojos y dejarte llevar por ese viaje increíble, el cual maravilla a cada instante.

Para terminar, no quiero perder la oportunidad de nombrar otros álbumes que también hicieron un poco más llevadero este proceso: ‘This is What You Want… This is What you Get’ (1984) de Public Image Ltd., ‘Black Pumas’ (2019) de Black Pumas, ‘Wildflower’ (2016) de The Avalanches, ‘Drums and Wires’ (1979) de XTC, ‘Amarok’ (1990) de Mike Oldfield y ‘McStine & Minnemann’ (2020) de Randy McStine y Marco Minnemann.

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Sí, con pandemia y todo, estamos acá y queda mucho por decir

Quizás con todo lo que escribimos (uno más que otros) puedas identificarte con la mezcla de realidades que están presentes en CLSK. Incluso parte del equipo no pudo hacerse presente, porque así de difícil ha sido todo este tiempo para nosotros, entre preocupaciones y muchas responsabilidades.

Estamos acá y, por el momento, vamos un día a la vez, igual que muchos de quienes nos leen, porque siguen siendo tiempos extraños, donde todos tenemos que cuidarnos, y esperamos que así lo hagan.

Ahora es cuando tú nos cuentas que has estado escuchando durante este particular año 2020. Te leemos en los comentarios.

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