El pasado viernes 11 de Noviembre, Mike Patton dio una charla, o más bien una entrevista en la Universidad Diego Portales, la cual fue conducida por el escritor chileno Alberto Fuguet. Unas 350 personas tuvieron la oportunidad de ver dicha conversación y CLSK también estuvo presente. Les dejamos acá un “resumen” de los dichos del líder de Faith No More, quien se dio el tiempo de hablar sobre muchos temas.
Todo comienza con Mike Patton hablando sobre su infancia, donde había nacido y como se había acercado a la música. Para quienes no lo sepan, el cantante señaló que nació en un pueblo “vampiristicamente pequeño” llamado Eureka, al sur de California, sumamente monótono, por lo que si uno no hacía algo más, tenías dos opciones: o te quedabas en tu casa aburrido sin hacer nada o te dedicabas al vandalismo. Agrega que es ahí cuando descubre la música como un modo de alejarse de estos dos mundos; era su manera de mantenerse ocupado.
En orden con lo anterior, Alberto Fuguet pregunta entonces si es feliz con su edad, si no quiere volver a ser más joven, si tiene miedo de envejecer. El artista entonces responde sorpresivamente todo lo contrario: siempre quiso ser más viejo, no le gustaba ser un adolescente, es decir, esta debió haber sido la peor etapa de su vida, según detalla. Agrega que siempre deseó ser un adulto, y dado sus logros, no era una locura pensar eso.
“Mi experiencia universitaria no fue buena, dure un año y medio. Nunca he creído mucho en ella” señaló; sólo estudió un poco inglés y no tuvo grandes maestros ni nada que merezca recordar. Pero, sin embargo, agrega que, a diferencia de lo que pudiera pensarse, siempre ha sido un gran lector. Es aquí donde comienza su proceso creativo: “Cuando escribo, escribo algo sobre lo que quiero decir y busco libros que estén relacionados con esto”, luego “roba ideas a otros músicos”, no sin antes adaptarlas al contexto de la letra que está escribiendo. Por lo mismo, cita oportunamente a T.S. Elliot quien dice que “Los buenos artistas copian, los grandes roban“.
Complementando lo anterior, señala que muchas veces están con el grupo y se dicen, “por qué no tocamos canciones de tal o cual cantante” (dio el ejemplo de Tom Jones). Ante esto, él tiene la certeza de que no han matado los temas con los covers que han hecho, de hecho han sido momentos más que notables en sus conciertos.
Sobre el proceso de crear, Patton declara que los sentimientos saldrán si o si en ese momento, pero es importante que no siempre los resultados tienen que tratar sobre uno mismo. Algunas veces el corazón está bien y no hay porque demostrarlo, pero uno puede aportar con otras cosas al arte.
Fuguet le plantea a Patton la premisa de que hay muchos artistas que sólo se quedan encerrados en sus piezas y que no le muestran al mundo lo que están haciendo; así pregunta como lo hizo él, que lo motivó a salir y hacer público su trabajo. Patton responde que no fue una decisión, si no que en ese tiempo él era demasiado joven y estúpido por lo que ni si quiera lo pensó, sólo llegó y lo hizo. Agrega que tal vez, si hubiera sido más viejo lo hubiera pensado más y ni si quiera hubiera salido de su metro cuadrado.
Hablando un poco de la historia de Faith No More, Patton detalló que él se unió al grupo; no era su proyecto, por lo que tuvo que adaptarse a cosas con las que en un principio no se sentía cómodo, pero que ahora ama, de las que aprendió mucho y, de ese modo, abrieron una o dos puertas a la creatividad.
A diferencia de lo que muchos puedan pensar, Patton comentó que nunca tuvo un momento clave en su vida en que tuvo que decidir entre izquierda o derecha; “Con Faith no more hicimos un disco y afortunadamente fue un éxito”, lo que le permitió darse algunas licencias. Su vida fue más un zigzag que un camino recto que de repente se terminaba y no quedó más que decidir hacia dónde ir.
Sobre el dominio de diferentes idiomas, el cantante expresó que a él le gusta siempre aprender nuevos dialectos y que los hace parte de su música; para él los idiomas son música, son una herramienta que se debe tener y que resulta muy útil. En el mismo contexto agrega que le encanta viajar, recorrer los países y conocer nuevas culturas: cuando llega a tocar a un país le gusta salir del hotel, recorrer e interiorizarse del lugar en que se encuentra, de ese modo hace conexiones en los lugares que visitas y conoce gente (da el ejemplo de que así conoció a Fuguet la primera vez que vino a Chile y que gracias a él estaba en la charla). Es decir, para él es importante crear lazos.
Patton habló que, como artista, uno no siempre tiene que ser de una sola línea, “puedes hacer muchas cosas, y al menos explorar todas estas cosas, a mí me da energía e inspiración”… “Si me quedara como un tipo rockero, terminaría por suicidarme como muchos”. Ante la dura declaración, Patton pone cara de arrepentimiento y dice “ups”.
Y como en una suerte de conferencia de prensa, obviamente hubo una ronda de preguntas: Ante la consulta de “¿Cómo influyó su familia en su proceso como artista?”, Mike responde primero que su familia no era de artistas, por lo que la música fue algo que hizo sólo pero, al avanzar los años, uno se hace una familia musical con los amigos.
Agrega que siempre envidió a los artistas que venían de familias de artistas (como los Coppola), pero que, si bien la suya nunca lo ayudó, tampoco le prohibieron hacer nada, y de ese modo lo apoyaron lo más que podían. En estos casos, declara que la familia no es tan importante: si sientes lo que quieres hacer, tienes que realizarlo, sin importar lo que ellos piensen. Duro, pero cierto.
Luego vino ¿Cómo fanático del cine, nunca pensaste en dirigir una película? Patton se toma su tiempo, lo piensa y argumenta que para él es imposible, pues cuando llega una idea, tiene que desarrollarla rápidamente si no ésta muere. El cine no le permite eso, pues hacer una película demora alrededor de 5 años, y él, dada su natural inquietud, no puede soportar tanta espera.
Sobre otro de sus proyectos, Phantomas, declaró que lo que intenta hacer con este es poder mostrar que el heavy puede musicalizarse, y que la voz es un distractor, lo importante es la música.
Ante la consulta sobre cuál considera que es su rol social, en el contexto de los movimientos sociales en Chile, aludiendo a sus provocaciones (como al hablar de Pinochet y el ya mítico “Don Corleone” a Mario Kreutzberger). Su respuesta fue que él, en general, no tiene un rol en este ámbito, pero la música si lo tiene y, en ese orden, hay gente que lo haría mucho mejor que él. Agrega que no hace política, pero tiene claro que la música provocativa puede tener esa misión, pero también puede ser sólo música.
Y como siempre, apareció pregunta polémica, que muchos consideraron un desperdicio porque no venía al caso: esta fue sobre su opinión sobre la Teletón y si pensaba que esta era una verdadera cruzada de solidaridad o si era también un lugar para que las empresas hicieran publicidad. Ante eso, Patton respondió que él no podía opinar mucho pues no vive acá y es sólo un extranjero que fue invitado a participar. Para él, tanto para la Teletón como al Festival Viña, no debieron haber sido invitados, eran como un pez fuera del agua, pero que lo hicieron porque resulta irresistible. Pero de todas maneras, dado el resultado, no cree que “Don Chanchisco” (así lo dijo) lo vuelva a invitar.
Terminada la ronda de preguntas, acaba una gran experiencia, escuchando a uno de los artistas más importantes del círculo musical actual y de los últimos 25 años, quién siempre se mostró sonriente, interactuando con el público, y contestando de la mejor manera posible las preguntas que su amigo Alberto Fuguet y los asistentes realizaron. Sin duda una experiencia que debería repetirse con otros artistas tan poco tradicionales y/o que marcan pauta, como Mike Patton.
Foto: Lupa.io
Asmodeo
12/11/2011 at 11:30
buena reseña daniel!!
Saku
12/11/2011 at 22:17
Un grande Patton! Estuvo demasiado entretenida la charla!
Piero Lombardi
13/11/2011 at 17:08
Si alguien grabó en audio la charla aavisen por favor !!