Las últimas dos semanas han sido bastante bien llamativas, irónicamente hablando, para todo lo que tiene que ver con organización de eventos masivos, siento la productora Transistor la más afectada y basureada, con razón, en las redes sociales. Y aunque ellos recalcan que su porcentaje de cancelación es completamente irrelevante, varios de sus shows han estado cargados de problemas, algo que muchos ya han olvidado o simplemente decidieron dejar pasar. Pero no son los únicos con complicaciones.
Todos saben que quienes decidieron asistir al show de Stone Sour y Deftones, tuvieron que hacerlo en conciertos separados y, en el caso de la última banda, con un retraso de 90 minutos, muy relevante, especialmente para quienes pescan sus cosas desde el otro lado de la ciudad o desde regiones para cumplir con el deseo de agitar su cráneo frente a su banda favorita.
En el caso de Slayer y Mastodon, no tuvimos show, no hubo mosh y no ejercitamos el cuello, el que sólo se extendió más cuando -y lo digo por mi caso- no compramos la entrada para el día sábado del Maquinaria Festival 2012, ya que existía otro evento donde tendríamos a las mismas bandas en una ubicación más cómoda y entre fanáticos, algo que algunos prefieren.
Esos dos casos, inmediatamente me recuerdan a los shows de Rage Against The Machine y Faith No More, ambos en el Estadio Bicentenario de La Florida, donde la división de la cancha fue un dolor de cabeza para la organización, con saltos olímpicos hacia Cancha Vip, protestas en el exterior y lacrimógenas al interior dentro del recinto, en la último evento, lo que gracias a mi reclamo en el SERNAC, se tradujo en una entrada gratis para el pasado show de Megadeth (si dos años más tarde). Ni hablar de la nube de polvo que cubrió la versión 2011 de Maquinaria, y que se repitiera este año, algo que la organización, al parecer, no tuvo interés en controlar.
Si son expertos en este tipo de eventos ¿tan difícil es considerar los problemas anteriores para que no se repitan? ¿Hay alguna instancia de retroalimentación con los reviews que al día siguiente salen con cada show? ¿O los reviews los escriben ellos mismos? Usted respóndase solo.
Más allá de los problemas durante un show, hay algo que también inquieta bastante: el retraso en el inicio del show. “Han esperado cuantas horas para el concierto, que esperen 30 minutos más”; nunca he escuchado eso, pero ¿será posible que algo así saliera de la boca de alguien? Esto pasa bastante en shows con asientos numerados, donde el público tiene sus asientos reservados y no hay apuro por quedar bien ubicado.
Me pregunto, ¿el show se retrasa porque algún “VIP” no ha llegado? Espero que no sea por eso, pero no entiendo como una productora arriesga su “reputación” retrasando un show por muchos minutos: o es un acto deliberado o la organización no supo ponerse en todos los posibles escenarios teniendo problemas a punto de iniciarse el concierto. Pueden culpar al artista, pero en cualquier caso la que da la cara -o no- es la productora y son estas las que quedan más mal al fin y al cabo.
Pero además hay un inconveniente -por su trasfondo- que, si bien es un beneficio directo para quienes no disponen de tantas lucas, ha marcado una fuerte tendencia: los descuentos de último minuto.
Está claro que últimamente son pocos los eventos que logran llenar un recinto o por lo menos dejar libres unos pocos espacios; por lo mismo a última hora, o un par de días antes, nos hemos encontrado con promociones que rebajan incluso a la mitad caros tickets que claramente no se vendieron desde el primer momento.
La alta oferta ha provocado que el público chileno deba decidir a qué espectáculos irá, por lo tanto, en vista que el público muchas veces es el mismo, los asistentes se distribuirán entre conciertos, disminuyendo la posibilidad de “agotar” entradas: Maquinaria con un 80% de entradas vendidas y Robert Plant llevando a 10.000 personas aproximadamente al Movistar Arena, son los ejemplos más recientes, y eso que ambos contaron con descuentos de última hora, especialmente en el primer caso, que llegó a ser completamente descarado frente a quienes compraron sus entradas en primer momento usando el sistema de preventa. El único mensaje que envían con esto es “Si, siempre pudimos cobrar menos”.
Entonces, si nos enfocamos en el mundo del rock, aunque mientras escribía esto me llegó un mail de Ticketek diciendo que las entradas para Lady Gaga están en 2×1, a 4 días de realizarse el concierto, se puede sacar por conclusión lo siguiente (no aplica para Luis Miguel, Arjona o Marco Antonio Solís, artistas que poco importan por estos lados): no hay para qué correr a comprar entradas, total, no se va a llenar y es posible que salga algún descuento días antes del show o por último siempre habrá alguien que venda su entrada por emergencia. Ese pensamiento es el que obligará a las productoras a evaluar con cuidado los precios de las entradas, para así evitar un recinto a medio llenar, cambiar de recinto, o cancelar el mismo por poca venta, una de las principales razones de suspensión de un evento, pero que nunca se sale a la luz.
Tenemos las entradas más caras de Sudamérica y todo apunta a que el público por fin ha aprendido la lección. Es momento de que los organizadores comiencen a analizar el asunto y tomar en cuenta lo que está pasando. Además que ya nadie dice “pagaría lo que fuera por ese concierto”.
Por último, solo queda decir algo, una recomendación: Sea crítico; usted pagó por un servicio y cada inconveniente merece su reclamo y respectiva compensación. Puede que el show al fin y al cabo haya volado sus sesos, siendo una experiencia única e inolvidable. Pero todos esos nefastos detalles ignorados son los que hacen el mundo de los espectáculos se vuelva más rentable para algunos, entregando un poder a muchos que, como todo negocio, harán todo lo posible por obtener las mayores ganancias posibles llegando incluso a despreocuparse de lo más importante: el público, quienes también tienen el poder de derribar ese imperio simplemente no comprando tickets, o hacerlos pasar el susto de que nunca lo harán.
Cualquier experiencia similar, bienvenida es en los comentarios.
Foto: Youtube Paniko TV
Leonardo
19/11/2012 at 00:44
puros comentarios de viejas culias!!!! van a un concierto los wnes, no a una sesion de spa. Admito que hay reclamos con bastante justificacion, pero los menos. La mayoria son puras viejas culias llorando y cahuineando y no haciendo nada concreto. Si pagaron pa ver a la banda y la vieron, listo wn.
Que paso ChileanSkies? …. antes eras chevere U.U …..
Troll
19/11/2012 at 10:19
Con ustedes… El pensamiento mediocre!!!
paff
19/11/2012 at 11:11
con weones como vo..la raza ql se hecho a perder..mediocre y conformista ql !!
Leonardo
21/11/2012 at 23:46
seguro el par de wnes ha hecho algo cuando estan disconformes con ello…. caras de raja
Barbaro
19/11/2012 at 09:40
Hace un tiempo que sigo estas columnas y viene repitiéndose el tema del precio de las entradas y la calidad del servicio que prestan las productoras. Ojalá se sigan sumando iniciativas como esta para que de una vez por todas los consumidores de conciertos abran los ojos de como funciona este maldito negocio, que mas que entregarnos un show de calidad a un precio decente pretenden estrujarnos los bolsillos. Las productoras no vienen a darnos caridad entregándonos artistas que probablemente nunca han pisado suelo nacional, les interesa llenar el reciento al más alto valor que se pueda, y su justificación para pedir lo que quieran es que se puede pagar en cuotas. Creo que todos sabemos lo que eso significa
Rorock
21/11/2012 at 19:10
lamentablemente siempre, siempre!!! habran fanaticos capaces de todo y de aguantar todo por ver a su banda, despues de los articulos que han hecho aca yo personalmente he tomado conciencia y he seguido la linea de accion que recominedan.
sigan asi CLSK